Con frecuencia escuchamos preguntas como estas: ¿qué
es la masonería?, ¿dónde están los masones?, ¿quiénes son?, ¿en qué lugar se
reúnen?, ¿dónde funcionan sus templos o logias?, ¿hay masones actualmente en
Gualeguaychú? Trataremos de responder a estas inquietudes comenzando por
esta última, que es una de las más frecuentes.
Sí, hay masones en Gualeguaychú. Al menos hay hermanos
que se reconocen –recíprocamente– como tales. Más aún, tienen templo en la
ciudad, espacio cerrado denominado también logia, en el que celebran las
distintas tenidas o reuniones de trabajo.
La masonería ha sido considerada como una entidad
misteriosa y se la supone secreta. En realidad, es tan solo discreta. Su origen
se remonta a los siglos XII y XIII cuando los artesanos comenzaron a unirse en
gremios. Esta modalidad fue adoptada principalmente por el gremio de los
albañiles-constructores, que integraban el gran maestro, los compañeros u
oficiales y los aprendices. Los secretos de cada oficio eran guardados
celosamente y juraban no revelarlos jamás, tanto como a los estatutos de la logia.
Como ejemplos se suelen citar los cálculos para construir un campanario o la
proporción de las aleaciones para fabricar una buena espada. Pero antes de
seguir es interesante recurrir a la historia para saber en qué consiste la
masonería. La palabra masón viene del francés maçon (persona hábil que
hace o moldea algo, albañil), y procede de makon, vocablo germánico que
significa “hacer”. De masón deriva masonería, llamada en algunos lugares
francmasonería (de franc, que quiere decir “libre”, y maçon, albañil o
constructor en su sentido más abstracto). Por consiguiente, una traducción
literal sería “constructor libre". Fue en Alemania donde los obreros
de la construcción, obligados a vivir en común para construir edificios
públicos, se constituyeron en asociaciones de ayuda mutua y resolvieron guardar
el secreto de las artes y enseñar el oficio solo a obreros de capacidad y
confianza en los talleres donde conservaban las herramientas. Esta asociación
se formó una vez que se edificó la Catedral de Estrasburgo. La fama de los
masones se extendió y fueron llamados a construir otras catedrales y edificios.
Además, establecieron prácticas secretas que figuraban en la carta de
ordenanza, las que debían ser acatadas por todos los individuos afiliados. La entidad
de masones libres estaba compuesta de maestros, compañeros, y aprendices. Al
entrar a la cofradía se comprometían a “no” revelar jamás las formulas y signos
de la asociación, así como los estatutos y oficios. La sociedad de
constructores de Estrasburgo llevó hasta 1440 el nombre de los Hermanos de San
Juan, por estar dirigidos por monjes y por evocar al santo, y fueron los
primeros en usar el nombre francmasonería. La iniciación. El carácter
iniciático implica que el ingreso se realiza con rituales y ceremonias precisas
que tienen un significado simbólico. Estos consisten en la repetición de
palabras, gestos y movimientos, a través de los cuales se utilizan y transmiten
los símbolos masónicos que enseñan la forma en que pueden ser utilizados en la
vida diaria. Por su parte, el nuevo miembro manifiesta su
“adhesión” a los principios, normas y estatutos masónicos y su firme
decisión de “ponerse en camino” para alcanzar la superación personal. Comienzos
en Gualeguaychú. En el siglo XIX, las ceremonias y los ritos secretos que
celebraban los masones ?-especialmente el juramento de no relevar lo que allí
ocurriera-? crearon, en nuestra ciudad, un halo de misterio y de sospechas que
despertaron desconfianza.1 Esto se fue disipando a medida que se conoció
que la membresía estaba abierta a toda persona honorable y de buenos
antecedentes que quisiera integrarse.2 Bastaba con que creyera en un ser divino
superior (el Gran Arquitecto) y gozara de buenos antecedentes, por lo tanto
admitía a personas de todas las religiones. Facilitó este cambio en la opinión
pública el conocimiento de los nombres de sus integrantes y las obras
filantrópicas que llevaban a cabo.3 Además, podemos afirmar que en el
Gualeguaychú de esa época no existió “secretismo”, puesto que todo se hizo en
forma pública, con anuncios previos a su realización, efectuados por medio de
avisos publicados en los periódicos locales, los que posteriormente comentaban
las distintas “tenidas” y sus ceremonias con diferentes rituales. Las casas o
edificios que utilizaban logias o templos no se ocultaban; en muchos
casos exteriorizaban en sus frentes su condición de tales por los signos
masones que colocaban o hacían construir en la fachada. Baste para ello citar
lo que aún hoy se observa en el edificio que fuera de Operari italiani, calle
Montevideo 132, entre San Martín y Bolívar, en cuyo frontispicio se encuentran
moldeados en la mampostería los signos masónicos. Pero lo cierto es que la
masonería es una sociedad compleja en la que muchos críticos señalan anticristianismo
y ocultismo. El aire de misterio del que ha estado rodeada ha incidido en la
escasez o en la falta de fuentes documentales, todavía de muy difícil acceso.
