La humanidad ha sido víctima de él, ni el
mismo Dios escapó de participar en el ejercicio del secreto. El índice
cimitarra punible lacera la boca y divide en dos la verdad, los labios
no se abren del todo si una falange encarnada irrumpe la palabra, nos da
la palabra a medias, nos da medias palabras, palabras mediocres,
oscuras, así es el uso del secreto.
Harpócrates, niño lleno de verdades ocultas a quien los magos admiraron, los ocultistas reverenciaban y los masones emulan su modus operandi;
yo sigo bebiendo mi cerveza sin decir aún nada pues requiero de
discreción de todo. Sin embargo, en la ciencia los hay quienes no
requieren discreción como el científico investigador Imre Lakatos, quien
desde el estudio de la teoría se contrapone con el eximio Popper, pues
Lakatos no desea que se quede en secreto el saber que, “el programa de
investigación es progresista siempre que su crecimiento teórico anticipe
su crecimiento empírico”.
En la biblioteca podemos encontrar
muchos significados de millones de palabras como la palabra secreto, de
la que derivó por ejemplo secretaria, secretaría, secretear. Esta
palabra de origen más latino que griego de manera lineal significa:
separado, apartado, escondido, oculto; siendo el pasado participio de secretus la palabra secerno, de donde derivó nuestra palabra cerceno (cortar o dividir).
Esto es obvio, pues el secreto divide la
palabra, divide la verdad, al decir que la divide no significa que la
hace dos, ni tres, sino que la dispersa la verdad está velada. Asimismo,
hay otro sentido muy relevante del ejercicio del secreto y es la
ausencia del testigo, para que un secreto sea tal, prescinde
categóricamente de testigos que hagan constar que se dijo tal secreto.
El secreto es: seductor de la lengua y
ojo que ve sin mirar. En nuestro país el cumplimiento de un secreto es
una falacia, la pericia en el chisme mutila el secreto. ¡Dios, maldice a
los chismosos, pues de ellos es el reino de los empecinados!
La cultura griega a la cual le adeuda
tanto nuestro idioma, tiene como sentido de secreto la palabra μυστικος
(mustikos) místico; es decir que, se concatena con los misterios como
los eleusinos o trinitarios –que para el caso es lo mismo–.
La palabra secreto es a la vez, sinónimo de arcano y sentido equiparable a la realización del sigil
que hace su efecto de convocar fuerzas o energías sin decir algo
bastándose únicamente con la fuerza ocultista y rasgos pictóricos, esta
misma palabra: sigil, se mutó al sentido de sigilo, sello (sigillum)
con que se marca o imprime carácter a un documento o algún asunto que
inste de pleno ocultamiento, como lo son distintas profesiones: así en
los sicólogos, médicos, abogados y presbíteros con presbicia de fe.
Hay también otro sentido del secreto
otorgado por el místico san Juan de la Cruz la cual empata con la
revelación: “[hay] noticias intelectuales, otras, que son
manifestaciones de secretos.” La realización de un secreto es un
grimorio, y Johann Wolfgang von Goethe lo sabía en su poema: Secreto, aunque yo lo ignore.
Fuente: http://lajornadasanluis.com.mx/opinion/luis-ricardo-guerrero-romero/09/03/2015/al-abrir-una-cerveza-recorde-el-sigilo-del-secreto/
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