Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

domingo, 1 de julio de 2018

Los Templos en Jerusalén

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Desde las épocas más tempranas, el hombre ha construido templos o santuarios donde podía adorar su Dios en su “casa”. La Torre de Babel es la primera estructura de ese orden mencionado en la Biblia, Babel siendo el nombre de una de las ciudades principales fundadas por Nimrod en la tierra de Sumer, o Babilonia antigua. Nimrod fue un constructor prolífico, y era rey de Babilonia en el tiempo de la Torre. Aunque todavía no hay evidencia arqueológica que confirma la existencia de una ciudad y de la torre de Babilonia antes de 1.800 A.E.V., un texto de Sharkalisharri, Rey de Agade circa 2.250 A.E.V., menciona su restauración del templo-torre o “ziggurat” en Babilonia, que sugiere la existencia de una ciudad sagrada anterior en ese emplazamiento. Ahora se cree que cuando Ur-Nammur, el Rey de Ur, construyó un ziggurat en 2.100 A.E.V., re-emplazó la primera Torre de Babel, probablemente construida antes del año 4.000 A.E.V. El ziggurat era una serie de plataformas superpuestas, progresivamente disminuyendo en área, con acceso por rampas o escaleras. La estructura estaba rodeada por un templo, del cual se creía que Dios descendería para comunicarse con la humanidad.

