Los orígenes de la Masonería en nuestra región se remontan a Febrero de 1812, cuando se conforma la “Escuela de Cristo”, agrupación que, bajo la cortina de una cofradía promotora del culto al Redentor del Mundo, constituyó en realidad la génesis de la primera Logia Masónica zuliana. Fundada por el Capitán Juan Evangelista González, prócer y agente mirandino, junto a otros patriotas maracaiberos, fue una de las tantas Logias Lautarinas conformadas en la naciente República.
Como bien se conocerá, esta logia, cuyo genuino
propósito era la emancipación de la Provincia de Maracaibo, se disolvió
tras ser descubierta por las autoridades españolas. Unos escaparon y se
ocultaron, otros fueron detenidos y encarcelados.
Aquellos
que permanecieron ocultos en la región promovieron el Pronunciamiento
de Maracaibo del 28 de enero de 1821, que sumó la provincia a la causa
republicana, y participaron en la Batalla Naval del Lago, efectuada el
24 de julio de 1823, la cual selló la independencia definitiva de
Venezuela. En este mismo año, pero en agosto, González reunió a los
sobrevivientes de la Escuela de Cristo para reorganizar aquella logia,
la cual tomó el nombre de “Logia de los Hermanos Regeneradores”, llamada
más adelante y simplemente, Logia “Regeneradores” (Nº 15, y más adelante, Nº 6).
Esta
logia aglutinó a militares, clérigos, profesionales y autoridades
pertenecientes a lo más notable y selecto de la Maracaibo decimonónica, y
durante los primeros años de la república ejercieron un papel decisivo
en el destino político de la región. Así estuvieron involucrados en el
partido “Campesinos”, de tendencia liberal, que mantuvo calurosa pugna
con los “Tembleques” de orientación conservadora a lo largo de la
primera década de la Venezuela republicana (1830 – 1840). Precisamente,
los Campesinos eran también llamados “Yorkistas” por la filiación
masónica de sus dirigentes.
Durante las
décadas de 1850 y 1860, ante el ascenso de una nueva elite política, los
jóvenes se polarizaron entre los masones y los católicos a ultranza.
Por otra parte, los masones de la logia contribuyeron con el progreso de
la sociedad zuliana mediante la creación de la Casa de Beneficencia en
1860 de la mano del Dr. Antonio J. Urquinaona, eminente jurista,
catedrático y masón, y su participación en la conformación de la Junta
de Fomento en 1865, destinada a auspiciar los proyectos de obras
públicas emprendidos por el gobierno regional, presidido entonces por el
Gral. Jorge Sutherland, quien ingresó a la masonería en aquel momento.
De
tal manera Urquinaona y Sutherland, amigos personales y luego hermanos
masones, fortalecieron los vínculos entre el gobierno y la masonería
para impulsar obras públicas en la ciudad y en el estado. Una de ellas
fue la construcción de la Alameda en la Plaza Matriz de Maracaibo. Al
mismo tiempo, la logia instaló la Caja de Economía para el resguardo de
los ahorros de los ciudadanos. Esta institución fue precursora de la
Caja de Ahorros fundada en 1878.
La
mencionada vinculación masónica – gubernamental originó la Sociedad de
la Unión de Maracaibo, señalada por la prensa de la época como un club
que reunía a la élite culta de la ciudad. Según algunos historiadores,
fue la masonería marabina responsable del surgimiento en esta ciudad de
múltiples sociedades entre 1830 y 1850 que fomentaron el desarrollo
económico, social y cultural de la región, tales como: la Sociedad de
Amigos del País (1833), creadora del Colegio Nacional de Maracaibo
(actual Liceo Baralt) en 1839, la Sociedad de Amigos de la Instrucción
(1836), la Sociedad Filarmónica de Maracaibo (1836), la Sociedad de la
Unión (1840) y la Sociedad Doctrinaria Patriótica, entre otras. Sin
embargo, a lo largo del siglo XIX continuaría la profusión de dichas
sociedades, como la Sociedad Eco de la Juventud (1855), la Sociedad
Vargas (1873), la Sociedad Amantes del Saber, la Sociedad Mutuo Auxilio
(1876) y la Sociedad Bandera Cubana (1897).
