El manuscrito Grand Lodge No.1 data de 1583, cronológicamente entre
los británicos sigue al Regius y al Cooke. Como demuestra el estudio de
su lengua, el Regius y el Cooke eran textos emanados de logias de las
regiones de Gloucester y Oxford. Este parece ser un texto emanado de la
Logia de York, a la que menciona. La Logia de los masones de York
comenzó probablemente a existir con el inicio de la construcción de la
catedral, es decir, hacia 1220.
I.- Que la fuerza del Padre del cielo y la sabiduría del Hijo
glorioso por la gracia y la bondad del Espíritu Santo, que son tres
personas y un solo Dios, estén con nosotros en nuestras empresas y nos
otorguen así la gracia de gobernarnos aquí abajo en nuestra vida de
manera que podamos alcanzar su beatitud, que jamás tendrá fin. Amén .
II.- Buenos hermanos y compañeros, nuestra intención es deciros cómo y
de qué sabia manera este excelente oficio de masonería ha comenzado, y
después de ello cómo fue conservado por excelentes reyes y príncipes,
así como por muchos otros hombres notables. Es por ello que impondremos a
quienes aquí están los deberes que todo verdadero masón debe respetar.
Con toda la buena fe, y con mucho cuidado, es algo excelente guardar
estos deberes, pues es un oficio excelente y una curiosa ciencia.
III.- Hay siete artes liberales, y entre las siete este oficio es una
de ellas, y los nombres de las siete artes son los siguientes . La
primera es la gramática : ella enseña al hombre a hablar y a escribir
correctamente. La segunda es la teórica, que enseña al hombre a bien
hablar en términos sutiles. La tercera es la dialéctica, que enseña al
hombre a distinguir o a reconocer la verdad del error. La cuarta es la
aritmética, que enseña al hombre a calcular y a contar toda clase de
números. La quinta es la geometría, que enseña al hombre la
determinación y la medida de la tierra y de todas las cosas, ciencia a
la que se llama masonería. El arte sexto se llama música : es el que
enseña al hombre del oficio el canto vocal, así como a tocar el órgano,
el arpa o la trompeta. Y el arte séptimo se llama astronomía : es el que
enseña al hombre a conocer el trayecto del sol, de la luna y de las
estrellas.
IV.- Éstas son las siete artes liberales ; estas siete se basan todas
en un arte que es la geometría. El hombre puede probar que todas las
artes del mundo se fundan en la geometría. Pues la geometría ha enseñado
al hombre la medida, la ponderación y los pesos de toda clase de cosas
sobre la tierra. Por otra parte, no hay ningún hombre que haya
desarrollado cualquier oficio sin obrar con ayuda de alguna medida o
instrumento de medida ; y tampoco ningún hombre que haya comprado o
vendido sin medir ni pesar, y todo ello es geometría. Estos
comerciantes, estos artesanos, y también las siete artes y en particular
el labrador, el comerciante especializado en toda clase de granos y de
semillas, el vendimiador y el horticultor ( que trabaja ) el campo. Ni
la gramática ni la aritmética ni la astronomía ni ninguna de las otras
artes permiten al hombre encontrar una medición o una medida, excepto la
geometría. Por ello pensamos que el arte de geometría es el más
excelente que encontrarse pueda, comparado con cualquier otro.
V.- Cómo comenzó primero este arte excelente es lo que os voy a
decir. Antes del diluvio de Noé había un hombre que se llamaba Lamech,
así como se encuentra escrito en la Biblia, en el capítulo cuarto del
Génesis. Este Lamech tenía dos esposas, una se llamaba Ada y la otra
Sella. De su primera esposa Ada tuvo dos hijos, uno llamado Jabel y el
otro Jubal. De la otra esposa, Sella, tubo un hijo una hija. Estos
cuatro niños inventaron todos los oficios que hay en el mundo. El hijo
mayor, Jabel, fundó el oficio de geometría dividiendo los rebaños y los
terrenos en los campos , y fue el primero que construyó una casa de
piedra y de madera, así como se halla mencionado en dicho capítulo. Su
hermano Jubal fundó el oficio de músico, el canto vocal ( e instrumental
) , sea con el arpa o con el órgano. El tercer hermano, Tubalcaín,
fundó el oficio de herrero, ( que trabaja ) el oro, la plata, el cobre,
el hierro, y el acero. En cuanto a la hija, fundó el oficio del tejido.
