Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

domingo, 22 de febrero de 2015

Un siete de mayo nace Platón

Busto de Platón
Platón es el primer gran filósofo ateniense que nos deja una amplia obra escrita. Discípulo del polémico Sócrates y creador de la Academia, que mantendrá su actividad hasta el s. VI de nuestra era, (el año 529 serán cerradas todas las escuelas filosóficas por orden de Justiniano), su pensamiento ejercerá una gran influencia en el desarrollo de la filosofía.
Biografía (- 427 a – 347)
Los primeros años
Platón nació en Atenas, (o en Egina, según otros, siguiendo a Favorino), probablemente el año 428 o el 427 a. c. de familia perteneciente a la aristocracia ateniense, que se reclamaba descendiente de Solón por línea directa. Su verdadero nombre era Aristocles, aunque al parecer fue llamado Platón por la anchura de sus espaldas, según recoge Diógenes Laercio en su “Vida de los filósofos ilustres”, anécdota que ha sido puesta en entredicho. Los padres de Platón fueron Aristón y Perictione, que tuvieron otros dos hijos, Adimanto y Glaucón, que aparecerán ambos como interlocutores de Sócrates en la República, y una hija, Potone.
A la muerte de su padre, siendo niño Platón, su madre contrajo nuevas nupcias con Pirilampo, amigo de Pericles, corriendo la educación de Platón a su cargo, por lo que se supone que Platón pudo haber recibido una enseñanza propia de las tradiciones democráticas del régimen de Pericles.
En todo caso, Platón recibió la educación propia de un joven ateniense bien situado, necesaria para dedicarse de lleno a la vida política, como correspondía a alguien de su posición. Según Diógenes Laercio llegó a escribir poemas y tragedias, aunque no podamos asegurarlo. También fue discípulo del heracliteano Cratilo, noticia esta que tampoco parece posible confirmar. La vocación política de Platón está constatada por sus propias declaraciones, en la conocida carta VII; pero su realización se vio frustrada por la participación de dos parientes suyos, Cármides y Crítias, en la tiranía impuesta por Esparta luego de la guerra del Peloponeso, conocida como la de los Treinta Tiranos, y que ejerció una represión violenta y encarnizada contra los lideres de la democracia. Sin embargo, el interés político no le abandonará nunca, y se verá reflejado en una de sus obras cumbre, la República.

Sócrates
La influencia de Sócrates
En el año 407, a la edad de veinte años, conoce a Sócrates, quedando admirado por la personalidad y el discurso de Sócrates, admiración que le acompañará toda la vida y que marcará el devenir filosófico de Platón. No parece probable que Platón mantuviera una relación muy intensa con el que consideró su maestro, si entendemos el término relación en su sentido más personal; sí es cierto que entendida en su sentido más teórico la hubo, y de una intensidad que raya en la dependencia. Pero también sobre su relación con Sócrates hay posiciones contradictorias. El que no estuviera presente en la muerte de Sócrates ha hecho pensar que no pertenecía al círculo íntimo de amigos de Sócrates; sin embargo, parece que sí se ofreció como aval de la multa que presumiblemente la Asamblea impondría a Sócrates, antes de que cambiara su decisión por la condena a muerte.
Primeros viajes
En el año 399, tras la muerte de Sócrates, Platón abandona Atenas y se instala en Megara, donde residía el filósofo Euclides que había fundado una escuela socrática en dicha ciudad. Posteriormente parece que realizó viajes por Egipto y estuvo en Cirene, (noticias ambas, aunque probables, difíciles de contrastar, no habiéndose referido Platón nunca a dichos viajes, por lo que también es probable que luego de una breve estancia en Megara regresara a Atenas ) yendo posteriormente a Italia en donde encontraría a Arquitas de Tarento, quien dirigía una sociedad pitagórica, y con quien trabó amistad.
Invitado a la corte de Dionisio I, en Siracusa, se hizo amigo de Dión, que era cuñado de Dionisio, y con quien concibió la idea de poner en marcha ciertas ideas políticas sobre el buen gobierno que requerían la colaboración de Dionisio. Al parecer, las condiciones de la corte no eran las mejores para emprender tales proyectos, ejerciendo Dionisio como tirano de Siracusa; irritado por la franqueza de Platón, según la tradición, le retuvo prisionero o lo hizo vender como esclavo en Egina, entonces enemiga de Atenas, siendo rescatado finalmente por un conciudadano que lo devolvió libre a Atenas.
La Academia
 Una vez en Atenas, en el año 388-387, fundó la Academia, nombre que recibió por hallarse cerca del santuario dedicado al héroe Academos, especie de “Universidad” en la que se estudiaban todo tipo de ciencias, como las matemáticas (de la importancia que concedía Platón a los estudios matemáticos da cuenta la leyenda que rezaba en el frontispicio de la Academia: “que nadie entre aquí que no sepa matemáticas”), la astronomía, o la física, además de los otros saberes filosóficos y, al parecer, con una organización similar a la de las escuelas pitagóricas, lo que pudo comportar un cierto carácter secreto, o mistérico, de algunas de las doctrinas allí enseñadas. La Academia continuará ininterrumpidamente su actividad a lo largo de los siglos, pasando por distintas fases ideológicas, hasta que Justiniano decrete su cierre en el año 529 de nuestra era.
Últimos viajes
En el año 369 emprende un segundo viaje a Siracusa, invitado por Dión, esta vez a la corte de Dionisio II, hijo de Dionisio I, con el objetivo de hacerse cargo de su educación; pero los resultados no fueron mejores que con su padre; tras algunas dificultades (al parecer estaba en situación de semi-prisión) consigue abandonar Siracusa y regresar a Atenas. También Dión tuvo que refugiarse en Atenas habiéndose enemistado con Dionisio I, donde continuará la amistad con Platón. Unos años después, en el 361, y a petición de Dionisio II, vuelve a realizar un tercer viaje a Siracusa, fracasando igual que en las ocasiones anteriores, y regresando a Atenas en el año 360 donde continuó sus actividades en la Academia, siendo ganado progresivamente por la decepción y el pesimismo, lo que se refleja en sus últimas obras, hasta su muerte en el año 348-347.
 Obras filosóficas
Platón elige el diálogo como forma de expresión de su pensamiento; quizá como tributo a su maestro Sócrates a quién , por lo demás, convierte en interlocutor de prácticamente todos ellos; o quizá por el influjo de su época. Su obra se puede dividir en varios períodos, según distintos criterios, siendo una de las clasificaciones más aceptadas la cronológica:
1. Diálogos de juventud (de los 28 a los 38 años) (399-389)
 Los diálogos de juventud están dominados por los temas de carácter socrático, y en ellos Platón se mantiene fiel a lo enseñado por Sócrates. Son de esta época los viajes a Megara, Cirene, Egipto e Italia
– Apología de Sócrates (el conocido retrato socrático del joven Platón)
– Critón (Sócrates en la cárcel sobre problemas cívicos)
– Laques (El valor)
– Lisis (La amistad)
– Cármides (La templanza)
– Eutifrón (La Piedad)
– Ión (La poesía como don divino)
– Protágoras (¿Es enseñable la virtud?) (Hay una versión bilingüe griego/español de esta obra en internet, en las páginas del Proyecto Filosofía en español, (filosofia.org), pero necesitarás instalar la fuente griega para poder verla correctamente: la encontrarás en la página de la biografía y obras de Platón, del mismo sitio.)

