Científico de formación, en la especialidad de Minerología, Jesús
Soriano Carrillo, preside el Supremo Consejo de España, una orden
masónica constituida en nuestro país en 1811 y que hoy consagra el
templo de la Logia Agustín de Argüelles en Gijón, sin actividad desde el
fin de la Guerra Civil, en un acto reservado solo para iniciados.
¿Qué es el Supremo Consejo de España?
La masonería se divide en dos partes: la simbólica, que va del grado
de 1 al 3 (aprendiz, compañero y maestro) y la filosófica, que incluye
del grado 4 al 33. Estos últimos son los que rige el Supremo Consejo de
España. Cualquier persona que entre en él debe ser previamente maestro
masón.
¿Cuáles son sus orígenes y su historia?
Se trata del tercer consejo más antiguo del mundo. Se constituye en
1811. Antes sólo se había constituido en Estados Unidos (1800) y en
Francia (1805). Desde entonces hemos trabajado ininterrumpidamente, ya
que en la época de Franco tuvimos la suerte de la gente que se fue al
exilio en México pudo acogerse al -llamado por nosotros- «asilo
sagrado», mediante el cual cualquier masón español residente en ese país
seguía perteneciendo al Supremo Consejo de España y no al de México.
Siguen el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. ¿En qué se diferencia de otros ritos u obediencias?
Las obediencias vendrían a ser las organizaciones administrativas y
otra cosa es el rito. Las diferencias son mínimas, ya que todo se basa
en lo mismo. Un aprendiz iniciado en el Rito de Emulación recibe las
mismas enseñanzas que uno que se haya iniciado en el Escocés Antiguo y
Aceptado. Las diferencias se limitan a la forma de realizar las
ceremonias, pero la esencia para los iniciados en los primeros grados es
la misma. Las cosas van cambiando a partir de los altos grados
filosóficos.
¿Hay mujeres en el Supremo Consejo?
No. El Supremo Consejo de España es masonería regular y en ella no hay mujeres.
¿Por qué? ¿Tiene sentido en una sociedad donde la
igualdad de género se extiende por todos los órdenes? ¿No deberían abrir
el consejo a las mujeres?
La masonería está abierta. No existe ese problema. Hay obediencias
sólo de mujeres, otras mixtas y obediencias que son sólo de hombres. No
se puede decir que la mujer esté discriminada. Pasa en otros ámbitos:
durante años he sido secretario de la Sociedad Española de Mineralogía,
la presidenta era una mujer y formaba parte de la Asociación de
Científicas de España, a la que yo no podía pertenecer porque era
hombre.
¿La masonería es una sociedad secreta?
En absoluto. Nunca ha sido secreta. Tanto la simbólica como la
filosófica lo primero que hace es respetar las leyes. Somos una
asociación sin ánimo de lucro, inscrita en el Registro de Asociaciones,
si se entra en Internet puede verse qué es el consejo, quiénes formamos
su junta directiva, etc. Nos regimos democráticamente por elecciones
cada cuatro años y de secretos nada.
Pero sus trabajos internos y ceremonias sí lo son, ¿no?
Evidentemente. Somos una orden iniciática y por tanto esas
actividades están reservadas a los iniciados, como la Asociación de
Mineralogía estaba reservada a quienes nos dedicábamos a la mineralogía,
no a médicos o abogados.
¿Qué pueden aportar los masones al mundo actual?
La sociedad ha cambiado tanto desde el siglo XVIII al XXI que muchas
de las cosas que nuestros antecesores acometieron tal vez hoy no tengan
sentido o no se puedan realizar igual. Nuestra tarea hoy es difundir la
necesidad de una sociedad más libre, justa y democrática.
¿La masonería es de derechas o de izquierdas?
En la masonería española hay personas de todo el espectro político:
del PP, PSOE, IU, de cualquier partido democrático. En la orden sólo hay
algo prohibido y es hablar de política y religión en sentido partidista
(no como asuntos de debate). Respetamos cualquier creencia o idea
política e intentamos buscar aquello que nos une y no lo que nos separa.
¿Aún perdura en España la leyenda negra sobre la masonería?
Se llegó a afirmar que realizábamos misas negras o que comíamos
niños. España es el único país en el que se promulgó una ley específica
para reprimir a la masonería. Fueron encausados más de 80.000 ciudadanos
en un país donde no habría siquiera 5.000 iniciados. No sé si aún hay
prejuicios. Contra ellos se puede recordar que los masones no somos
gente extraña: los padres de la Constitución americana fueron todos
masones; el marido de la Reina de Inglaterra es el Gran Maestre de la
masonería británica, etc. Afortunadamente España es hoy muy distinta a
la que forjó esa leyenda negra.
Fuente: http://www.elcomercio.es/culturas/201509/20/masones-todo-espectro-politico-20150920003650-v.html
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