Batalla de Poiteirs entre cristianos y musulmanes, supuestamente ganada por los primeros porque el Caudillo Carlos Martel portaba la Lanza Longinos |
Santa Lanza o “Lanza Longinos” fue el
arma que atravesó a Cristo una vez hubo fallecido en la Cruz. Muchas
leyendas nacieron a partir de entonces con esta lanza, asegurando que
quién la poseyera tendría el poder de levantar imperios. Aunque algo así
despertaría los apetitos de muchos conquistadores, también albergaba
una maldición, augurando que aquel que perdiese la lanza encontraría una
muerte segura.
1ª Leyenda:
Los primeros datos conocidos de la Santa Lanza se remontan al llegar a las manos del comandante tebano San Mauricio alrededor del siglo III o IV d.C, aunque apenas se sabe nada de su relación. Realmente el primer personaje importante en poseer la Lanza Longinos fue el Emperador Constantino de Roma, que sostuvo la pieza como talismán en la Batalla del Puente Milvio justo en el momento en que se apareció la cruz cristiana sobre el cielo, obligando su líder a pintarla en los escudos de sus tropas antes de la inminente victoria.
Los primeros datos conocidos de la Santa Lanza se remontan al llegar a las manos del comandante tebano San Mauricio alrededor del siglo III o IV d.C, aunque apenas se sabe nada de su relación. Realmente el primer personaje importante en poseer la Lanza Longinos fue el Emperador Constantino de Roma, que sostuvo la pieza como talismán en la Batalla del Puente Milvio justo en el momento en que se apareció la cruz cristiana sobre el cielo, obligando su líder a pintarla en los escudos de sus tropas antes de la inminente victoria.
A
continuación el caudillo franco Carlos Martel portó la Santa Lanza en la
Batalla de Poiteirs en el año 732, donde los cristianos consiguieron
uno de sus primeros triunfos militares contra los invasores musulmanes.
Carlomagno se hizo con el objeto en el siglo IX, llevando consigo la
lanza a lo largo de 47 campañas y triunfando en todas ellas
victoriosamente; pero como decía el mito acabó víctima de la leyenda,
pues tras perder la lanza al dejarla caer accidentalmente en
Aix-la-Chapelle, murió en el año 814. La Santa Lanza esta vez pasó a
Heinrich el Cazador o Enrique el Pajarero, fundador de la Casa de
Sajonia; reliquia que perteneció durante cinco generaciones a dicha
família hasta llegar a los Hohenstauffen de Suabia. Federico Barbarroja
se apropió entonces de la Lanza Longinos que le proporcionó la victoria
en la conquista de Italia y en la abdicación del Papa, algo que le
facilitó el formar un gran imperio; sin embargo cometió el mismo error
que Carlomagno, pues la lanza se le cayó en 1190 mientras vadeaba el Río
Cidno en Asia Menor, precisamente perdiendo la vida allí mismo al
perecer ahogado.
2ª Leyenda:
Inicialmente la Santa Lanza fue
descubierta en Antioquía (Turquía) durante el año 1098 en la Primera
Cruzada a Tierra Santa. La leyenda cuenta que los cruzados quedaron
cercados en la ciudad por tropas sarracenas con imposibilidad de
escapar. Después de estar tres semanas resistiendo sin comida ni agua,
comprendieron que sólo les quedaba la opción de rendirse y morir
cautivos o aguantar hasta el final. Inesperadamente entonces, un
campesino llamado Pedro Bartolomé, tuvo una visión milagrosa de San
Andrés indicándole donde se encontraba la Santa Lanza. El campesino
acompañado por tropas entró en la iglesia de San Pedro y juntos
excavaron en el lugar señalado. Asombrosamente allí encontraron una
lanza mohosa que identificaron como el arma que atravesó a Jesucristo.
Sorprendentemente los cruzados enarbolando la Lanza Longinos rompieron
el cerco y vencieron a los sarracenos.
La Lanza Longinos y la II Guerra Mundial
Cuando Adolf Hitler era un joven pintor
vendedor de postales que vagabundeaba por Viena, se fijó por primera vez
en la Lanza Longinos en 1909 durante una visita al el Museo Hofburg. La
lanza pertenecía en aquellos momentos a la Casa de los Habsburgo, es
decir, la monarquía de Austria liderada por Francisco José I. Desde
entonces y muy frecuentemente el joven Adolf Hitler empezó a visitar el
museo, quedándose horas embelesado mirando aquella lanza.
El sueño de Hitler de poseer la lanza se
hizo realidad cuando en 1938 el Tercer Reich se anexionó Austria.