En
1884, el Pbro. José Tomás Urdaneta inició una campaña de ataques contra
la masonería marabina, alegando que la Sociedad de Beneficencia
(rectora de la Casa de Beneficencia) estaba integrada por masones (cosa
cierta por cuanto el reglamento de la misma así lo establecía). Publica
entonces su libro La Iglesia y la Masonería (1885), donde efectúa un
estudio amplio de esta institución y su relación con la iglesia
católica.
En 1921, con ocasión de
conmemorarse el Centenario de la Batalla de Carabobo, un grupo de
masones constituyó en Maracaibo el 12 de octubre de aquel año la Logia “Carabobo” Nº 69,
formada por iniciativa de Manuel Correa, Capitán de la Marina Mercante y
Comandante del Vapor Progreso, junto a antiguos integrantes de la Logia
“Regeneradores”, entre ellos el eximio escritor Elías Sánchez Rubio.
Más adelante se integrarían Manuel Matos Romero e Isidro Valles, entre
otros.
Años después, el 3 de mayo de 1949, surge la Logia “Buena Vista” Nº 116,
integrada por masones estadounidenses y británicos residentes de esta
ciudad y que trabajó bajo el Rito York. El 19 de abril de 1951 es
fundada la Logia “General Rafael Urdaneta” Nº 126, promovida y
estimulada por José Saltos Herráiz, masón español, en unión de Héctor
Urdaneta Meza y Lusbi Herrera.
Actualmente, en Maracaibo continúan activas únicamente las logias “Regeneradores” Nº 6 y “General Rafael Urdaneta” Nº 126, naciendo recientemente las Logias "Simón Bolívar Libertador" No 242 (al Sur de Maracaibo) y "Pedro Alciro Barboza de la Torre"No 245.
En la Costa Oriental del Lago
Mientras tanto, en la Costa Oriental del Lago
el movimiento migratorio motivado por la explotación petrolera favoreció
el desarrollo de la masonería en aquella subregión del estado. Así, el
14 de noviembre de 1927 nace la Logia “Perla de la Rosa” Nº 27 de Cabimas, perteneciente al Rito Mecánico, propio de las logias situadas en las Antillas inglesas y francesas.
Dos
años después, el 22 de abril de 1929, el odontólogo y masón colombiano
Ernesto Gálvez Jaramillo, junto a Luis Teodoro Lares y otros masones
fundan en Cabimas la Logia “Ricaurte” Nº 82, la cual sesionó inicialmente en un local de la Calle Las Mercedes del barrio Corito, erigiendo su templo al año siguiente.
Desde aquel momento proliferaron las logias masónicas en la COL. Así, de manera casi consecutiva, se fundaron las siguientes Logias: “Lago de Maracaibo” Nº 120 de Tía Juana, “Coquivacoa” de Cabimas (formada por antiguos miembros de la Logia “Ricaurte”), “Los Nueve Maestros” Nº 180 de Cabimas y “Jesús Enrique Lossada” Nº 146 de Ciudad Ojeda (fundada el 5 de julio de 1956).
Más
adelante, el 5 de octubre de 1975 fue constituido en Los Puertos de
Altagracia el Triángulo Masónico “Altagracia”, transformado luego en la Logia “Pirámides” Nº 182 el 19 de abril de 1979.
Todas
estas logias nacieron como pertenecientes al Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, excepto “Los Nueve Maestros” Nº 180, que laboró con el Rito
York. Hoy día, sólo las Logias “Ricaurte” Nº 82, “Jesús Enrique Lossada” Nº 146 y “Perla de la Rosa” Nº 27 permanecen activas. (esta ultima NO esta jurisdiccionada a la Muy Respetable Gran Logia de la República de Venezuela).
En
la subregión Sur del Lago
Sobre la introducción de las ideas masónicas en
la subregión Sur del Lago se tiene información contenida en el archivo
histórico documental del Acervo Histórico del Zulia. La misma se reseña
en un documento proveniente de San Carlos del Zulia fechado en 1868
(Tomo VI, legajo 28. Sociedades), el cual plantea el objetivo de
construir una sociedad patriótica y progresista “…que se ocupará con
esmero en todo aquello que tienda al desarrollo físico y moral del
Departamento Fraternidad”. Sería también objeto de esta sociedad
“…procurar que los destinos públicos sean servidos por aquellos
individuos que tengan la capacidad necesaria para el desempeño del
empleo, moralidad e ideas generales de justicia”.
