Los autores de este trazado, desarrollan algunas
reflexiones sobre una de los más importantes conceptos de la orden masónica, el
concepto del G.’.A.’.D.’.U.’. El “Grande
Arquitecto del Universo “. Particularmente, los autores analizan este concepto simbólico
fundamental de la orden francmasónica bajo la luz de las principales escuelas
filosóficas y teológicas: Desde los Estoicos hasta las más recientes visones
filosóficas y teológicas basada en la actualizaciones de las teóricas
cosmológicas. El rol simbólico de esta compleja idea se puede asumir como una
herramienta en el camino iniciático que también es analizado.
Q.’.H.’. Omar José
Martínez. Traductor
El acrónimo
A L.’.G.’.D.’.G.’.A.’.D.’.U.’., a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo que
destaca sobre la pared del Oriente de los templos masónicos, detrás y sobre el
puesto del Venerable Maestro, a la vista de todos los miembros de la logia,
está para indicar una invocación a aquel ente en el cual todos los francmasones
nos referimos, en el cual prometemos creer y que abarca cada posible
representación personal de la relación con Dios, o mejor, el principio
primogénito y la humanidad.[1]
El concepto del Gran Arquitecto del
Universo puede ser reconducido, al menos en una primera acepción, a un
arquitecto filosófico, de matriz racionalista y de extradición exquisitamente
deísta.[2] Deísmo que también
asumiendo algunos elementos del panteísmo di Baruch Spinoza (Ámsterdam, 1632- La
Haya, Países bajos, 1677) parece reconfirmar una neta externalidad del creador
respecto al universo, objeto de su acto creativo.
De hecho, de un análisis más
profundo, se puede inferir como las preferencias teológicas de la ilustración (iluminismo)
se representan, en realidad, a un Dios fuera del mundo, un “relojero” o
G.’.A.’.D.’.U.’. “externo “, transcendente a lo creado, que no salva pero si
limita a proyectar las diferentes constituyentes del universo.[3]
Tal concepto, reconducible, como
he dicho previamente, tiene una idea deísta, hermética, rosacruciana y
gnóstica, se configura filosóficamente en manera sustancialmente diferente del
G.’.A.’.D.’.U.’. Masónico: un “horizonte de sentido“[4] no teológicamente
polarizada, significado alegórico de un referente propio de cada hombre.
La masonería – asociación del
todo laica- tiene, por principio, tratado de los Estatutos Generales de la
Orden, observando el monoteísmo, la existencia de un principio primogénito, que
adora y respecta bajo el concordado, determinado y preestablecida denominación
de Gran Arquitecto del Universo.
A los francmasones se les
requiere la fe en un Ser Supremo. Esta aceptación incondicionada de un Ser
Superior, en un periodo de raras vocaciones, en donde más se alejan la idea de
la divinidad y/o no se sigue alguna religión porque provocan miedo a perder la
“LIBERTAD “, debe ser absolutamente radicada en el masón. Que debe andar en la
búsqueda de la realización de la propia existencia, del propio arco vital de
sus propias necesidades y deseos, a la enseñanza de la armonía con el mismo,
del equilibrio con el ambiente que lo rodea y la concordia con los otros, con
la familia, los amigos y la sociedad en general.
La creencia y la convicción en un
Ser Superior es, en más, un elemento esencial en la estructura de la masonería,
también de su característica, ya citada anteriormente, de la institución laica,
no confesional y perfectamente humana. Los Landmarks,
puntos de referencias masónicas, los antiguos deberes de la institución masónica,
ligados a las Constituciones Masónicas del 1723 (Piedra milenaria de la Masonería
Universal que debemos siempre mantener escrupulosamente y observar bajo la
tutela de la Obediencia Regular), excluyendo categóricamente que el masón puede
ser un ateo confeso:
[…] Si
ellos entienden correctamente el Arte no será nunca un ateo estúpido ni un
libertino irreligioso […].[5]
Por tanto, el masón no podrá
nunca hacer afirmaciones o atestiguaciones de fundamentalismo ateo, en cuanto,
tales asunciones, constituirían un obstáculo prejuicioso y preconcebido en su
camino de la búsqueda de la verdad iniciática, tanto, y poco más, de cuánto
podría suceder, por el contrario, abrazar una ciega adhesión a cualquier
religión o credo radical y fundamentalista. Serviría, de hecho, a crear una
barrera a la mejor compresión de la propia visión del G.’.A.’.D.’.U.’. que es
una causa y principio de todas las cosas, como sostenido por Giordano Bruno,[6] o motor inmovible que todo
se mueve sin ser movido, como explica la doctrina de Tomas de Aquino,[7] o el viento vital,
universal, Pneuma, alma, como
expresaron los filósofos presocráticos de la antigua Grecia.[8]
El Gran Arquitecto del Universo
es la piedra miliar de la Masoneria Regular y centro de toda actividad mística.