2. Diálogos de transición (de los 38 a los 41 años) (389-385)
 En éste período Platón vierte en sus diálogos algunas opiniones que no podemos considerar estrictamente socráticas, comenzando a introducir elementos de su propia cosecha, algunos de los cuales apuntan ya hacia la teoría de las Ideas. Tiene lugar en ésta época el primer viaje a Siracusa (Sicilia) a la corte de Dionisio primero y la amistad con Dión. El objeto del viaje fracasa, siendo vendido por Dionisio como esclavo en Egina y rescatado por un conciudadano.
– Gorgias (Sobre retórica y política)
– Crátilo (Sobre la significación de las palabras)
– Hipias mayor y Menor (Sobre la belleza el primero, y sobre la verdad del segundo)
– Eutidemo (Sobre la erística sofista)
– Menón (¿Es enseñable la virtud?)
– Meneceno (parodia sobre las oraciones fúnebres)

 3. Diálogos de madurez (de los 41 a los 56 años) (386-370)
 En estas obras encontramos ya el pensamiento de Platón en toda su dimensión. La influencia de Sócrates es mínima, y el pensamiento que expresa en los diálogos responde estrictamente al pensamiento de Platón. Su actividad se centra fundamentalmente en la Academia en Atenas.
 – Fedón (Sobre la inmortalidad del alma, el último día de Sócrates en prisión)
– Banquete (Sobre el amor)
– República (Sobre política y otros asuntos: metafísicos, gnoseológicos, etc.)
– Fedro (Sobre el amor, la belleza y el destino del alma)

4. Diálogos críticos y de vejez (de los 56 a los 80 años) (370-347)
 a) (369-362, de los 56 a los 63 años): Revisión crítica de la teoría de la Ideas y de algunas de sus consecuencias, aunque ello no signifique que sean abandonadas. Segundo (369) y tercer (361) viaje a Italia a la corte de Dionisio II, quien al poco tiempo rechazó su educación.
 – Parménides (Crítica de la teoría de las ideas)
– Teeteto (Sobre el conocimiento)
– Sofista (Lenguaje, retórica y conocimientos)
– Político (Sobre política y filosofía)

b) (361-347, de los 64 a los 78 años): Creciente pesimismo de Platón, si nos atenemos al contenido de sus obras últimas, que ya en la fase crítica parecían inclinarse hacia el predominio de los elementos místico-religiosos y pitagorizantes de su pensamiento.
– Filebo (El placer y el bien)
– Timeo (Cosmología)
– Critias (Descripción de la antigua Atenas, mito Atlántida…)
– Las Leyes (La ciudad ideal, revisión pesimista de la República)
– Carta VII (en esta carta Platón nos presenta su conocida y breve autobiografía)


Fuente: http://cosmos3.blogspot.com/2013/03/cap-16-platon.html

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