El Juramento de Lealtad a la bandera de Estados Unidos (Pledge of Allegiance)
es un juramento patriótico de lealtad a la nación a través de su
bandera. Se recita al unísono, con la mano derecha sobre el corazón y
ante una bandera americana. Se puede hacer en cualquier evento pero
donde es más común es en las aulas de los colegios y donde, en muchos de
ellos, constituye incluso un ritual que se realiza cada mañana antes de
iniciar las clases. Su origen se remonta a hace 120 años.
En 1892, la revista juvenil The Youth’s Companion creó una
campaña para promover actividades patrióticas en los colegios en
conmemoración del IV Centenario del descubrimiento de América por
Cristóbal Colón que se iba a celebrar ese año. Francis Bellamy,
escritor, pastor bautista, francmasón (miembro de la
Logia nº181 de Little Falls, NY) y pensador político, fue uno de los
encargados de diseñar la propuesta de actividades para hacerla llegar a
la sociedad y a los políticos que podían decretar la realización de
dichas actividades en los colegios públicos.
Así
fue como Bellamy propuso, además de otras actividades, un izado de
bandera dentro de cada aula y que se recitase un juramento patriótico.
Como no existía ninguno él mismo escribió el primer Juramento de
Fidelidad a la Bandera (Pledge of Allegiance), que se publicó por
primera vez el 8 de septiembre de 1892 en la revista The Youth’s Companion,
justo un mes antes del día del Centenario. Bellamy argumentó que para
celebrar el IV Centenario no bastaría solo con un izado de bandera sino
que había que hacer más actividades que, en palabras de Bellamy, debían
ser “más que una lista de ejercicios. El ritual debe
ser preparado con simplicidad y dignidad.” La aceptación de su propuesta
fue tal que el entonces Presidente Benjamin Harrison ordenó que el
juramento fuese recitado en todos los colegios de EEUU para la
conmemoración del Centenario.
La versión original era un poco más corta y sencilla que la actual, y decía así: I pledge allegiance to my Flag and the Republic for which it stands, one nation indivisible, with liberty and justice for all. (Juro lealtad a mi Bandera y la República que representa, una nación indivisible, con libertad y justicia para todos)
Para la parte final del juramento Bellamy tomó en consideración la triple aclamación masónica: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Deshechó rápidamente la de fraternidad por considerar que era un ideal
“de realización demasiado remota”, y eliminó también igualdad alegando
que era un término ambiguo. Sustituyó ambas por justicia, un concepto
que define mejor la igualdad (igualdad ante la ley) y que, junto a la
libertad, crearían un espíritu de fraternidad, en opinión de Bellamy.
Esta versión original sufrió en el tiempo dos modificaciones
importantes. La primera cuando en 1924 se sustituyó “my Flag” por “the
Flag of the United States of America”, para que el gran número de
inmigrantes que vivían en EE.UU. tuviesen claro y explicito que el
juramento de lealtad se hacía a los Estados Unidos de América y no hacia
otra bandera que ellos pudiesen considerar “su bandera” (my flag).
La segunda modificación, más controvertida, es la de 1954 en la que se añadió “under God”
(bajo Dios) a la lista de adjetivos de la nación. Como todas las
referencias oficiales a Dios esto levantó ampollas ante quienes
consideraron que atentaba contra la libertad religiosa recogida en la
Primera Enmienda, pues la libertad religiosa ampara también a los ateos o
a los que no creen en un Dios del tipo judeocristiano.
Este es el texto definitivo y su traducción:
I pledge allegiance to the Flag of the United States of America, and to the republic for which it stands, one Nation under God, indivisible, with liberty and justice for all.
Prometo lealtad a la Bandera de los Estados Unidos de América, y a la república que representa, una Nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos.
Final del saludo Bellamy. |
Al juramento verbal la ha acompañado siempre un saludo a la bandera (flag salute) realizado con la mano. El conocido como “saludo Bellamy” fue el saludo original que el propio autor del Pledge of Allegiancedescribió
junto a la publicación del primer texto del juramento. Este saludo
comenzaba con el clásico saludo militar (mano a la sien) en el instante
que se comenzaba a recitar el juramento, y en el momento en que se decía
la pabara “flag” (bandera) se extendía el brazo, con la palma hacia
abajo, apuntando hacia la bandera, quedando en la postura del saludo
romano hasta el final del juramento. Este gesto es un gesto milenario de
saludo, de paz y de lealtad, a pesar de sus connotaciones posteriores
por el uso que de él hicieron los nazis y fascistas. La mano extendida
aún se usa hoy en día para jurar decir la verdad en los juicios. Pero
además es un gesto vinculado a los juramentos de lealtad masónicos.
Comienzo de saludo Bellamy modificado en su versión civil. |
El saludo Bellamy original se consideró enseguida improcedente para
los civiles al comenzar con un clásico saludo militar, por lo que se
sustituyó ese comienzo por otro que comenzaba con el brazo derecho formando escuadra cruzando el pecho y con la palma de la mano mirando al suelo.
Los que conocen los ritos masónicos rápidamente encontrarán similitudes
con algunos gestos masónicos en esta parte del saludo. La segunda
parte, la del saludo romano hacia la bandera en el momento de decir
“flag” quedó igual. En una foto de 1899 ya vemos a los alumnos
realizando el principio de este nuevo saludo.
Décadas más tarde el fascismo y el nazismo convirtieron una variante
del saludo romano en su seña de identidad, lo que empezó a generar
confusión. Fotos de la época de americanos haciendo el saludo durante el
Pledge of Allegiance fueron usadas para desacreditarles como
partidarios de los nazis. Por ello, en 1942, para evitar malentendidos y
desvincularse del saludo que empezaba ya a ser conocido mundialmente
como saludo fascista o saludo nazi, el Congreso de Estados Unidos
instauró el saludo con la mano sobre el corazón de principio a fin del
juramento. Este saludo es el que perdura hasta nuestros días para ser
realizado por civiles tanto en el juramento a la bandera como cuando
suena el himno nacional.
Como vemos, a pesar de los cambios y modificaciones que sufrió el
saludo a la bandera y el texto del juramento, todas y cada una de las
versiones tienen claras connotaciones masónicas, algo que no debe
sorprendernos puesto que la masonería, especialmente en aquella época,
estaba muy presente en la sociedad americana e influyó muchos de los
rituales y símbolos de la sociedad y la política estadounidense.
Aunque
no solo en Estados Unidos. En América Latina también se tomó el mismo
modelo de saludo para distintas formas de juramentos de lealtad nacional
o de lealtad a la bandera. Desde México hasta Chile encontramos saludos
similares. Es difícil saber si provienen del Pledge of Allegiance
estadounidense o se trata de adaptaciones independientes de influencia
masónica, ya que es sabido que la masonería jugó un papel decisivo en la
cultura política de América Latina.
Fuente: http://www.francmasoneria.org/el-juramento-de-lealtad-a-la-bandera-y-su-posible-origen-masonico/
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