La historia tradicional de las Guildas Masónicas decía que los secretos de su oficio fueron primeramente dados al oficio por Nimrod. El ritual de los Francmasones Operativos todavía incluye los antiguos ‘Cargos de Nimrod’, en los cuales el primer cargo requiere que todos los Francmasones deben ser fieles a su Dios, su Rey, su Señor y sus Maestros.
Cuando tenía 70 años, Abram, quien nació en Ur alrededor de 2.160 A.E.V., recibió un llamado Divino de buscar una tierra donde podría edificar una nación Israelítica libre de idolatría. Para cumplir con su misión, Abram primeramente se mudó a Harran sobre el río Balikh, un tributario del Eufrate 1.000 Km. nor-oeste de Ur, donde se quedó hasta la muerte de su padre cinco años después. Entonces viajó hacia el sur en etapas hasta el valle de Moreh, en la tierra de Canaan (lo que hoy es Israel). Fue aquí donde Dios prometió a Abram la posesión de toda la tierra del Eufrate hacia el sud-oeste. Abram construyó un altar al Señor en ese lugar. Como los Cananitas estaban celosos de Abram, rápidamente se mudó hacia el sur al distrito montañoso entre Beth-El y Ai, justo al norte de Jerusalén, donde también construyó otro altar a Dios. Abram siguió moviéndose hacia el sur, hasta que la escasez de comida lo empujó del Negev hacia Egipto, pero luego volvió como hombre rico a la zona montañosa, donde una vez más estableció la veneración a Dios, quien reiteró su promesa a Abram – este entonces se mudó a Mamre cerca de Hebrón, donde construyó otro altar.
Alrededor de 2.080 A.E.V. después de rescatar su sobrino Lot de Sodom, ganando a una confederación de cuatro reyes Babilónicos, fue bendecido en el nombre de Dios por Melchizedek, Rey de Salem. (Esta ciudad sería más tarde fusionada con la ciudad de Jeru, por David, dando Jerusalén). Abram pagó impuestos a Melchizedek en cambio de este reconocimiento. Dios entonces renovó su promesa a Abram, pero dijo que antes que su pueblo heredaría Canaan, pasarían 400 años en un país extranjero, la primera referencia al exilio en Egipto. Dios también se reveló a Abram como ‘El Shaddai’, el Todopoderoso. Fue en ese momento que Dios cambió el nombre de Abram (que significa ‘padre eminente’) a Abraham (que significa ‘el padre de una nación’).
Abraham tenía 175 años cuando murió, que fue 115 años antes que Jacob y su familia migraron a Egipto. Cuando Jacob salió de Canaan cerca de 1.870 A.E.V., Dios le aseguró que sus descendientes volverían a la tierra prometida.
EL TABERNÁCULO DE ISRAEL
Cómo los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob eran semi nomadicos, no podían construir un santuario permanente para venerar, como era la costumbre en las ciudades de la Mesopotámia cuando Abraham dejó Ur. Después de una residencia de 430 años en Egipto, la nación de Israel ( así llamada por el nuevo nombre dado por Dios a Jacob) apareció con el Éxodo de Egipto alrededor de 1.440 A.E.V., bajo el liderazgo de Moisés y con la conducción divina de la Columna de Nubes durante los días y la Columna de Fuego durante las noches. Durante el segundo año del Éxodo, Moisés intercedió por cuenta de su pueblo, pasando dos períodos de cuarenta días y cuarenta noches en el Monte Sinaí. Moisés fue recompensado cuando le fue revelada la gloria del Señor, las Tablas de la Ley fueron renovadas y un convenio hecho con Israel. En reconocimiento del convenio, y de acuerdo a instrucciones dadas por Dios a Moisés, un Tabernáculo, o carpa de ‘congregación’, fue levantada como un santuario portátil. El Tabernáculo era un rectángulo orientado de este a oeste, y colocado dentro de un patio cerrado cerca del lado occidental. La estructura soportaba sábanas de lino colgadas de barras. Un altar de bronce fue instalado justo dentro del patio, cerca de la puerta de entrada en el lado oriental. Una ‘palangana’ de bronce, en la cual los sacerdotes se lavaban, fue colocada a mitad camino entre el altar de bronce y la entrada al Tabernáculo en su lado oriental.
El Tabernáculo estaba compuesto por dos partes, el ‘Mishkan’ o tabernáculo propiamente dicho, y el ‘Ohel’, o carpa. El interior del Mishkan estaba dividido en dos compartimientos. El mayor de estos estaba en el lado oriental y llamado el ‘Hechal’ o Lugar Sagrado (Sanctum). El compartimiento occidental era un cubo perfecto, llamado el ‘Kodesh Kedoshim’ o Sagrado de los Sagrados (Sanctum Sanctorum), en el cual reposaba el Arca del Convenio. La totalidad estaba cubierta por el Ohel.
El Tabernáculo siguió siendo usado cómo el lugar de encuentro provisional entre Dios y el ‘pueblo elegido’ hasta mucho después de su llegada a Canaan. Durante el tiempo de los Jueces estaba en Silo, en el reinado de Saúl estaba en Nob y más tarde en Gibeon. Aunque David construyó otro Tabernáculo en Jerusalén para recibir el Arca, el Tabernáculo de Israel original se quedó en Gibeon hasta los días del Rey Solomón, junto con el altar de bronce usado para las ofrendas sacrificatorios.
EL TEMPLON DEL REY SOLOMÓN
Con la muerte de Saúl, alrededor de 1.010 A.E.V., David fue Rey de Judea. Siete u ocho años más tarde fue ungido cómo Rey de todo Israel. Cuando David había consolidado su poder y había construido una residencia para sí, la falta de un santuario de Dios lo molestaba. Como estaba manchado por la sangre de sus enemigos, estaba imposibilitado de construir un templo para el Señor, pero juntó los materiales, juntó tesoros, y compró un sitio para la construcción. El sitio elegido era el piso de trillar de Araunah el Jebusita, dentro del área del Monte Moriah en la parte oriental de la ‘Vieja Ciudad’ de Jerusalén, también conocida cómo el Monte del Templo. Se cree que la parte más alta de la roca, ahora cubierta por la mezquita conocida cómo ‘Cúpula de la Roca’ casi seguramente fue la posición del Sagrado de los Sagrados en el primer Templo. Esta era la misma roca donde Abraham estaba por sacrificar su hijo Isaac antes que la intervención divina evitó que este acto se consumara. (Una de las diez pruebas de Abraham.) La tradición Judía cuenta además que una bóveda secreta fue construida debajo del Templo donde se podían tener reuniones secretas y donde se podían guardar todos los documentos y tesoros sagrados. Tal bóveda también está presente en la tradición Masónica, y es un elemento vital en muchas de sus ceremonias, especialmente en el Real Arco. La construcción de tales bóvedas debajo de edificios eclesiásticos y otros edificios importantes era común en los tiempos antiguos, y se tornó virtualmente esencial en la era medieval.
