El cero es un número al que no prestamos casi atención pero que tiene una importancia capital en
matemáticas, su utilidad es evidente y sin él, las matemáticas no son
lo que serían y por tanto tampoco la mayoría de las ciencias o la
tecnología.
Los orígenes del cero son inciertos.
Tenemos evidencia del uso del cero en varias civilizaciones, pero casi
todos son parciales, haciendo uso de algunas de sus características,
pero sin llegar a unirlas todas en ese concepto polifacético que es el
cero tal y como lo conocemos hoy en día.
El cero tal y como nosotros lo usamos lo hemos heredado de los árabes,
a través del famoso matemático italiano Fibonacci (Leonardo de Pisa)
que vivió entre los siglos XII y XIII. Por supuesto, ya existía en la
civilización occidental, y en otras como la oriental o algunas
civilizaciones nativas americanas el uso de un símbolo para expresar la
ausencia de cantidad. Pero el cero que Fibonacci importó de los árabes, y
éstos a su vez de los matemáticos de la india, juega también el papel
de elemento neutro de la suma y se inserta en el sistema numérico posicional, que tanto hizo avanzar la matemática.
Los
antiguos egipcios tenían un sistema numérico decimal, pero no era
posicional y los babilonios, pese a tener un sistema posicional, en base
60, no tenían un "verdadero" cero, ya que aunque el espacio (o el
punto) jugaba a veces ese papel, no se usaba solo, ni era distinguible
al final de una cifra (lo que hacía que 12 y 120 fueran distinguibles
sólo por el contexto). Los griegos y romanos se
acercaron más al concepto de "número cero" pero no le dotaban del mismo
estatus que a otros números, siguieron considerándolo una notación para
expresar la nada, la ausencia de cantidad. Del mismo modo se usaba el
cero en la antigua china. Fueron realmente los indios, en el siglo
quinto, quienes pusieron las bases de un sistema de numeración
posicional que realmente incluyera al cero.
Este sistema llegó a Europa a través de la Península Ibérica
y fue introducido en las corrientes principales de la matemática
europea por Fibonacci. En las culturas nativas americanas, ya desde los
olmecas y los mayas, el cero estuvo también presente, de forma similar a
como lo emplearon los antiguos babilonios, como una forma de indicar la
ausencia de cantidad en un sistema numérica posicional.
El cero es muy útil y déjenme aclarar por favor que el cero es par.
Es curioso que en cuando en una gran ciudad europea (que no nombraré)
se decidió que tales días de la semana podían circular los coches cuya
matrícula terminara en un número par, y en otros días los de matrícula
terminada en impar, decidieron que los acabados en cero, circularían
todos los días, porque no supieron decidir si el cero es par o impar. El
anumerismo está instalado en todas las capas de la sociedad...y conviene que nos vayamos deshaciendo de él.
Fuente: http://www.elmundo.es/ciencia/2015/11/13/564498f2ca47415a4e8b4624.html
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