VI.- Estos niños sabían que Dios se vengaría del pecado, sea por el
fuego o por el agua. Por ello, escribieron los conocimientos que habían
hallado en dos pilares de piedra de manera que se los pudiera encontrar
después del diluvio de Noé. Una de las piedras era de mármol, a fin de
que resistiera al fuego ; y la otra piedra era de lo que se llama
ladrillo, a fin de que resistiera al agua.
VII.- Nuestra intención es deciros verdaderamente cómo y de qué
manera estas piedras fueron encontradas, así como los conocimientos que
estaban escritos sobre ellas. El gran Hermarines, que era el hijo de
Cube, que era hijo de Sem (5), el hijo de Noé ( ese mismo Hermarines fue
llamado más tarde Hermes, el padre de la sabiduría ) encontró uno de
los dos pilares de piedra y los conocimientos escritos en él y los
enseñó a los demás hombres.
VIII.- Durante la construcción de la torre de Babilonia, se hacía
mucha masonería. El rey de Babilonia, que se llamaba Nemrod, era él
mismo masón y amaba el oficio, como dice entre otros el maestro de las
historias.
Cuando la ciudad de Nínive y las otras ciudades del este fueron
construidas, Nemrod, el rey de Babilonia, envió allí… masones a petición
del rey de Nínive, su primo. Y cuando los envió , partir de ese día les
dio el deber así concebido : (a saber ) que deberían ser veraces uno
con otro ; y que deberían servir a su señor de acuerdo con su salario,
de manera que su maestro pudiera obtener respeto y todo lo que le venga.
Les dio muchos otros deberes ; y fue la primera vez que todo masón tuvo
un deber en su oficio.
IX.- Además, cuando Abraham y su esposa Sara llegaron a Egipto, habló
de las siete artes a los egipcios. Tuvo un alumno excelente que se
llamaba Euclides, que aprendió muy bien y que fue maestro en todas las
siete artes. En su época ocurrió que los señores y los Estados de su
reino engendraron numerosos hijos, bien de sus esposas, bien de otras
damas del reino, pues este país es caluroso y fértil ( en cuanto a ) la
reproducción. No habían encontrado para sus hijos una manera válida de
ganarse la vida, por lo cual tenían gran tristeza. Cuando el rey del
país reunió en gran consejo al parlamento, a fin de saber cómo podrían
hacer de sus hijos honestos gentiles hombres, no encontraron ningún
medio válido. Entonces ellos ( hicieron proclamar ) a través de todo el
reino que si había un hombre capaz de informarles, debería llegarse
hasta ellos y sería recompensado de su viaje de modo que se placiera con
ellos.
X.- Cuando fue hecha esta proclamación, llegó entonces el excelente
clérigo Euclides , quien dijo al rey y a todos sus grandes señores : Si
tomo bajo mi mando a vuestros hijos… yo les enseñaré una de las siete
artes, gracias a la cual podrán vivir honestamente, como hacen los
gentiles hombres ; a condición de que me den el poder de dirigirles
conforme a las reglas del arte.
El rey y todo su consejo estuvieron de acuerdo al instante, y
sellaron este pacto. Entonces este excelente (clérigo ) tomó con él a
los hijos de los señores y les enseñó el arte de geometría por la
práctica, ( es decir ) a construir en piedra toda clase de las
excelentes obras que se encuentran en la construcción de iglesias, de
templos, de castillos, de torres, de casas y de todas las demás clases
de construcciones.
XI.- Les dio un deber así concebido. El primer ( punto ) era que
debían ser fieles al rey y al señor al que sirven. Que deberían amarse
mutuamente, y ser sinceros el uno con el otro.
Que deberían llamarse uno al otro compañero, o hermano, y no
servidor, ni criado, ni con cualquier otro nombre vil. Que deberían
merecer verdaderamente el salario que les pagara el señor o al maestro
al que sirvieran. Que ordenarían al más sabio de entre ellos que fuera
maestro de obras, pero que ni por sentimiento, ni a causa de su linaje o
riqueza, ni por hacer un favor, instalarían a otro, dotado de poca
destreza, para ser maestro de la obra ( mandada ) por un señor, pues
este señor sería mal servido y ellos serían castigados. De manera que
deberían llamar al director de los trabajos maestro durante el tiempo
que con él trabajaran. Y muchos otros deberes de los que sería demasiado
largo hablar. Con respecto a todos estos deberes les hizo prestar el
juramento solemne que estaba en uso entre los hombres de esos tiempos.