Entonces el Führer ordenó trasladar la Lanza Longinos a Alemania. La
Santa Laza fue colocada en el Museo de la Guerra de Nuremberg, aunque
poco después se la instaló en la Cripta de Santa Calina, lugar
tradicional de las batallas clásicas protagonizadas por los Maestros
Cantores de Nuremberg en la Edad Media. La Lanza Longinos fue puesta
bajo custodia de un grupo selecto de hombres armados de las SS al mando
del doctor Ernst Kaltenbrunner, cuyo elevado rango era el jefe de la
seguridad alemana. Únicamente la entrada a la Cripta de Santa Catalina
estaba permitida a la Sociedad Thule que se había incorporado a la
Oficina de Ocultismo SS del Reichsführer de las SS, Heinrich Himmler,
siendo uno de los invitados de honor al recinto el doctor y astrólogo
Karl Haushofer.
Sin dudarlo Hitler inició el uso de la
lanza para formar su imperio en la Segunda Guerra Mundial. Bajo el
ambicioso plan de tener bajo su órbita e influencia a todas las naciones
el mundo, Alemania invadió Francia, Polonia, Checoslovaquia, Noruega,
Dinamarca, Bélgica, Holanda, Grecia, Yugoslavia, Ucrania, Letonia,
Lituania, Estonia, Luxemburgo, Bielorrúsia, Egipto y Rusia Occidental,
entre otros. Según la leyenda, sin la Lanza Longinos esto no hubiera
sido posible.
Pero como era tradición Hitler acabó
igual que sus antecesores Carlomagno o Federico Barbarroja. El 13 de
Octubre de 1944 aviones norteamericanos bombardearon duramente la ciudad
de Nuremberg, destruyendo una bomba ese día parte de la cripta donde se
hallaba la Lanza Longinos. Hitler ordenó que la lanza fuera trasladada a
los sótanos de una escuela en Panier Platz. Durante el traslado el 30
de Marzo de 1945, los soldados alemanes confundieron la espada de San
Mauricio con la Santa Lanza, por lo cual la reliquia no fue evacuada.
Mientras tanto el III Ejército de Estados Unidos al mando del general
George Patton había rodeado la ciudad de Nuremberg, conquistándola los
americanos el 20 de Abril. La Compañía C del 3º Regimiento liderada por
el teniente William Horn se le encargó la sagrada misión, por orden de
Patton, de encontrar la Lanza Longinos en Nuremberg. Para confundir a la
Compañía C los alemanes manifestaron que la reliquia había sido lanzada
al Río Zell en Salzburgo, sin embargo el 30 de Abril de 1945, el
teniente Horn entró en la Cripta de Santa Catalina y encontró la Lanza
Longinos en un lecho de terciopelo rojo. Asombrosamente el mismo día de
la pérdida de la lanza, Adolf Hitler se suicidó en su búnker de Berlín
ante el cerco de las tropas soviéticas, cumpliéndose de ese modo la
profecía.
Cuando el devoto católico general Patton
se hizo con la Lanza Longinos, aquel fue el instante en que salió a luz
el conocimiento de la bomba atómica que daría el poder total a los
Estados Unidos, volviéndose de nuevo la leyenda en realidad a favor de
los norteamericanos. Precisamente aquel año se lanzaron las bombas
atómicas en Japón sobre Hiroshima y Nagasaki que dieron la victoria
absoluta en la Segunda Guerra Mundial a Estados Unidos. Al comenzar la
postguerra, la Austria independizada pidió al nuevo gobierno provisional
de Alemania el retorno de la Lanza Longinos, pero los alemanes se
negaron. Dwith Eisenhower, comandante en jefe de las fuerzas de
ocupación en Europa, zanjó la cuestión obligando a Alemania a devolver
la Santa Lanza a sus antiguos dueños. Con la incorporación de la Lanza
Longinos de nuevo al Museo Hofburg de Viena, Patton se quedó sin poder
disfrutar más de la sagrada reliquia, muriendo poco después en un
accidente de coche. Aquella fue la última vez que se cumplió la
maldición oscura de la lanza que atravesó a Cristo.
Décadas después de la Segunda Guerra
Mundial, la Lanza Longinos se quedó en el Museo Hofburg de Viena en el
mismo sitio donde Hitler la vió de joven por primera vez, estando a la
espera de ser su poder utilizado para cobrarse la siguiente víctima.
Bibliografía:
Jesús Callejo, Hitler y la Lanza de Longinos, Más Allá Monográfico (2001), p.62-65
Tomado de: -http://www.eurasia1945.com/varios/mistica-e-investigacion/la-lanza-longinos-de-hitler/
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