Miranda fue, desde marzo de 1811, el jefe indiscutido de la Sociedad Patriótica
de Caracas y a él se debe fundamentalmente la independencia de Venezuela.
Miranda será el promotor de la independencia de Hispanoamérica, comenzada en
Caracas el 5 de julio de 1811 y, luego, repetida en otras capitales de la
América española. Miranda, el combatiente en tres continentes, es el maestro de
la libertad y del americanismo, el primero que tiene una concepción unitaria e
integradora de Hispanoamérica y el primero que habla en nombre de América.
Miranda vio a Hispanoamérica como una sola nación y es acaso uno de sus aportes
más notables y permanentes al proyecto de unidad de nuestros pueblos. “Unidad,
Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa” dirá Bolívar en su Discurso de
Angostura, el 15 de febrero de 1819. Una visión unitaria de América.
La Gran Reunión Americana.
En 1798, a los 48 años, Miranda funda la Gran Reunión Americana, organización
ideológica y política de la lucha emancipadora. Inglaterra estaba gobernada por
el Rey Jorge III y el Primer Ministro William Pitt, forjador de las coaliciones
en contra de Francia. En su casa de Grafton Street N º 27, que Miranda adquirió
en 1802 -ahora N º 58 Grafton Way, en el barrio de Bloomsbury, en Londres-,
estuvo la primera representación diplomática de América en Europa, la vanguardia
de la revolución continental, el lugar donde Bello inició el estudio del griego
y de los clásicos del Derecho Internacional y donde, con Luis López Méndez, se
reclutaron los legionarios europeos que vinieron a la independencia de América.
(Bello falleció en Santiago, a los 84 años, en 1865; y López Méndez falleció,
también en Chile, en Casablanca, cerca de la capital, a los 83 años, en 1841).
1798 es, también, el año en que Miranda crea el nombre de Colombia. Por su casa
--"el punto fijo para la independencia y libertades del continente colombiano"
como él mismo la llamaba-- pasaron, frente a los bustos de Sócrates, Homero y
Apolo, situados en su sala principal, los apóstoles de la Revolución Americana,
los mismos que lucharon por integrar y dar voz y dignidad a sus pueblos.
De Venezuela figuran Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez, quienes
llegan a Londres, en 1810, a la casa de Miranda, enviados por la Junta Suprema
de Caracas. De Argentina: José de San Martín, José MaríaZapiola, Carlos María de
Alvear, Bernardo Monteagudo, Mariano Moreno y Juan Martín de Pueyrredón. De
Chile: Bernardo O' Higgins, José Miguel Carrera, José Cortés de Madariaga,
Manuel José de Salas, Juan Antonio de Rosas, Gregorio Argomedo y Juan Antonio
Rojas. De Ecuador: los quiteños Carlos Montúfar, Vicente Rocafuerte y Juan Pío
de Montúfar. De Perú: Pablo de Olavide y José del Pozo y Sucre. De Colombia
(Granada): Antonio Mariño, Francisco Antonio Zea, José María Vergara y Lozano.
De Italia: Francisco Isnardi. De Honduras: José Cecilio del Valle. De Cuba:
Pedro José Caro. De México: Servando Teresa de Mier.
Expedición con bandera libertaria.
Cuando
todos los ofrecimientos y las palabras se habían desvanecido e Inglaterra
continuaba en su dilatado juego diplomático, Miranda, urgido por acciones que
percibía irrevocables, parte a Estados Unidos, en agosto de 1805, con sus
últimos recursos, a organizar en Nueva York su expedición a Venezuela.Cuando el
2 de febrero de 1806 Miranda parte de Nueva York, en ruta hacia Haití, en su
primera expedición a Venezuela, crea, con tres colores primarios, la bandera
venezolana con el tricolor de la libertad: amarillo, azul y rojo.La bandera
ondea, por primera vez, el 12 de marzo de 1806, en el mástil del bergantín
"Leandro", un barco de 200 toneladas, en la bahía haitiana de Jacmel. De
inmediato fue saludada por el estampido de los 18 cañones del buque.