Estudios sismológicos recientes indican que probablemente haya una caverna debajo de la mezquita, pero excavaciones para confirmar la existencia de la tradicional bóveda son imposibles en estos momentos. En los últimos diez años los turistas que han visitado Jerusalén han podido participar del ‘Tour de los Túneles’. Este empieza en el Muro de los Lamentos, lo que queda del muro exterior occidental del patio del Templo y que corre hacia el norte adyacente al Monte del Templo abajo del actual Barrio Árabe de la Vieja Ciudad. Mientras se desarrolla el Tour, las guías no tienen problema en identificar un túnel específico que lleva directamente abajo de la posición del Sagrado de los Sagrados. Ellos hablan de la época cuando estos túneles fueron descubiertos originalmente y tienen que ver con haber encontrado ciertas bóvedas en esa área específica. En estos días, prohibición religiosa y problemas de seguridad no permiten un nuevo examen del lugar.
El Rey Solomón empezó la construcción del Templo en el cuarto año de su reinado y lo completó siete años más tarde, circa 950 A.E.V. Para facilitar el trabajo hizo un tratado con Hiram, Rey de Tiro, por el cual Hiram permitiría que Solomón consiguiera madera de cedro y de ciprés y bloques de piedra del Líbano. A los trabajadores de Solomón también se les permitiría cortar los árboles y extraer y tallar las piedras bajo la dirección de los trabajadores expertos de Hiram. Además, a Solomón le fueron suministrados los servicios de un hábil artesano de Tiro llamado Huram, para encargarse de las fundiciones y la manufactura de los muebles más valiosos del Templo. En cambio de todos los servicios a ser suministrados por el Rey Hiram, Solomón acordó mandarle cada año 4.400.000 litros cada uno de trigo y cebada triturados, además de 440.000 litros cada uno de aceite y de vino. Solomón hizo una leva de trabajos forzados en todo Israel, totalizando 30.000 hombres a quienes mandó al Líbano en turnos de 10.000 por mes. Adonhiram, quien había sido un oficial del Rey David, encargado de los equipos de trabajo, siguió bajo Solomón y fue encargado de la leva trabajando en el Líbano. El Rey Solomón también usó 70.000 portadores de cargas y 80.000 talladores de piedra en las colinas, además de 3.300 oficiales encargados de la gente que trabajaba. Unos treinta años más tarde, cuando Rehoboam mandó Adonhiram a imponer la recaudación de impuestos, el pueblo exasperado se rebeló y mató a Adonhiram a piedrazos.
El Templo de Solomón era un edificio prefabricado orientado Este – Oeste, siendo construido de bloques de piedra caliza, cuidadosamente formados, extraídos de la cantera y tallados en o cerca de Jerusalén y armados sin argamasa. El Templo tenía una sola entrada en el lado este a la cual se llegaba a través de un patio descubierto. Mirando hacia el este desde adentro, el patio estaba encarado por dos grandes pilares o columnas. La del lado derecho o sur se llamaba ‘Jakín’ y la del lado izquierdo o norte, se llamaba ‘Boaz’. Toda la madera usada en el Templo venía de los bosques del Líbano. El Templo tenía puertas de madera de olivo y estaban forradas con madera de cedro, adornadas por tallados e incrustadas con oro. Los compartimentos del Tabernáculo estaban replicados en el Templo de Solomón, pero eran dos veces más grandes. El patio daba entrada al ‘Hechal’, o Lugar Sagrado. No había ventanas en el Sagrado de los Sagrados, que recibía su luz únicamente desde la puerta del Lugar Sagrado cuando las cortinas estaban abiertas.
El Sagrado de los Sagrados era accesible únicamente al Gran Sacerdote, una vez por año, para la ceremonia de expiación en Yom Kippur (el Día de Expiación). El Templo estaba cercado en el norte, oeste y sud por depósitos de tres pisos de altura. Entre estos, en el lado sud, estaba la ‘Cámara del Medio’ a la cual se accedía por una escalera caracol en la esquina sudeste del edificio. La estructura entera estaba sobre una plataforma unos dos metros más alta que el patio superior o interior, y necesitaba ocho escalones para ascenderla. Cada uno de estos patios estaba encerrado por paredes que constaban de tres filas de piedra tallada, superpuestas por una fila de vigas de cedro. En el patio superior o interior, como en el Patio del Tabernáculo, había un altar de bronce para ofrendas quemadas, un mar de bronce y diez lavabos de bronce para ser usados por los Sacerdotes en sus abluciones y para purificación ceremonial.
Aunque más chico que cualquier templo Egipcio, el Templo de Solomón era un edificio magnífico, sobrepasando cualquiera que lo hubiera precedido, siendo conocido por la gran belleza de sus detalles y la opulencia de su mobiliario, más que por su tamaño. No había piedras visibles adentro, porqué los compartimentos tenían las paredes y cielorrasos de madera de cedro, y los pisos entablados con ciprés. El acceso al Lugar Sagrado era a través de puertas dobles plegables de madera de ciprés, cada una dividida en partes inferiores y superiores. El Sagrado de los Sagrados estaba separado del Lugar Sagrado por puertas dobles de madera de olivo. Ambos pares de puertas se dejaban generalmente abiertas, pero estaban tapadas con velos ornamentados de manera similar a los del Tabernáculo. Las paredes y puertas estaban talladas con palmeras, guirnaldas, pimpollos de flores y querubines, ricamente incrustadas con oro. El cielorraso y piso del Lugar Sagrado, además de la totalidad del interior del Sagrado de los Sagrados, estaban recubiertos por láminas de oro.
La mueblería del Lugar Sagrado incluía un altar para incienso, diez ‘menorah’ o candelabros de siete brazos (hoy símbolo del Estado de Israel), también doce mesas para los panes simbólicos (doce panes, uno por cada tribu de Israel, en exhibición permanente). Dentro del Sagrado de los Sagrados, había dos querubines tallados en madera de olivo y cubiertos con oro, simbolizando la presencia majestuosa de Dios. Los querubines estaban parados en actitud pensativa con las alas abiertas, las puntas de sus alas adyacentes se tocaban arriba del Arca del Convenio que descansaba en el medio del compartimiento, mientras que las puntas de sus otras alas tocaban respectivamente las paredes norte y sur. El Arca del Convenio estaba hecha de madera de acacia, superpuesta con oro. Contenía dos tablas de piedra en las cuales estaban tallados los diez mandamientos, los términos del Convenio de Dios con Israel.

