Se decía que el gobierno de Mao Tse-Tung
había estado muy influido y en muchos casos apoyado por sociedades
secretas, incluso en algunas ocasiones por raíces de la masonería
occidental. Es difícil precisar que cantidad de poder ejercieron la
sociedades secretas en China, pero puede decirse que es bien cierto que
jugaron un rol en la fundación del maoísmo y en el ascenso del Gran
Timonel.
Desde muy pequeño, cuando era sólo un
niño, Mao Tse-Tung era muy aficionado a las lecturas de las sociedades
secretas en China de la antigüedad y modernas que habían hecho caer
dinastías y financiado golpes de Estado. Su favorita era la Sociedad del
Loto Blanco, la más antiguas de estas organizaciones chinas fundada en
el 380 d.C. y con no menos de 18 miembros en un principio, aunque
creciendo con el tiempo. Vestían túnicas grises e iban descalzos, su
símbolo era la flor de loto blanco que normalmente llevaban en la oreja y
su misión trataba en derrocar las monarquías.
Su primer
éxito tuvo lugar 700 años más tarde, gracias a una guerra provocada con
Mongolia, instante en que la Sociedad del Loto Blanco contribuyó a
destruir a la dinastía Sung y poner a la Ming en el poder. Pero los
propios Ming prohibieron a la sociedad en 1358, por lo que pasaron a la
clandestinidad dando forma a un movimiento más revolucionario en el
siglo XVIII. La venganza sobre los Ming intentó materializarse en 1760,
cuando miembros de la Sociedad del Loto Blanco intentaron asesinar al
Emperador Chien Lun, pero fallaron. No obstante la Sociedad del Loto
Blanco se hizo famosa en muchos sectores agrarios y al empezar el siglo
XIX una parte del sur de China estaba en sus manos económicamente
gracias al chantaje de gobernadores locales, finanzas sospechosas y
otros medios que no envidiaban a la clásica masonería europea, siempre
desde el más alto secreto. De esta manera es como consiguieron asesinar
exitósamente a Chien Lung en 1812 cuando se encaminaba a la Ciudad
Prohibida. A partir de entonces los emperadores chinos tomaron en serio a
estas sociedades secretas como un caldo de cultivo para el clima
revolucionario obrero y campesino que empezaba a nacer tras la
Revolución Francesa y posteriormente con Karl Marx. La Sociedad del Loto
Blanco desapareció en el siglo XIX, pero dejaría un gran legado que Mao
Tse-Tung iba a aprovechar, pues de ella aprendió la sigilosidad y el
engaño de llevar a cabo la política, algo que trasladado al plano
militar implicaba la guerra de guerrillas para atacar siempre por la
espalda y sobretodo los flujos económicos de estas sociedades como algo
fundamental para llevar a cabo la revolución.
Sut Yat-Sen fundó el Partido Comunista
Chino en 1921 y Mao Tse-Tung no dudó en afiliarse. Desde el principio
observó con atención el acercamiento de las sociedades secretas al
marxismo en China, al igual que en otros países de Occidente, de hecho
había dos miembros procedentes de estas, como Yüan Wen Tsai y Wang Tso.
Curiosamente desde el mismo momento en que el Kuomintang nacionalista de
Chiang Kai-Shek y el Partido Comunista Chino se unieron para sacar a
delante la triste situación del país tras la caída de la monarquía, las
sociedades secretas dieron su apoyo a los comunistas, siendo las más
destacadas las descendientes de la Sociedad del Loto Blanco, como la
Sociedad Hung y la Sociedad de los Antepasados y de los Antiguos, más
conocida como Tríada.
Mao Tse-Tung en 1936 se acercó a la
Sociedad de los Antepasados y de los Antiguos admirado por ella. No
sería él único que colaboraría con dicha sociedad para acentuarse en el
poder, otros miembros del partido participarían en esta como Zhu De,
jefe del Ejército Rojo Chino; Wu Chi Wang, miembro del Comité del
Partido Comunista Chino; Xie Zi Chang, responsable estratégico de la
Larga Marcha; y Chu En Lai, un descendiente de mandarines que se
convertiría al marxismo. La Sociedad de los Antepasados y de los
Antiguos influiría considerablemente en el maoísmo chino, pues apoyaría
la causa marxista para derrotar a Chiang kai-Shek y tendría un papel
financiador muy grande para obterner la victoria en la Segunda Guerra
Mundial contra Japón y las potencias del Eje. Pero no todo era guerra y
política en la Sociedad de los Antepasados y de los Antiguos, también la
difusión de la cultura milenaria que intentaba imponerse en el país
asiático, así como la medicina, siendo su técnica más ocultista la
acupuntura china, la cual dejó de ser un secreto propagándose por todo
el mundo de manera muy conocida a partir de finales del siglo XX.
Mucho se discrepó del maoísmo chino y de
su relación con las sociedades secretas, especialmente por la Sociedad
de los Antepasados y de los Antiguos. Pero lo cierto es que estuvieron
siempre en contacto, ya fueran sociedades en los más oscuros rincones
del país o señores de la guerra. Una prueba de las reuniones de Mao
Tse-Tung con la Sociedad de los Antepasados y de los Antiguos fue un
discurso realizado en el Comité Central del Partido Comunista Chino en
Julio de 1936:
“Esperamos, deseamos acoger con
entusiasmo a los jefes de los Antepasados y los Antiguos de todo el
país, a los jefes de todas las logias de la montaña (…) a realizar con
nosotros el proyecto de salvar el país.”
-http://www.eurasia1945.com/varios/mistica-e-investigacion/las-sociedades-secretas-chinas-y-mao-tse-tung/
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