Gran Logia Masónica de Cuba, en La Habana |
Debo comenzar con una declaración aclaratoria: no soy masón, y mi
conocimiento de la masonería es cuando más superficial. Mi interés, y único
tema de este artículo, es el enorme papel que los masones han jugado en la
lucha por la libertad.
La masonería no es partido político ni religión, aunque sus creencias
fueron influenciadas por el deísmo de los siglos 18 y 19. No hay vocero oficial
ni cuerpo rector, y no ofrece ni escatología ni teología. Sin embargo, es la
más antigua sociedad secreta mundial con una historia complicada y
controversial. Lo que no es controversial es el impresionante número de
notables a través de la historia que fueron masones. Me enfocaré solamente en
aquellos envueltos en la lucha por la libertad.
Muchos de los Padres
Fundadores eran masones, y algunos académicos de
historia de EEUU sostienen que la masonería fue central en la Revolución
Americana y resultó fundacional para el gobierno de EEUU. Especulación relativa
a símbolos masónicos incluye los supuestos en el billete de 1 dólar, el plano
para Washington DC, y muchos más.
Veamos los documentos fundacionales. Quince de los cincuenta y seis
firmantes (27%) de la Declaración de Independencia eran masones o probables
masones. Benjamín Franklin, John Hancock, Joseph Hewes, William Hooper, Robert
Treat Payne, Richard Stockton, George Walton y William Whipple eran conocidos
masones. Para Thomas Jefferson, Roger Sherman, George Read, John Penn, Thomas
Nelson Jr., Lyman Hall y Elbridge Gerry hay evidencias de membresía o afiliación.
Cuando la Convención Constituyente comenzó en Filadelfia en 1787, el
seleccionado unánime para presidirla, George Washington, y el notable de más
edad, Benjamín Franklin, eran ambos masones. De hecho, 28 de los 40 firmantes
de la Constitución (70%) eran masones o de ideas masónicas. Interesantemente,
esos documentos fundacionales estaban infundidos de las ideas del filósofo
inglés John Locke, comúnmente conocido como “padre del Liberalismo”. Locke era
masón.
Había 81 generales en el Ejército Continental; 33 de ellos, incluido
Washington, eran masones (41%). Similar tendencia muestran el Jefe y los Jueces
Asociados de la Corte Suprema, Secretarios de Estado, etc. Y, muy importante,
aproximadamente un tercio de los Presidentes de EEUU han sido masones.
Al sur de la frontera también encontramos masones encabezando la lucha
por la libertad. Entre ellos, Simón Bolívar, que jugó un papel clave en la
fundación de Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Panamá; José de San
Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú; Francisco de Miranda, líder
militar y revolucionario que precedió a Bolívar; Antonio Nariño y Francisco de
Paula Santander, líderes ideológicos, militares y políticos de la independencia
de Nueva Granada (hoy Colombia); Bernardo O’Higgins, que liberó Chile del
dominio español; y Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana.
En Cuba, que obtuvo la independencia casi un siglo después que el resto
de Latinoamérica, masones organizaron (frecuentemente en Logias) y guiaron las
guerras de independencia, entre ellos Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio
Agramonte, Perucho Figueredo, Calixto García, Máximo Gómez, Antonio Maceo y
José Martí. Igual que en Estados Unidos con George Washington, el primer
Presidente cubano Tomás Estrada Palma también era masón.
Porque aunque los masones se han distinguido en las luchas por la
libertad, tampoco han escapado de la ira de los enemigos de la libertad. La
Alemania nazi bajo Hitler, las fascistas Italia y España bajo Mussolini y
Franco respectivamente, y la marxista Unión Soviética bajo Stalin, todas
persiguieron y prohibieron la masonería.
Es analíticamente difícil entender, mucho menos explicar objetivamente,
las razones que apuntalan el colosal rol que los masones han jugado en la lucha
por la libertad. Sin embargo, es probable que las ideas de la Ilustración sobre
libertad, independencia, igualdad y fraternidad hayan influido.
Los teóricos de las conspiraciones claman hace mucho que la masonería es
una organización que busca la dominación mundial o ya controla secretamente la
política mundial. No tengo idea, pero dado mi clásico liberalismo y el
distinguido record de los masones luchando por la libertad, podría haber sido
masón. Excepto que suscribo la máxima del comediante Groucho Marx de que “no
deseo pertenecer a ningún club que aceptara como miembro a alguien como yo”.
El último libro del Dr. Azel es “Reflexiones sobre
la Libertad”
Acerca del Autor
José Azel
(Cuba,
1948): Llegó al exilio en Estados Unidos en 1961, con 13 años de edad. Fue
profesor adjunto de Negocios Internacionales de la Escuela de Administración de
Empresas de la Universidad de Miami. En la actualidad es catedrático del
Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de
Miami. Posee una maestría en Administración de Empresas y un doctorado en
Relaciones Internacionales de la Universidad de Miami. Se especializa en
análisis a profundidad de temas económicos, sociales y políticos cubanos, con
especial énfasis en las estrategias a seguir en la Cuba post Castro. Es autor
del libro Mañana en Cuba: El legado del castrismo y los retos para la
transición. Pertenece a la Junta Directiva de CubaNet Noticias.
Fuente: https://www.cubanet.org/opiniones/los-masones-la-lucha-libertad/
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