Quienes se ocupan de su historia ofrecen muy raramente datos comprobables. Por
esto debemos ser muy cautos, ya que mucho de lo escrito proviene de una
compilación de relatos. En lo que respecta a la documentación de los
actos constitutivos de las logias de Gualeguaychú, creemos que se ha perdido,
que no existe. Ha trascendido que se enviaron a Montevideo,4 a la Gran Logia de
Oriente ?de la que Unión y Filantropía fuera una de las fundadoras en 1856?, y
que un incendio, ocurrido el domingo 11 de junio de 1882, destruyó la sede
donde hubo doce personas fallecidas y pérdidas materiales y de documentos.5
Otro motivo de la falta de fuentes es que en nuestra provincia, el martes 6 de
junio de 1944, por orden del interventor nacional de Entre Ríos, teniente
coronel Carlos María Zavalla, las fuerzas policiales invadieron los locales de
todas las logias masónicas que funcionaban, se llevaron la documentación
existente, y pocos días después les quitaron la personería jurídica y ordenaron
que todos los bienes pasaran a poder del Estado provincial. Posteriormente, el
presidente de la Nación, general Farrell, se vio obligado a destituir del cargo
al interventor Zavalla y nombró en su lugar al general José Humberto Sosa
Molina. Por el contrario, existe documentación ?que veremos cuando nos
refiramos en forma más específica a la masonería en Gualeguaychú?, elaborada
prácticamente al mismo tiempo en que sucedieron los acontecimientos narrados,
fuentes de gran valor que las ciencias de la historia califican de
“documentación primaria”. Por supuesto, serán presentadas tal como fueron
escritas: sin modificación alguna. Por lo general, las reuniones se
informaban y se publicaban en los periódicos que mostraban gran interés por las
ceremonias masónicas. Los periodistas estaban ansiosos por revelar lo que
creían que eran “los secretos” de la masonería. Veremos cómo en la segunda
mitad del siglo XIX se formaron las logias locales. Fue en esta ciudad donde la
masonería se instaló y prosperó, y también donde se desarrollaron importantes
obras cívicas progresistas, principalmente educativas y filantrópicas. Por
último, le cabe a Gualeguaychú el privilegio de que en ella se haya constituido
la primera logia fundada durante la dictadura de Rosas,?-que perseguía a sus
seguidores?-, privilegio que se atribuye por error a la llamada Unión del
Plata7 de la ciudad de Buenos Aires La logia Unión y Filantropía será el
tema de nuestra próxima entrega.
Por
Hugo Daroca 1 EL NOTICIERO, Año XII, N| 1704, 6 de enero de 1891,
Hemeroteca del Instituto Magnasco. 2 BACHINI, Elsa Beatriz, Conferencias,
Gualeguaychú, Talleres Gráficos, 1973, pp. 165 y 166. 3 EL TELÉGRAFO, Año IV,
N° 973, 8 de enero de 1879, p. 2, col. 4,, Hemeroteca Biblioteca Popular
Sarmiento. 4 BORQUES, Ensayos Históricos sobre el Periodismo de
Gualeguaychú, p. 49, Gualeguaychú, Imprenta Gualeguaychú,
1919. 5 EL NOTICIERO, Año III, Nº 410, 18 de junio de 1882,
p. 1, cols. 1, 2 y 3, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento. 6 LAPPAS,
Alcibíades, “Logias Masónicas en la ciudad de Paraná”, Revista de
Historia de Entre Ríos, Nº 7, pp. 89-147, Buenos Aires, Impresiones Arauco,
1973. 7 BOMPADRE, Rolando; Masonería –Unión del Plata. Historia de la
Augusta y Respetable Logia Madre, Buenos Aires, Impresiones Dunken, 2013.
Fuente: http://www.diarioelargentino.com.ar/noticias/153282/La-masoner%C3%ADa-en-Gualeguaych%C3%BA-Las-logias-y-sus-hombres-Primera-parte
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