Les atribuyó un salario razonable, de modo que pudieran vivir
honestamente. También les ordenó reunirse una vez al año en asamblea ,a
fin de que pudieran trabajar mejor y servir así tanto al interés de su
señor como a su propia honorabilidad. Y corregir ellos mismos a quien
hubiera ofendido el oficio.
De esta manera, el oficio fue establecido aquí. Y el excelente
Euclides le dio el nombre de geometría , pues así es como ahora se llama
en todos los países a la masonería.
XII.- Mucho tiempo después, cuando los hijos de Israel penetraron en
la tierra prometida, a la que a partir de ahora llamaremos el país de
Jerusalén, el rey David comenzó ( a construir ) el templo que se llama
templo del señor , y que entre nosotros llamamos templo de Jerusalén.
Este mismo rey David, amaba a los masones , y los quería mucho, y les
dio un buen salario. Les dio también los deberes y costumbres que había
aprendido en Egipto, aquellos dados por Euclides, así como muchos otros
deberes de los que más adelante oiréis hablar. Tras la muerte del rey
David, Salomón, su hijo, acabó el templo que su padre había comenzado.
Mandó a buscar a masones en distintas regiones y países, y los reunió a
todos cuando hubo 80.000 obreros talladores de piedra, y todos fueron
llamados masones. Escogió a 3.000 de entre ellos, que fueron ordenados
maestros y directores de esta obra.
XIII.- Además hubo un rey de otra región a quien los hombres llamaban
Hiram. Amaba bien al rey Salomón y le dio madera de construcción para
su obra. Tenía un hijo que se llamaba Aynon (6) ; era maestro en
geometría, fue el principal maestro de todos estos masones, y también de
todos los grabadores y escultores, y de todo otro género de masones
asociados al templo. Hay un testimonio de ello en la Biblia, en el
cuarto libro de los Reyes, en el capítulo tercero. Este mismo Salomón
confirmó a la vez los deberes y las costumbres que su padre había dado a
los masones. Es así como este excelente oficio de masonería fue
confirmado en la región de Jerusalén y en muchos otros reinos.
XIV.- Artesanos curiosos recorrieron grandes distancias en diversos
países, sea para aprender más destreza en su oficio, sea para enseñar a
quienes poseían poca habilidad. Ocurrió entonces que hubo un curioso
masón de nombre Naymus Grecus (7) , que había estado en la construcción
del templo de Salomón. Llegó a Francia y allí enseñó el arte de la
masonería a los hombres de Francia. Hubo alguien del linaje real de
Francia que tenía por nombre Charles Martel (8) .Era un hombre que amaba
mucho el oficio, se juntó con ese Naymus Grecus, aprendió de él el
oficio y se encargó de los deberes y de las costumbres. Después de esto,
por la gracia de Dios, fue elegido para ser rey de Francia.
Cuando fue investido de tal estado, cogió a los masones y les ayudó a
hacer masones de los hombres que no lo eran, y les puso a trabajar, y
les dio a la vez los deberes y las costumbres, así como un buen salario,
tal como había aprendido de otros masones. Confirmó su carta de año en
año, ( les permitió ) tener su asamblea donde quisieran, y les quiso
mucho. Es así como llegó a Francia el oficio.
XV.- Inglaterra, durante todo este período, ignoró todo deber de
masonería hasta el tiempo de san Albano (9) . En su tiempo, el rey de
Inglaterra, que era un pagano, construyó la ciudad que se llama Saint
Albans (10) . San Albano era un excelente caballero y el intendente de
la casa del rey ; detentaba el gobierno del reino y los muros de la
ciudad. Amaba a los masones y les quería mucho. Hizo que se les pagara
con gran justicia, según la costumbre del reino, pues les dio 2 chelines
y 6 peniques por semana, más 3 peniques para animarles. Antes de este
tiempo, en todo el país, un masón no recibía más que un penique por día y
la comida, hasta que san Albano corrigió esto. Les dio una carta real,
les aconsejó tener un concilio general y que se le diera el nombre de
asamblea. Él mismo acudió a ella, y les ayudó a formar masones, y les
dio deberes de los que muy pronto oiréis hablar.
