Cimientos
La masonería es una sociedad de hombres libres, que practican el silencio, la meditación y la prudencia. Su doctrina moral está en el amor fraterno; la ayuda mutua; la verdad, la práctica de las virtudes: temperancia, fortaleza, y justicia; y su doctrina espiritual es la convicción de un Ser Supremo y la inmortalidad del alma. Apuesta a la paz, evita la violencia y recurre al diálogo y la razón.
La masonería es una sociedad de hombres libres, que practican el silencio, la meditación y la prudencia. Su doctrina moral está en el amor fraterno; la ayuda mutua; la verdad, la práctica de las virtudes: temperancia, fortaleza, y justicia; y su doctrina espiritual es la convicción de un Ser Supremo y la inmortalidad del alma. Apuesta a la paz, evita la violencia y recurre al diálogo y la razón.
La obra de Francisco de
Miranda, este venezolano universal que nació en Caracas, el 28 de marzo de
1750, exige a los amantes de la Patria libre y fraterna, explorar su
pensamiento que traspasa los principios de libertad, igualdad, soberanía y amor
por la independencia de los pueblos.
Sus
ideales siguen vigentes, los latinoamericanos están llamados a mirar el pasado
del caballero considerado el adalid de la libertad e emancipador de los pueblos
de América. A sus preceptos de lucha se sumaron a Simón Bolívar, Bernardo O
Higgins, y otros tantos héroes del continente.
Los
masones se reúnen cada 28 de marzo para celebrar no sólo el nacimiento del
viajero infatigable, sino el día nacional de la masonería venezolana. Francisco
de Miranda, no descanso en su lucha por un mundo libre, su búsqueda del
conocimiento lo sumo a la sociedad masónica, comunidad cimentada por la
libertad, igualdad y fraternidad.
Miranda
fue iniciado en la orden masónica en 1783 en los Estados Unidos. Una vez
iniciado en la Francmasonería fundó en la ciudad de Cádiz en España, la Logia
Lautaro, donde fueron iniciados destacados personajes de la historia
libertadora del continente americano.
Digno
ejemplo
El
maestro masón Manuel Zorilla afirma que Miranda nos legó una lección de
comportamiento cívico, y de silencioso sufrimiento frente a la adversidad, y la
prisión. Sus labios jamás pronunciaron su palabra de queja o lamento. Su frente
no se inclinó ante los golpes de la suerte, ni su alma se humilló ante el
momento de triunfo.
Zorilla
agrega que el genio universal, reconocido como el precursor no sólo de la
independencia sino integración de América, siempre se mantuvo sereno y en
comunión con el Gran Arquitecto del Universo. Fue un soñador y un filósofo, un
masón que luchó por la libertad, se sacrificó por su patria, vivió como héroe y
murió como todo un hombre.
El
venezolano universal, un hombre libre y de buenas costumbres, con su espíritu
masónico, participó en tres procesos históricos entre ellos la Independencia de
Norteamérica, la Revolución Francesa y la Independencia de Hispanoamérica. Su
fuego moral derribó las barreras de tiranía y el yugo español.
Forma
de vida
La
Masonería es una forma de vida. Es forma colegiada de reflexión filosófica, que
propone un esfuerzo de autoconciencia y de autenticidad personal que está por
supuesto abierta a cualquier interpretación confesional y en esa libertad,
todas las opciones son posibles para el masón.
No
es una religión, por cuanto no se presenta como un camino de salvación, sino
como un método de crecimiento personal y de aumento de la conciencia, en la
búsqueda de una plenitud. Cree en la existencia de un ser supremo. La masonería
no tiene dogmas. Sus principios la libertad, igualdad y fraternidad y su fin la
búsqueda de la verdad.
La
masonería rechaza las tiranías, promueve y defiende el respeto de los derechos
humanos, la democracia, la justicia, la educación y el desarrollo
socioeconómico de los pueblos. Combate la intolerancia, la injusticia, el
racismo, y la ignorancia, el fanatismo, el vicio y la superstición.
Fuente: http://www.diarioeltiempo.com.ve/V3_Secciones/index.php?id=68982012&_Proc=Desp
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