De
igual manera, Efraín Subero en su obra La Masonería en Venezuela
refiere la existencia de una logia masónica en Encontrados llamada “Estrella del Zulia” Nº 87. Sin embargo, no ofrece información respecto a su fundación, actividad y cese de funciones.
El Rito de Adopción
En febrero de 1948 se efectúa en Caracas la
Convención Masónica Nacional. En ella participa la Logia “Regeneradores”
Nº 6, la cual, por intermedio de su delegado, Pedro René Barboza,
proponela creación de la Masonería Femenina Venezolana bajo el Rito de
Adopción. Dicha propuesta fue aplaudida y acogida por el resto de los
masones asistentes, en tanto que el resto de las logias zulianas se
solidarizaron con la decisión tomada por la Convención, la cual sería
ejecutada por una Comisión Permanente constituida a tal efecto.
Dicha
Comisión no pudo ejecutar su cometido por razones diversas, pero la
Logia“Regeneradores” Nº 6 no abandonó la iniciativa. Años después, el 24
de septiembre de 1952, la Logia acuerda fundar logias de adopción para
la inclusión de mujeres, y conforma una comisión con los masones Numa
Pompilio Ruiz, entonces Venerable Maestro de la Logia, Carlos Villalobos
y Jorge Mazzaoui. Dicha comisión elabora las bases estructurales del
Rito Venezolano de Adopción, las cuales son aprobadas por la Logia el 8
de octubre de 1952.
Un mes después, el 8 de diciembre de 1952, la Gran Logia de la República de Venezuelaautoriza a la Logia “Regeneradores” Nº 6
y demás logias del territorio nacional para fundar las logias de
adopción. Más adelante, el 11 de enero de 1953, la Logia ratifica este
propósito, y así instala al Consejo Nacional del Rito Venezolano de Adopción el 18 de enero de 1953, siendo artífices de este histórico hecho los ilustres masones Pedro
A. Barboza de la Torre, Jorge Mazzaoui, Carlos Villalobos, Numa
Pompilio Ruiz, Elio Soto Martheyn, Nemesio León Pirela, Manuel Figueroa
Escondrillas, Pedro Euclides Gutiérrez, Emigdio Montiel y Fernando
Castel.
Finalmente, el 4 julio de 1953 se funda en Maracaibo la Logia de Adopción “Arco Iris” Nº 1,
auspiciada por la Logia “Regeneradores” Nº 6. Fue ésta la primera logia
femenina constituida en Venezuela y motor para la conformación de la
masonería femenina de adopción en nuestro país. A esta logia de adopción
pertenecieron mujeres ilustres del Estado Zulia como Rosa Virginia
Martínez, educadora, trabajadora social, periodista y escritora
(poetisa, dramaturga, narradora y ensayista), y Ana Delia González,
música (violinista, cantante y compositora), artista escénica (actriz),
locutora y escritora (poetisa y ensayista).
Meses después, tras un tratado del 18
de noviembre de 1953, la Gran Logia de la República de Venezuela
reconoce la soberanía del Consejo Nacional del Rito Venezolano de
Adopción.
En la COL surgió, por su parte, la Logia de Adopción “Ana María Campos” Nº 4
de Cabimas, fundada el 15 de noviembre de 1953 bajo el patrocinio de la
Logia “Ricaurte” Nº 82, y que contó con la ayuda de “Arco Iris” Nº 1.
No obstante, ambas cesaron sus trabajos antes concluir la década de
1950.
En 1997 se reconstituye la Logia “Arco Iris”, la cual a su vez interviene en la fundación de la Logia de Adopción “Luz de Occidente” Nº 14
de Ciudad Ojeda, promovida por la Logia “Jesús Enrique Lossada” Nº 146,
pero ambas cayeron pronto en la inactividad. Hoy día, tras este segundo
período de inactividad, únicamente la Logia “Arco Iris” Nº 1 se ha
reconstituido en la región zuliana y continúa sus funciones.