LOS DOS GRANDES PILARES
Los dos grandes pilares o columnas en el pórtico o entrada al Templo del Rey Solomón estaban huecos y fundidos en Cobre, no en bronce, cómo normalmente se dice, ya que este contiene zinc, silicio ,fósforo y trazas de otros elementos que en esa época no se conocían). Las columnas huecas fueron fundidas por Tirrios en moldes excavados en la tierra. Con fundiciones grandes cómo los pilares, el núcleo interior de cera se forma alrededor de un núcleo de arena o tierra. Tales columnas eran comunes en Siria, Fenícia y Chipre en esa época y los Tirrios eran muy experimentados en este tipo de fundición.
Investigaciones modernas indican que el tazón superior era probablemente un recipiente para contener aceite, que se podía prender de noche. Pilares decorados similares se conocen por su uso en santuarios en esa región durante el período entre 1.000 A.E.V. y 900 A.E.V. El historiador Griego Heródoto, escribiendo alrededor del año 450 A.E.V. describió dos grandes pilares cerca del templo de Hércules en Tiro, que ‘brillaban de noche’. Las dos enormes plataformas y columnas en el patio del Templo del Rey Solomón habrían iluminado la fachada del Templo en el Monte Moriah de noche, además de también atrapar el primer signo de la salida del sol en Jerusalén. Han sido interpretados cómo obeliscos sagrados, sus mechas prendidas y humeantes rememorando para los adoradores los pilares de fuego y de humo que habían guiado los Israelitas de otra época a través del desierto.
Los pilares fueron terminados y les dieron nombres antes de que el Templo fuera dedicado. Aunque a menudo se dice que los nombres de los pilares eran para preservar la memoria de los ancestros del Rey David, ahora se sabe que esta no era su interpretación. Ha sido demostrado de manera convincente que los nombres de los dos grandes pilares significaban la inicial, o palabras claves habladas por oráculos. Los Tazones no eran representaciones de los entonces conocidos globos terrestres y celestiales, ni tampoco los pilares servían como archivos para los rollos constitucionales, cómo se sugiere a menudo.

