Juárez fue un francmasón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, y en
el que llegó a obtener el grado Noveno, equivalente al grado 33° del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado, que fue tan ferviente en la práctica masónica que
su nombre se conserva con veneración en todos los ritos, y muchas logias y
cuerpos filosóficos lo han adoptado como un símbolo sagrado.
Los
masones mexicanos celebramos este año 2006 el Bicentenario del Natalicio de uno
de los hombres clave en la historia de México y seguramente un elemento central
del pensamiento humanista y político latinoamericano. Juárez es el adalid de la
República y el emancipador de las conciencias de un pueblo que vivió siglos de
mansedumbre espiritual y religiosa y que derivó en franco fanatismo, alimentado
por la ignorancia y la superstición promovidas por una clase sacerdotal
ambiciosa de riquezas y poder.