La confirmación de esto, basta solo recordar cómo cada trabajo masónico, cada
Tenida, cada decisión, documento, acto masónico oficial se abre con la formula ritualista:
[…] A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo […]
El Gran Arquitecto del Universo
de los masones, que no es ni cristiano ni israelita ni mahometano ni zoroástrico
ni budista, es un fuerza superior, una esencia simbólica que el iniciado acepta
y reconoce tanto como cumplir, en su nombre y en su gloria, un especial y
personal camino interior en la búsqueda de la verdad. Al masón se le requiere y
precisa de ejercitar su propia fe en el Ser Supremo, Gran Arquitecto del
Universo, por el propio camino de crecimiento espiritual trazado en la
Fraternidad.
El G.’.A.’.D.’.U.’. Es el medio y
el instrumento simbólico indispensable para este camino de crecimiento
espiritual. Esto es el fin de la búsqueda y, en el camino de cumplirlo, debe
ser concebido e interpretado operativamente en la su ejemplo de instrumento simbólico,
imprescindible y esencial para obtener el desbatamiento de la piedra bruta.
Recorriendo en manera sintética,
las principales reflexiones sobre el Ser Supremo que son sugeridas en la
historia de la filosofía y de la teología, podemos tomar como punto la escuela
estoica, para la cual el Ser Supremo, es el Principio Primogénito, volviéndose,
el G.’.A.’.D.’.U.’. es un pensamiento que, en el pensar por sí mismo, piensa y
crea también el Universo, en una unidad indivisible de Espíritu y Materia.[9]
El llamado al G.’.A.’.D.’.U.’.
Viene después, según la formulación teológica negativa que reseña a Plotino
(205-270 d.C.) en el Dios que es aquello
que no es, pero no decimos aquello que es. Decimos de el partiendo de las cosas
que son después de él. [10]
El G.’.A.’.D.’.U.’. En la
filosofía aristotélica, es la única realidad inmaterial que causa el movimiento
del Universo y asegura el Orden Perfecto. El G.’.A.’.D.’.U.’. Es completo,
inmutable, eterno y, por esto, todas las criaturas lo aman a él y se extienden
sobre él, buscando acercarse a él.[11]
Si pasáramos, en fin, a
reflexionar sobre las concepciones filosóficas y científicas contemporáneas,
entonces pareciera deberíamos presentar las siguientes consideraciones. Si
podría de hecho observar cómo, si se asume, a la luz de las ultimas teorías
cosmológicas sobre los multiversos, caóticos o menos que seamos,[12]que nuestro Universo pueda
haber sido generado de la inestabilidad cuántica del vacío y de los campos
inflacionarios o del cordón,[13]preexistentes a los
eventos iniciales constituidos del Universo a nuestra nota, el llamado Bing Bang, [14] entonces no puede venir
menos concepciones deisticas del G.’.A.’.D.’.U.’., concebidas en el sentido de
un Dios creador completamente trascedente respecto al mundo creado. Al Menos
que no se remitido, por ejemplo, a las soluciones en cualquier modo reconducibles
al filón creacionista contemporáneo, como, por ejemplo, aquellas expresadas por
Hans Jonas (Monchengladbach, 1903-New York, 1993), en la cual se hace eco de un
mito hipotético de renuncia divina a la omnipotencia del creador a favor de la
autonomía cósmica y de sus chances (típico,
sin embargo, de una tradición hebraica neo-cabalística).[15]
Pero, al más allá de cualquier
concepción más o menos teológicamente orientada, parece de poder afirmar como
el punto nodal de la concepción del G.’.A.’.D.’.U.’. o, mejor, del “ Principio Primogénito”
al cual reconduce cualquier especulación metafísica, pueda ser individuada al
abrazar o al menos una visión proyectual, al tiempo contingente y finalistica,
contrapuesta a una cosmogenesis determinada al nivel causal y dictada de una
estrechamente ineludible.
Proyectualidad que implica un
proyectista; a parte del Proyecto, o mejor, de lo creado y, del punto de vista
metafísico,, y eso externo y superior. Al menos de no sustituir al Proyecto un
proceso evolutivo que requiera solo un gran número de alternativas, proceso, a
lo más, atrevido de la necesidad.