Las dos expediciones fracasaron, tanto la de Ocumare de la Costa, el 27 de
abril, como la de La Vela de Coro, el 3 de agosto de ese año. La bandera,
inspirada en el pendón incaico, será izada oficialmente más tarde, en la hoy
llamada Plaza Bolívar de Caracas, el 14 de julio de 1811, sostenida por los
jóvenes José María y Prudencio España, hijos del patriota revolucionario José
María España, en el mismo sitio en que éste fue ajusticiado el 8 de mayo de
1799. Actualmente, una Comisión Presidencial y científicos venezolanos,
españoles y franceses están a cargo de la identificación de los restos del
Generalísimo para su pronto traslado a Venezuela y ser depositados en el Panteón
Nacional en Caracas. El propio Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, Hugo Chávez Frías, realizaría a la última guardia de honor.
Homenajes de perpetua memoria.
El gran pintor Arturo Michelena Castillo dejó, entre otras, dos años antes de su
muerte, a los 35 años, una obra notable, "Miranda
en La Carraca" (1896), que se encuentra desde 1976 en la Galería de Arte
Nacional, en Caracas. Es una de las obras clásicas de la pintura venezolana de
todos los tiempos. Miranda está con mirada melancólica, ligeramente tendido
sobre su camastro, con una pierna tocando el piso, apoya su cara con la mano
derecha, esperando quizás otro desenlace que el de la injusticia y la
indolencia. Una luz que penetra en la prisión diagonalmente desde la parte
superior, ilumina la imagen augusta y pensativa del Precursor.
En 1836, 20 años después de su muerte, los franceses grabaron en el Arco de
Triunfo de París, en glorificación de Napoleón, el nombre de Miranda, entre los
generales de la Revolución dignos de perpetua memoria. Su retrato, hecho por
Rouget, figura en la galería de generales revolucionarios del Palacio de
Versalles. En una pequeña colina de Valmy, donde se libró una batalla
fundamental para Francia, cerca de la pequeña Chalons-sur-Marne, se yergue el
monumento de bronce de Miranda en actitud hidalga y de combate. En la Plaza de
América Latina,
cerca de la Puerta de Champerret, en París, se alza, también, otra estatua del
Precursor, de tres metros de altura, obra del escultor Arturo Rus Aguilera.
Napoléon Bonaparte ya había dicho que Miranda "tiene el fuego sagrado en el
alma" y que era “un Quijote, con la diferencia de que no está loco”.
67 años después de su muerte, el 2 de abril de 1883, el Presidente Antonio
Guzmán Blanco dictó un decreto para erigir al Precursor una estatua en bronce en
la plaza del Panteón Nacional. Y 79 años más tarde, Venezuela le erige, en el
propio Panteón Nacional -levantado por el tres veces Presidente Antonio Guzmán
Blanco, en 1875- un cenotafio, decretado por el Presidente Joaquín Crespo
Torres, el 22 de enero de 1895. El cenotafio es obra del gran artista Julio
Roversi. Desde el 18 de diciembre de 1997, un busto heroico de Francisco de
Miranda, que se debe al gran escultor venezolano Ygnacio Mejía, está situado en
el patio central de la Universidad La República, de Chile, donde, al día
siguiente, fue inaugurada una Cátedra en su memoria con la clase magistral que
dictó el ilustre académico venezolano Efraín Subero.
La Cátedra Miranda de Chile, que dirige el propio Rector de la Universidad La
República, de Chile, Prof. Jorge Carvajal Muñoz, miembro, también, de la
Comisión Presidencial del Bicentenario de ese país, se prepara para conmemorar
los 200 años de las primeras expediciones libertarias de Venezuela y enaltecer
el notable espíritu integrador del Precursor. La Municipalidad de Chillán Viejo,
donde nació el Libertador de Chile, don Bernardo O¨Higgins, discípulo de
Miranda, está a la espera de situar, en agosto próximo, un busto suyo como
perpetuo reconocimiento y gratitud al ilustre caraqueño.
El gran historiador chileno Gonzalo Bulnes dice, en “1810 Nacimiento de las
repúblicas americanas”, que el pensamiento visionario de Miranda, blindado
contra todas las decepciones, era un sueño ennoblecido por la libertad para
elevar a la propia humanidad.
Fuente: http://www.logiasoldemiranda204.org/old-www/
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