La AJEF
Aún cuando en la célebre Convención Masónica de
1948 la Logia “Esperanza” Nº 7 de Caracas propuso establecer en
Venezuela la AJEF, los orígenes del ajefismo venezolano tienen sus
raíces en el Zulia. En su sesión del 26 de septiembre de 1951, la Logia “Regeneradores” Nº 6 acuerda, a propuesta del masón Jorge Mazzaoui, establecer la Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad (AJEF),“…asociación que constituye para las Juventudes Venezolanas, escuela de perfección moral, intelectual y material”.
Luego,
en la sesión del 10 de octubre de 1951, la Logia aprueba la Declaración
de Principios del Ajefismo Venezolano, elaborada y propuesta por la
Comisión AJEF conformada por los masones Jorge Mazzaoui, Pedro A.
Barboza de la Torre, Numa Pompilio Ruiz, Manuel Navarro León y José
Ramón Torres.
Meses después, el 5 de
noviembre de 1951, la Gran Logia de la República de Venezuela aprueba
unánimemente la fundación de la AJEF en todo el espacio geográfico
nacional. Es así como el 12 de febrero de 1952, mediante una sesión
solemne, se instala en el templo de la Logia “Regeneradores” Nº 6 la
Cámara Nacional Ajefista de Venezuela, presidida por Pedro A. Barboza de
la Torre. Ésta a su vez instaló y consagró el 9 de febrero de 1952 a la
Logia AJEF “Venezuela” Nº 1 de Maracaibo, primera logia ajefista de Venezuela y del Zulia. La misma fue auspiciada por la Logia “Regeneradores” Nº 6.
Más adelante, el 5 de abril de 1952, se funda en Maracaibo la Logia AJEF “Jesús Enrique Lossada” Nº 2, auspiciada por la Logia “Carabobo” Nº 69, y el 20 de febrero de 1954 se funda en Cabimas la Logia AJEF “Simón Rodríguez” Nº 3, auspiciada por la Logia “Ricaurte” Nº 82. De esta manera, el ajefismo continuó su avance y consolidación en el Zulia y en Venezuela.
Lastimosamente,
y por diversas razones, las logias ajefistas del Zulia cesaron sus
actividades, mas no fue así en el resto del país donde persistió hasta
la década de 1970.
Nota escrita por: Q.∙. H.∙. Édixon Ochoa.
Fuentes Hemerográficas.
- Revista Luz Masónica Nº 5 y 6 (octubre y noviembre de 1952)
- Revista Luz Masónica Nº 7, 8 y 9 (diciembre de 1952, enero y febrero de 1953)
- Revista Luz Masónica Nº 13 (junio y julio de 1953)
- Revista Luz Masónica Nº 15 (octubre, noviembre y diciembre de 1953)
- Revista Luz Masónica Nº 19 (agosto, septiembre y octubre de 1954)
Fuentes Bibliográficas.
- BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (2001). Memorias del Zulia. Maracaibo:Ediciones del XXV Aniversario de la Academia de Historia del Estado Zulia.
- CARDOZO GALUÉ, Germán (1991). Maracaibo y su Región Histórica. El circuito agroexportador 1830 – 1860. Maracaibo: Colección Centenario de LUZ.
- CASTELLÓN, Hello y CASTILLO, Francisco (1974). Quién es quién en la Masonería Venezolana. Caracas: Autor.
- CORREA, Mónica (2008). La masonería en la ciudad de Maracaibo durante el siglo XIX. Maracaibo: monicasonica.blogspot.com.
- HERNÁNDEZ, Luis G. y PARRA, Jesús A. (1998). Diccionario General del Zulia. (2 vols.). Maracaibo: Ediciones del Banco Occidental de Descuento (B.O.D.).
- SUBERO, Efraín (2000). La Masonería en Venezuela. Caracas: Gran Logia de la República de Venezuela.
- URDANETA QUINTERO, Arlene (1989). La Revolución de las Reformas en Maracaibo. Campesinos y Tembleques (1834 – 1835). (1ª edición). Caracas, Venezuela: Centro de Investigaciones Históricas, Universidad Santa María
- URDANETA QUINTERO, Arlene (2008). Tiempos de Federación en el Zulia. Construir la nación en Venezuela. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia: Serie Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela.
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