Me parece, entonces, que el
dilema sobre la naturaleza primigenia del Principio Constituido del Cosmos, del
G.’.A.’.D.’.U.’. Y, en consecuencia, del fundamento de la ética y de la moral
humana, se puede reconducir, en otros términos, en el dualismo: caso versus finalidad, o, símilmente: caso
versus proyectualidad.
Dilema que podría ser resuelto, o
reflexionando sobre el hecho que una proyectualidad en lo creado no mas, por
obvias razones, que ser reconocidas a posteriori, de los sujetos conscientes
fruto, de todos maneras, también de estos, de una cadena de pasos evolutivos
casuales ( el llamado repertorio cosmológico)[16] o preguntándose si el
encontrar una definición del G.’.A.’.D.’.U.’. A través del razonamiento, no se
hace recorrer, en última instancia, en una suerte de paradojas de
indemostrabilidad a lo Godel, dota la naturaleza intrínsecamente metafísica del
objeto de la búsqueda.[17]
A este propósito, queremos solo
recordar como Jacques Arnold, sacerdote católico y físico del CERN, parece
resolver el susodicho dilema a través del recurso de un cuerpo de verdad
revelada transcendente en el plano estrechamente lógico/formal.[18]
Al francmasón, por otro lado, se
le requiere, en general, de vivir en el respeto del “Gran Arquitecto del
Universo”. Y, a este propósito, uno de los Landmarks ( ) de los principios que
constituyen la piedra fundamental del edificio masónico dice:
[…] cada francmasón debe creer en
la existencia de Dios como Gran Arquitecto del Universo […][19]
Por tanto, el requisito fundamental del Francmasón es
una fé en un Ser Supremo, una fé no absolutista ni integralista ni dogmática y
preferiblemente no ligada e independiente de los ritos propios de las grandes
religiones reveladas tradicionalmente. Los masones asumen, entonces, y adoptan
la existencia de un principio común y universal, intenso como bueno, verdad y
razón, al cual hacen referimiento y del cual
traen las coordinaciones para actuar individual y común; en otras
palabras, el propio horizonte de sentido.
Y quien cree en un Ser Superior,
no puede creer en una palingenetica, post-mortem, fusionada con el Principio primogénito,
eterno e inmutable, en aquella que puede ser vista como una forma de
inmortalidad del alma. El alma, para el masón, se eleva al Oriente Eterno para
completar y perfeccionar aquel proceso cognoscitivo que no ha florecido.
La figura lato mística del Gran
Arquitecto del Universo no se manifiesta nunca directamente y en manera directa
y explicita en el mundo contingente, no hace milagros, no tiene nada que
revelar; y de hecho nada revela, tampoco en el campo moral o ético, no tiene
hijos que envía sobre la tierra, no concede penas ni da recompensas temporales
y/o eternas. En una palabra, retomando lo que ya hemos dicho precedentemente el
Gran Arquitecto del Universo no interviene en modo alguno sobre la vida en la
tierra.
El Gran Maestro del Grande
Oriente de Italia, Gustavo Raffi, en su intervención con el título Algunas
reflexiones a propósito del Gran Arquitecto del Universo, en la VI Conferencia
Mundial de la Grandes Logias Masónicas efectuadas en Nueva Delhi en Noviembre
del 2002, ha declarado, en tanto, que:
[…] La masonería no es una
religión; por esta razón nosotros no tenemos un “Dios masónico” ni una “teología
masónica”. El Gran Arquitecto del Universo permanece solo un concepto general y
universal que la Masonería no puede ni debe determinar, porque de ser
inexpresable e indefinible en el contexto de una institución que se pone como
lugar de encuentra para la diversidad.
Esta entidad divina y suprema representa por tanto un concepto central que debe
ser interpretado directamente por cada uno de los hermanos, según su propia
libre consciencia y su fé.[…] El Gran Arquitecto del Universo andaría en
inicio definido como “ El orden del discurso ‘[…][20]
En definitiva el Gran Arquitecto
del Universo es el puente entre la realidad y la irrealidad de nuestras vidas y
es la meta del infinito. Es, llamándole como un imaginario propio de la antigua
escuela Estoica, El Infinito.[21]
El G.’.A.’.D.’.U.’. para el masón,
representa también la verdadera expresión del Universo, simbolizado en el
Templo, cual metáfora del Infinito, de la bóveda Celeste permanece a la vista y
que simbólicamente representa la construcción incompleta de la Obra
Arquitectónica Interior.