EL CAUTIVERIO Y EL TEMPLO DE EZEQUIEL
Los templos antiguos normalmente servían como tesorerías del estado, estando llenos con botín o vaciados para pagar tributos cuando el poder del estado decaía y declinaba. El Templo del Rey Solomón no era excepción a esta regla. Los tesoros que el Rey Solomón había acumulado en el Templo fueron saqueados en el reinado de su hijo, Rehoboam, por Shishak de Egipto.
Reyes posteriores, incluyendo hasta Hezekiah quien adornó el Templo, usaron los tesoros para comprar la amistad de aliados o para pagar tributo a, y/o comprar posibles invasores. Después siguieron reyes idólatras quienes profanaron el Templo y permitieron que se cayera en la decadencia. Por el tiempo de Josiah tres siglos después de su construcción, el Templo necesitaba reparaciones mayores que tuvieron que ser financiadas por contribuciones de los fieles. Finalmente, el Templo fue saqueado por Nabucodonosor, Rey de Babilonia, quien lo vació en el año 586 A.E.V. cuando destruyó totalmente a Jerusalén.
La deportación de los Hebreos hacia el cautiverio en Babilonia empezó con la captura de las Diez Tribus de Israel en 722 A.E.V. y se completó después de la destrucción de Jerusalén. Ezequiel, quien fue capturado en 597 A.E.V. y deportado a Babilonia, se hizo un importante profeta Hebreo durante el exilio.
La misión de Ezequiel era de consolar los cautivos en Babilonia. Sus profecías eran numerosas, incluyendo muchas sobre los países cercanos, todas las cuales fueron cumplidas. Hizo muchas profecías sobre la restauración final de Israel. También habló de la restauración de la tierra y de la gente, y dio su visión de la nación restaurada y de su veneración en el nuevo Reino. Los exiliados se animaron en su dolor por la visión de Ezequiel de un nuevo templo, el cual, dijo, sería construido durante su restauración. La descripción dada por Ezequiel tenía que ver con un templo parecido al del Rey Solomón, pero dio información adicional y específica que nos ayuda a establecer detalles faltantes en la descripción Bíblica del Primer Templo.
EL DECRETO DE CIRO Y EL SEGUNDO TEMPLO
Ciro llegó al trono de Ansham, una región Elamita, alrededor de 559 A.E.V. y chocó con un rey Mediano. Cuando el ejército Mediano se rebeló, Ciro capturó la ciudad amurada de Ecbatana (la moderna Hamadan) y los Persas estaban entonces en ascenso. Ciro rápidamente extendió sus conquistas, venciendo a Croeso el Rey de Lidia circa 546 A.E.V. y finalmente conquistando a Babilonia en 539 A.E.V. De esa manera, Ciro fundó el extenso Imperio Persa, bajo cuyo dominio Judea estaría cómo provincia durante los próximos dos siglos. Ciro estableció su capital en Pasargadae en la tierra de Parsa y gobernó hasta su muerte en 530 A.E.V. En 538 A.E.V. sacó un decreto liberando los Judíos quienes estaban en exilio en Babilonia. Alrededor de 42.360 Israelitas volvieron progresivamente bajo el liderazgo de Zerubbabel en 535 A.E.V., bajo Ezra en 548 A.E.V. y bajo Nehemiah en 445 A.E.V.
El primer pequeño grupo que volvió a Jerusalén, al poco tiempo empezó a reconstruir el Templo, bajo Jeshuá el Sacerdote Supremo y Zerubbabel, el Gobernador. Sus magros recursos y las muchas dificultades que encontraron aplazaron su terminación hasta 515 A.E.V., casi veinte años después de haber dejado Babilonia, pero mucho antes que todos los exiliados volvieron de su cautiverio. Efectivamente, sólo fue terminado entonces por los esfuerzos de los profetas Haggai y Zechariah, quienes insistieron en adelantar los trabajos en sus últimas etapas. No existe una descripción precisa del Segundo Templo, pero la planta aparenta haber sido parecida a la del Templo de Solomón con la altura aumentada. Sin embargo era mucho menos ornamentado que el Templo de Solomón, le faltaban las ricas terminaciones y tenía poco mobiliario. En cuanto se sabe, el Segundo Templo, cómo el Tabernáculo original, tenía solamente una cortina en la entrada al Lugar Sagrado, un farol, una mesa para los panes simbólicos y un altar de oro para incienso. Otra cortina daba entrada al Sagrado de los Sagrados, pero este estaba vacío ya que el Arca del Convenio no había sido vista desde el saqueo de Jerusalén por Nabucodonosor en 586 A.E.V. (Hay evidencia que indica que el Arca fue escondida en unas de las muchas bóvedas antes mencionadas, bajo el Monte Moriah / Monte del Templo, donde sigue hasta hoy día). Sin embargo, el Segundo Templo, conocido como el Templo de Zerubbabel, sobrevivió casi 600 años, hasta que el general Romano, Pompeyo lo capturó cuando capturó a Jerusalén en 63 A.E.V. A pesar de que Pompeyo no hizo daño al Templo, el cónsul Romano Crasso lo saqueó de todo su oro y otras cosas valiosas nueve años después.