XVI.- Después de la muerte de san Albano se produjeron guerras entre
Inglaterra y otros países, así que la buena regla de masonería se perdió
hasta la época del rey Athelstan (11), que fue un excelente rey de
Inglaterra. En todo este país aportó reposo y paz , y construyó muchas
grandes obras : abadías, torres y muchos otros edificios. Amaba mucho a
los masones, y tuvo un hijo de nombre Edwin (12) que amaba a los masones
aún más que su padre. Fue un gran practicante de la geometría, y se
reunía y hablaba mucho con los masones para aprender de ellos el oficio.
Después, a causa del amor que tenía por los masones y por el oficio,
fue hecho masón. Obtuvo de su padre el rey una carta y un consejo, que
era el de tener cada año una asamblea allí donde quisieran en el reino
de Inglaterra, a fin de que ellos mismos corrigieran las faltas y los
abusos hechos en el oficio. Él mismo convocó una asamblea en York ; hizo
allí masones, les dio deberes, les enseñó las costumbres, les ordenó
guardar siempre la regla. Les otorgó la carta y el consejo, y les hizo
una ordenanza que debía ser renovada de rey en rey .
XVII.- Cuando la asamblea estuvo reunida al completo, hizo una
proclamación según la cual todos los masones jóvenes y viejos que
poseyeran un escrito o luces sobre los deberes y costumbres que habían
estado antaño en vigor en este país o en otro debían a partir de
entonces aportarlos y mostrarlos.
Cuando esto tuvo lugar, se encontraron testimonios en francés, otros
en griego (13) , otros en inglés cómo había sido creado el oficio.
Propuso y él mismo ordenó que se leería en silencio o en voz alta cuando
se hiciera un masón, a fin de comunicarle su deber . A partir de este
día, y hasta hoy, las costumbres de los masones han sido conservadas en
la medida en que los hombres podían imponerlas tal como eran. Además, en
diversas asambleas se concibieron y promulgaron otros deberes para el
mejor consejo de maestros y compañeros.
XVIII.- Entonces uno de los más antiguos sostiene el libro, y aquel o
aquellos ( a quienes se recibe ) apoya su mano sobre el libro, y deben
leerse los preceptos.
Todo hombre que es masón observa con gran cuidado estos deberes. Si
un hombre se considera a sí mismo culpable en cuanto a uno de estos
deberes, se corrige a sí mismo ante Dios. En particular, aquellos que
están encargados de responsabilidades tienen cuidado de poder guardar
estos deberes con gran exactitud , ya que es un gran peligro para un
hombre jugar sobre un libro.
XIX.- El primer deber es éste : que seréis hombres leales a Dios y a
la santa Iglesia ; y que no caeréis en el error ni en la herejía , sea
por vuestro juicio, sea por vuestras acciones, sino que seréis hombres
discretos y sabios en todo.
Además, que seréis verdaderos hombres fieles al rey de Inglaterra,
sin traición ni falsedad ; y que no cometeréis traición ni trampa, y
que, a menos de corregiros en privado si podéis , advertiréis al rey o a
su consejo.
Además que seguiréis todos los consejos de vuestros compañeros con
lealtad, sea en logia o en la cámara, así como todos los demás consejos
que deberían ser guardados con respecto a la masonería.
Además, que ningún masón será un ladrón, a partir de este día y durante tanto tiempo como pueda comprenderlo o ser advertido .
Además, que cada uno será sincero con el otro , así como con el señor
o el maestro al que sirváis, y velaréis lealmente por su interés y su
beneficio.
Además, que llamaréis a los masones compañeros o hermanos, y no con otras denominaciones viles.
Además, que no abusaréis de la esposa de vuestro hermano como
bribones, ni desearéis de manera impía a su hija ni a su sirvienta, y no
atraeréis hacia el la vergüenza.
Además que pagaréis lealmente vuestra comida y vuestra bebida allá donde vayáis a comer.
Además, que no cometeréis ninguna atrocidad en el lugar donde estéis alojados, pues el oficio podría ser calumniado.
XX.- Éstos son los deberes generales que toca guardar a todo masón
sincero, incluidos los maestros y compañeros. Voy a enunciar otros
deberes, éstos particulares, (reservados) a los maestros y compañeros.