Además, la aceptación del
G.’.A.’.D.’.U.’. Hace que los masones asuman la existencia de un principio
común y universal, determinado como bueno, verdad y razón, al cual hace
referimiento y del cual trae las coordenadas para actuar independientemente y
común.[22]
El profano, una vez iniciado en
la masonería, no debe absolutamente abandonar su Dios o sus precedentes
creencias religiosas, al contrario, en el G.’.A.’.D.’.U.’. ellos pueden
encontrar un principio transcendente en el cual ninguna religión, ninguna
visión teológica, ningún Dios particular son negados. Entra, en otros términos,
en una atmosfera sincrética de unión y de acercamiento de diversidad de fé, a
la luz del comportamiento y de la conducta ética de la francmasonería, basadas
sobre la Fraternidad, sobre la Igualdad y sobre la Tolerancia recíproca, puede
aportar grandes beneficios a toda la humanidad.
Cada masón es libre de creer en
el Dios de la religión a la cual pertenezca, identificándolo en el Gran
Arquitecto del Universo, vale decir en el “Creador”, cualquiera que sea la
modalidad de la creación sobre la cual hablen los textos sagrados de las
religiones a cuales se pertenezcan; de este modo, aplicándose bajo el impulso y
el estímulo de la consciencia colectiva de la entera humanidad, podrá laborar
“A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo “.
Para el iniciado, el
G.’.A.’.D.’.U.’. Se convierte, entonces, en un principio regulado, una entidad
simbolica que el masón acepta y en el nombre y a la gloria del cual compromete
su camino iniciático en la búsqueda de la verdad.[23] Del ente
filosófico/teológico viene a asumir, así, también combinación de […]
instrumentos simbólicos indispensable para obtener el desbastamiento de la
piedra bruta, o más bien únicos e necesarios instrumentos para el buscador,
reedescubriendolos a través de la Luz y la Iluminación, la piedra oculta en la
oscuridad tenebroso de la ignorancia de sí mismo […][24]
El Gran Arquitecto del Universo
se vuelve entonces la “brújula “, el referimiento, la motivación, la
argumentación, en otras palabras, el ratio
a priopri.[25]El
ya citado Orden del discurso,[26]sobre el cual se funda la
búsqueda de la verdad llevada a adelante a los iniciados.
Un principio, entonces, atrevido,
de causa también de búsqueda de la “phillia” de la amistad universal que pone
en el “bien” y en su búsqueda el fin de la humanidad y, consiguientemente, del
Orden masónico.
[1] Vd. Gaito, Il Rito Simbólico
Italiano nella Comunione Massonica e di fronte alla societa di oggi, Rivista
Massonica, febbraio 1974. Si veda anche http://www.montesion.it/_montesion/Montesion.htm (ultimo accesso: 15/07/2013).
[2] Movimiento filosofico/religioso nacido en Gran
Bretaña entre el siglo XVII y XVIII y, sucesivamente, difundido en Francia y en
Alemania. Centro Studi Filosofici di Gallarate, Enciclopeia Filosofica,
Istituto per la Collaborazione Culturale, Casa Editrice G.G. Sansoni, Firenze
1957, Vol.1, pp.1453-1446.
[3] Si veda a questo proposito: J.C. Polkinghorne,
The Polkinghorne Reader: Science, Faith, and the Search for Meaning, edito da
Thomas Jay Oord, SPCK and Templeton Foundation Press, Londra. 2010.
[4] G. Raffi, Algunas reflexiones sobre el Gran
Arquitecto del Universo, http://www.grandeoriente.it/allocuzioni/alcune-riflessioni-sul-grande-architetto-delluniverso-2002/alcune-riflessioni-sul-grande-architetto-delluniverso-2002-(1). aspx(ultimoacceso 18/07/2013). P. Gambi, Massoneria: una
nuova primavera. Il Gran Maestro Raffi
racconta, Gangemi Editore, Roma 2008, pp.48-55
[5] Antichi Doveri, Costituzione, Regolamento
dell’Ordine, Edizioni Erasmo s.r.l Roma, 2006, p. VII. Si veda anche: Antichi
Doveri- Esopedia: http://www.esopedia.it/index.php?title=antichi_Doveri(ultimo acceso: 15/07/2013). J. Anderson, Le
Costituzioni di Liberi Muratori, 1723, Bastogi Editrice Italiana, Foggia 1998,
p.88
[6] G.Bruno, La Cena de le Ceneri, in Id.,Dialoghi
fiosofici italiani, a cura e con un saggio introduttivo di M. Ciliberto, Mondadori
( collana: I Meridiani. Classici dello spirito), Milano 2001. Si veda anche:
http:// giordanobruno.filosofia.sns.it/index.php?id=828 (ultimo acceso:
15/07/2013). M. Ciliberto, Giordano Bruno, Il Contributo italiano alla storia
del Pensiero-Filosofia (2012), Treccani.it Enciclopedia italiana. Si veda
anche: http://www.trecani.it/enciclopedia/giordano-bruno_(Il-Contributo-italiano-alla-storia-del-Pensiero:-Filosofia) (ultimo acceso: 15/07/2013).