HERODE Y SU RESTAURACIÓN DEL TEMPLO

Un estudio de los Templos de Jerusalén no estaría completo sin mencionar el Templo restaurado de Herode. Nuestra fuente principal de información es Josefo, el Historiador Judío que prosperó circa 70 E.V. Herode el Grande era de la región del Neguev, entre el Mar Muerto y el Mediterráneo. Era descendiente de Esau, y era un constructor incansable que quería mostrar su propia grandeza restaurando el Templo como un edificio más grande y más complejo. Herode no tenía la intención de dedicar este templo restaurado al servicio de Dios, pero como un edificio para la nueva y popular cultura Helénica. Hasta colocó un águila de oro en la fachada cómo signo de lealtad a su patrocinador, Roma. Tomó mucho cuidado en hacer la reconstrucción por partes, hasta entrenando 1.000 sacerdotes cómo masones para construir el santuario. El trabajo comenzó alrededor del año 20 A.E.V. y la estructura principal fue terminada diez años después, pero el complejo entero no se completó hasta 64 E.V. El área del templo era ahora el doble del tamaño anterior, pero el área total desarrollada era más de 4 hectáreas.
Cuando Herode murió, el reino fue dividido, y la crueldad de su sucesor llevó a la Gran Revolución del año 66 E.V. Los Romanos libraron guerra total contra la población, finalmente atacando la misma Jerusalén. El Templo fue quemado cuando la ciudad cayó en manos de los ejércitos Romanos en el año 70 E.V, cuando los candelabros de oro, la mesa de oro de los panes simbólicos y otras cosas de valor fueron llevadas a Roma. El Arco de Tito todavía hoy está de pie en Roma, y muestra soldados Romanos llevándose la mueblería saqueada del templo.

