Víctor Raúl Haya de la Torre. |
Renato Arana Conde.
Larepública.pe
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Usted fue alumno de Víctor Raúl Haya de la Torre. ¿Cuánto influenció él en usted para iniciarse en la vida masónica?
Haya fue masón e inspiró la masonería en la política como ayuda
desinteresada en la justicia social. Cuando yo era estudiante
universitario, y siendo maestro Luis Heysen, él escogió a varios
compañeros, entre ellos yo. Descubrí que el hombre, en la medida que
busca su perfeccionamiento, debe proyectarlo en su familia, trabajo y a
nivel moral, que hace tanta falta.
Y si los masones buscan el bienestar general, ¿por qué entonces la Iglesia Católica los condena?
Nosotros en masonería no tratamos ni temas políticos ni religiosos. Se
nos respeta tal como somos. Si el catolicismo nos ve, a través de los
tiempos, con mucho celo es por las grandes acciones que hemos llevado.
Pero no guardamos rencor. Estamos por encima de esas debilidades.
¿La cuestión de la razón como brújula o eje del accionar humano es otro factor de celo, pues sería motivo del alejamiento del hombre de Dios?
No es así. Nosotros estamos cerca de Dios, creemos en un ser supremo.
Un Gran Arquitecto del Universo que para muchos es Cristo, para otros
será Buda o Mahoma, pero estamos siempre cerca de la divinidad. El masón
es un hombre creyente, creemos en la inmortalidad del alma...
Y la libre conciencia.
Efectivamente, respetamos al hombre, a la mujer y la sociedad en esa libertad.
¿Cómo buscar, entonces, la unidad si cada uno va por su lado en cuanto a pensamiento?
Tenemos las herramientas necesarias para que el hombre se forme. Si ve
el mazo y el cincel, ve a un hombre depurando sus aristas. Por ejemplo,
el compás (símbolo masón junto a la escuadra) establece el rango hasta
donde uno puede salir en su movimiento dentro de la ley.
Usted pertenecía a la Gran Logia del Perú, tengo entendido. ¿Por qué decide separarse?
Hace más de 12 años llegué a ser el segundo Gran Vigilante que tenía
que impartir instrucción masónica por todo el Perú. En esa época con un
gran maestro muy avanzado, Arturo Rivera del Piélago, sacamos a la
masonería de los intramuros y comenzamos a corregir una serie de errores
que habían hecho algunos Maestros en el aspecto económico y fueron
‘irradiados’ (expulsados).
Y ellos al final llevaron el asunto al Poder Judicial, ¿fue así?
¡Fue algo insólito para los masones que tenemos principios y valores!
El Poder Judicial, acogido y penetrado por gente de Fujimori, puso a un
Gran Maestre como administrador judicial. Eso nunca en la historia
masónica se ha dado, salvo en Perú. Por eso que nosotros, la generación
nuestra, que estábamos trabajando por la descentralización, queríamos
cambiar eso. Esa presencia del Poder Judicial en la masonería fue el
motivo para que surjan la Gran Logia del Norte, luego la del Sur, la
Occidental, la Oriental y la Gran Constitucional. Hay nueve grandes
logias, pero nosotros con nuestra presencia internacional hemos logrado
grandes cosas como que nuestro país sea la sede del Clipsas 2013.
¿Y la Gran Logia del Perú está invitada?
No participa, pero no tendría ningún problema en invitarlos y son
bienvenidos... Nosotros practicamos la fraternidad... Lo que pasa es que
ellos tienen sus viejos conceptos ortodoxos, como no querer mezclarse
con las mujeres. Son temas que el tiempo se debe encargar de superar,
porque ninguna persona o institución puede oponerse a la presencia de la
mujer.
La inclusión de la mujer en su logia se podría tomar como una medida frente a una
inferioridad numérica, ¿o no?
De ninguna manera. Se trata simplemente del ser humano en la sociedad.
La mujer tiene que estar trabajando mutuamente en la sociedad con el
hombre. Nosotros hemos roto ese esquema.
Antiguos compañeros suyos afirman que su salida se dio por malos manejos de dinero.
No, no. Yo, en La Gran Logia del Perú, no tenía que manejar ningún
dinero. No era ni el tesorero. Yo a La Gran Logia le aporté mi dinero,
mi profesión para hacer masonería. Yo traje al Perú al capítulo Demolay
(escuela de líderes) y pagué el derecho de 4 mil dólares. No toqué ni un
centavo de la logia.
Bueno, ¿qué observación le haría a la masonería por sus acciones a lo largo de la historia?
(Piensa). Mi crítica sería que la masonería debería ponerse a la par
con los tiempos. Observo que nuestra logia antigua (la de Corpac) aún se
mantiene pensando como en la Edad Media. No se ha actualizado en la
sociedad. De nada sirve un edificio de cemento, adecuadamente decorado con arañas de cristal, cuando no hay espíritu de ayuda social.
La ficha
Nací en Cusco hace 70 años. Soy militante aprista y también masón
desde hace 42 años. Con la Gran Logia Constitucional del Perú hemos
logrado que Perú sea sede de la 52ª Asamblea General del Clipsas (Centro
de Comunicación y de Información de las Potencias Masónicas Firmantes
del llamado de Entrasburgo) que se llevará a cabo desde este jueves
hasta el domingo en el hotel Sheraton.
Fuente: http://archivo.larepublica.pe/06-05-2013/algunos-masones-aun-viven-en-el-medioevo
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