[7] G.Reale, D.Antiseri ( con la collaborazione di
V. Cicero), Storia della Filosofia dale Origini ad Oggi. Vol. III. Patristica e
Scolastica, Bompiani, Milano 2009, p. 460-462.
[8] U. Nicola, Antologia Illustrada di
Filosofia. Dalle origini all’era moderna, Giunti Gruppo Editoriale, Firenze
2002, pp.15-16
[10] U.Nicol, Idem. Pp.120-128. Si veda anche: G. Morelli, Il Grande Architteto
Dell’Universo, Studi di Simbologia del Rito Simbolico Italiano: www.ritosimbolico.net/studi1/studi1_39.html ( Ultimo accesso 16/07/2013).
[12] A. Linde, Eternally Existing Self-Reproducing
Chaotic Inflationary Universe. Physics Letter B B175: pp.395-400, 1986 e A.
Linde, Chatic Infation in supergravity and cosmic string production, http://arxiv.org/pdf/1303.4435.pdf ( ultimo accesso: 13/06/2013) A.
Linde, Un universe inflazionario che si autoriproduce, in “ Cosmologia “, Le
Scienze quaderni n.117, 2000 e T. Geherls, http://arxiv.org/ftp/arxiv/papers/0707/0707.1030.pdf (utlimo accesso: 09/06/2013).
[13] Previsti dalla piu avanzate teorie
di cosmologia quantistica. Si veda, ad esempio: A. Vilenkin, Many Worlds in One: The Search for the
Other Universes, Hill and Wang, New York 2006.
[14] F. Hoyle, A New Model for the Expanding
Universe. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society 108:372, 1948. Si veda anche: http://
adsabs.harvard.edu/abs/1948MNRAS.108..372H ( ultimo accesso: 08/06/2013)
[15] H. Jonas, Materia, spirit e
creazione. Reperto cosmologico e supposizione cosmogonica, Ed. Morcelliana
s.r.l, Collana Il Pellicano Rosso. Nuova serie, Brescia 2012.
[18] J. Arnould. Dio, la
scimmia e il big bang. ALcune sfide lanciate ai cristiani dalla scienza. Ed. Queriana, Brescia 2001.
[21] G. Reale, D.Antiseri ( con la collaborazione
di V. Cicero), op.cit, Vol. XXX. YYY, p.460-462
[22] Si veda: I Massoni a Treviso, http://massoneriatreviso.blogspot.com/2009/05
oggi-ho-intervistato-un-massone-della.html ( ultimo acceso 18/07/2013)
[23] M. Barresi, Il G.’.A.’.D.’.U.’.,
Agenzia di Stampa Massonica Italiana, 27 giugno 2011, www.agenziamassonica.org/2011/06/il-gadu.html ( ultimo acceso: 18/07/2013).
[24] C.M.S. Il Grande Achitetto Dell’Universo,
http//www.massoneriascozzese.it/cultura_e_societa/Il_Grande_Architetto.pdf (
ultimo accesso : 18/07/2013)
POR:
Q.’. Q.’. H.’. H.’. MASSIMO ANDRETTA (UNIVERSITA DI
BOLOGNA) E IVAN NANNI (MEDICO CIRUJANO)
GRANDE ORIENTE D’ ITALIA
REVISTA MASONICA HIRAM NUMERO 1/2014
ORIENTE DE ITALIA
TRADUCCIÓN
DEL ITALIANO, CORTESÍA: Q.’.H.’. OMAR JOSÉ MARTÍNEZ M.’.M.’. P.’.M.’. GR.21 R.’. A.’. P’. M.’. GR.8
R.’. E.’. A.’..A.’.
MIEMBRO
DE LA BENEMERITA Y RESPETABLE LOGIA CUNA DE AMERICA NO.2
MIEMBRO
DE LA LOGIA EN INSTANICA GUISEPPE GARIBALDI (ITALOHABLANTE)
MIEMBRO
DE HONOR DE LA RESPETABLE LOGIA MOUNT MORIAH NO.52 (ANGLÓFONA)
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