ORIENTACIÓN

Vale la pena tomar nota que la orientación de los templos en Jerusalén era el revés de la orientación de las iglesias Cristianas. Un venerador en el Lugar Sagrado del Templo miraba hacia el oeste al Sagrado de los Sagrados o hacia el este a través de la entrada para ver el sol naciente. Las iglesias Cristianas normalmente tienen su entrada principal en el oeste y el altar en el este. Logias de Francmasones Operativos siempre han adoptado la orientación de los templos de Jerusalén, con la entrada en el este y el maestro en el oeste. La orientación de Logias de Francmasones Especulativos es la opuesta, probablemente porqué el compilador y editor de las ‘Constituciones de los Francmasones’ originales publicadas por orden de la Gran Logia de Inglaterra en 1723 E.V., el Reverendo Dr. James Anderson era un ministro Presbiteriano de gran influencia, quien normalmente hubiera adoptado la orientación de las iglesias Cristianas. No importa cual fue el origen del cambio de orientación en las Logias de Francmasones especulativos: este cambio ha causado confusión en la interpretación de su simbolismo ya que las palabras del ritual fueron adaptadas de su uso Operativo basado en su orientación original. Vale la pena citar al Dr. George Oliver, un distinguido miembro de la temprana Masonería Inglesa, quien dijo en sus lecturas sobre ‘Signos y Símbolos’: “La entrada principal de la logia debería mirar el este, ya que el este es el lugar de la luz, tanto física como moral, y por eso los hermanos tienen acceso a la logia como un símbolo de iluminación espiritual”.
Para completar, es un hecho que todas las sinagogas tienen un gran armario puesto en una pared. Este armario contiene los rollos de la Torah (la Ley Judía) y representa el Sagrado de los Sagrados. No importa donde en el mudo esté situada una sinagoga en particular, esta pared siempre mirará hacia Jerusalén.

RESUMEN

En pocas palabras, el Rey David conquistó Jerusalén alrededor del año 1.000 A.E.V., la hizo capital de su reino y trajo el Arca del Convenio a la ciudad. Solomón, su hijo, construyó un Templo que hospedó la Arca cerca del año 960 A.E.V. La gente gravitó hacia el Templo y lo hizo su centro religioso.
La destrucción del Primer Templo y de Jerusalén por Nabucodonosor de Babilonia en 586 A.E.V. sólo aumentó la santidad del sitio del Templo en los ojos de la gente, y cuando a ellos les fue permitido volver a su tierra, se volvieron hacia Jerusalén antes que todo. Aquí construyeron el Segundo Templo que se mantuvo por 600 años.
Durante todo este período, Jerusalén, y con más importancia el Templo, fue un foco esencial para la gente. En los libros de Jeremías e Isaías, los profetas predicen una época por venir cuando el Tercer Templo será reconstruido. Fuentes Midráshicas (interpretaciones antiguas de textos bíblicos Judíos) dicen que en esta ocasión la totalidad de la estructura aparecerá ya formada. Si los Francmasones estarán involucrados en este proceso, lo dejo a vuestros propios pensamientos y especulaciones.
R:.H:.V:. M:. Joseph Bruno Levy
B:. y R:. L:. Unión Justa Nº 351
Tomado de: http://logiaunionjusta.org/?page_id=257

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