En primer lugar, que ningún maestro o compañero tomará para sí el
trabajo de un señor, ni el trabajo de otro hombre, a menos de que se
sepa capaz y suficientemente hábil para acabarlo, de manera que el
oficio no sea calumniado ni deshonrado, sino que el señor pueda ser bien
y fielmente servido .
Igualmente, que ningún maestro se encargará de un trabajo a menos de
hacerlo con razón, de manera que el señor pueda ser bien servido,
conforme a lo que se le debe, y que el maestro pueda vivir honestamente y
pagar a sus compañeros el salario que les corresponde, como es
costumbre.
Igualmente, que ningún maestro o compañero suplantará a otro en su
trabajo ; es decir, que si ha tomado un trabajo, o si es el maestro de
obra de un señor, no abandonará su obra salvo en el caso de que sea
incapaz de conducirla a buen fin.
Igualmente, que ningún maestro o compañero tomará aprendiz por una
duración inferior a siete años. Además, el aprendiz debe estar en
posesión de sus medios naturales, es decir nacido libre, y físicamente
íntegro, como todo hombre debiera serlo.
Igualmente, que ningún maestro o compañero tendrá autorización para
hacer masones sin el acuerdo y el parecer de sus compañeros. Será
contratado por un tiempo no inferior a seis o siete años. Y aquel que
será hecho masón debe estar en posesión de todas sus facultades a todos
los niveles, es decir, ser nacido libre, de buena familia, honrado, y no
siervo. Debe tener también los miembros íntegros, como todo hombre
debiera tenerlos.
Igualmente, que ningún masón tomará aprendiz a menos de tener
suficientes ocupaciones que darle, y de tener trabajo para tres o al
menos dos compañeros.
Igualmente, que ningún maestro o compañero tomará parte en el trabajo de un hombre que esté ausente a causa de un viaje.
Igualmente, que todo maestro dará su paga a sus compañeros según lo
merezcan, de manera que no sea defraudado por los malos obreros.
Igualmente, que ningún maestro calumniará a otro a sus espaldas, a
fin de hacerle perder su buena reputación o sus bienes temporales.
Igualmente, que ningún compañero , sea en la logia o fuera de ella,
responderá mal a otro de manera impía o haciéndole reproches, salvo si
es por una causa razonable.
Igualmente, que todo masón saludará a su superior, y le mostrará respeto.
Igualmente, que ningún masón se acostumbrará a los juegos de azar, o a
los dados o a otros juegos desleales, pues el oficio podría ser
calumniado.
Igualmente, que ningún masón se dará a los excesos o a la impudicia, pues el oficio podría ser calumniado.
Igualmente, que ningún compañero llegará a la ciudad de noche cerrada
para ir a una logia de compañeros si no va acompañado por otro. Esto
dará testimonio en su favor si se le viera en lugares deshonestos.
Igualmente, que todo maestro o compañero se llegará a la asamblea si
está se celebra a 50 millas, si ha sido avisado, o si ha cometido un
abuso perjudicial al oficio, así como para recibir lo que los maestros y
compañeros deben concederle.
Igualmente, que todo maestro o compañero que haya cometido una falta
en el oficio acatará la sanción de los maestros y compañeros, y éstos se
pondrán de acuerdo si pueden ; pero si no pueden ponerse de acuerdo, se
recurrirá a la justicia pública.
Igualmente, que todo maestro fabricará molde, escuadra ni regla a fin
de establecer los cimientos ; y no deberá tampoco poner un pavimento ,
sea en la logia o fuera de ella, con objeto de tallar así piedras no
escuadras.
Igualmente, que todo masón recibirá y querrá a los compañeros
extranjeros que arriben a la región, y les dará trabajo como es
costumbre, es decir, que les pondrán en su sitio las piedras talladas ;
de lo contrario, le dará el suficiente dinero para que puedan acercarse a
la logia más cercana.
Igualmente, que todo masón servirá fielmente al señor a cambio de su
salario. Y todo maestro conducirá lealmente a buen fin su obra, sea a
destajo o de viaje, si tiene vuestras órdenes y todo lo que sus
(obreros) deberían tener.
Estos deberes que os acabamos de repetir, y todo lo que pertenece
además a los masones, los guardaréis, y que Dios os ayude y os
santifique por este libro que tenéis en las manos, en la medida de
vuestros medios.
Amén
Fuente: http://gle.org/manuscrito-grand-lodge-no-1-1583-e-v/
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