Un quitinozoo fósil malformado del género Ancyrochitina (izquierda)
junto a un congénere normal. Ambos extraídos en Libia y datados en 415 millones de años atrás. |
La vida es extraordinariamente pertinaz. Surgió pronto en la historia
del planeta –hace más de 3.500 millones de años, un cuarto de la edad
del universo— y aquí seguimos pese a los inmensos escollos que supone
ese lapso de tiempo. Pero la gran cadena del ser que conduce hasta
nosotros ha peligrado gravemente cinco veces desde que surgimos los
animales hace 600 millones de años: en las Big Five, las cinco extinciones masivas de la historia del planeta. Es crucial comprender sus causas. La segunda de las cinco grandes,
la brutal extinción ordovícico/silúrico, se debió al desplome del nivel
de oxígeno en los océanos, según revela una investigación
internacional. Bueno es saberlo.
La forma en que Thijs Vandenbroucke, de la unidad de evolución,
ecología y paleontología del CNRS francés y la Universidad de Lille, y
sus colegas franceses, belgas, alemanes y estadounidenses, han revelado
esa causa esencial de la extinción masiva del ordovícico/silúrico (O/S,
para abreviar) merece una mención aparte. Han sido los monstruos en que se habían convertido los individuos que formaban el plancton en la época los que les han conducido a su descubrimiento.
El plancton fósil datado de aquella época muestra las malformaciones
típicas del plancton actual allí donde el mar se ha contaminado de
metales tóxicos, algo que por desgracia no es tan infrecuente en
nuestros días. Ello quiere decir que la segunda extinción masiva de la
historia planetaria, la que marca el fin del ordovícico y el principio
del silúrico, hace 420 millones de años, fue causada probablemente por
la escasez de oxígeno y el consiguiente exceso de metales tóxicos en los
océanos. Hasta ahora se atribuía a una glaciación. Cuya existencia
nadie duda, por otra parte.
Han sido los 'monstruos' en que se habían
convertido los individuos que formaban el plancton en la época los que
les han conducido a su descubrimiento
Pero, si la extinción masiva O/S se debió al desplome del oxígeno en
los océanos (anoxia), ¿a qué se debió el desplome de oxígeno en los
océanos? “Hay muchas ideas sobre los procesos terrestres que pudieron
disparar una anoxia global”, responde Vandenbroucke, el primer autor del
trabajo, a EL PAÍS. “Muchas de ellas implican un incremento de la
producción primaria”. Eso es el uso directo de la energía solar para
sintetizar cuerpos de plantas, o la transformación de la luz en
materia biológica. Lo ejecutan las algas y las plantas, y los demás nos
beneficiamos comiéndonos a las algas, las plantas y a cualquier animal
que se haya comido antes las algas y las plantas. Todos los animales
somos parásitos planetarios, al menos en ese sentido.
“Empezamos a considerar”, prosigue Vandenbroucke, “que la anoxia y el
consiguiente incremento de metales tóxicos podrían haber resultado en
una retroalimentación [feedback] positiva que pudo contribuir a
propagar la anoxia por los océanos; sin embargo, entender del todo
estos sucesos va a requerir una colaboración interdisciplinaria
continuada, que está en marcha”.
La extinción masiva más famosa es sin duda la que extinguió a los
dinosaurios hace 68 millones de años. Su nombre técnico es extinción K/T
(el tránsito del cretácico, que se escribe con K en alemán, y el
terciario), y no solo eliminó a los dinosaurios –excepto a los que
evolucionaron para generar las aves actuales—, sino a la mayor parte de
las especies que existían en el cretácico. La causa más popular de esta
catástrofe fue el impacto de un cometa gigantesco en la península del
Yucatán, pero también estalló en aqueños años una orgía horrorosa de
actividad volcánica. ¿Por qué hay causas múltiples para las extinciones,
como si con una no fuera suficiente?
Estudiar los sistemas terrestres “implica tratar de entender el juego completo de interacciones entre todos los elementos del sistema"
“Estudiar los sistemas terrestres”, responde Vandenbroucke, “implica
tratar de entender el juego de interacciones completas entre todos los
elementos del sistema, incluidos los océanos, los sedimentos, la
atmósfera y la biosfera; los mecanismos que prpoponemos para el
paleozoico medio son muy diferentes de los que i9mplican el impacto de
un meteorito, como la extinción K/T”.
¿Saldrá el sol mañana? Si uno tuviera que apostar, haría mejor en poner su dinero en la casilla del sí.
Pero hay veces, algo así como una vez cada 100 millones de años, en que
las cosas geológicas se tuercen y las apuestas más sensatas empiezan a
fallar. Los científicos no saben aún a qué se deben. Pero más vale que
lo averigüen antes de la próxima, ¿no creen?
Javier Sampedro
25 AGO 2015 -
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/08/25/ciencia/1440513047_129179.html
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