Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

miércoles, 27 de enero de 2016

Frank Barrios: El Arca de Noé



Es apasionante, como cualquier tema bíblico, adentrarse para analizar sobre el arca de Noé, Personaje longevo, que a la edad de 600 años, recibe la encomienda de Yahvé de construir un navío que deberá tener dimensiones de 300 codos de longitud (135 metros), 50 codos de ancho (22.5 metros) y 30 codos de altura (13.5 metros).
Además de su familia, deberá guardar dentro de ella una pareja de animales selectos para preservar la especie, junto con granos y todo lo necesario para subsistir por tiempo indefinido. Se asemeja a una empresa como la de Jasón y los argonautas, quienes no conocían su destino ni tampoco el tiempo que iban a durar viajando por la mar.
Dios, arrepentido de haber creado a la especie humana vigente en ese momento, ya que se había degenerado, decide ponerle fin y busca entre los humanos un hombre justo, al cual entregarle la encomienda de construir ese barco conocido como "arca". Esta narración tiene mucha similitud con lo que escribió Platón, cuando dice que Dios se arrepiente de haber creado al hombre, porque su maldad era tan grande que no pasaba desapercibida ante sus ojos y decide eliminarle sobre la faz de la Tierra. Todas las religiones mencionan lo mismo y hacen énfasis a un diluvio que cubrió todo lo que existía sobre la superficie de la tierra. No pudo haber miles de diluvios, pero sí queda claro que en la mente de los jerarcas de antaño, quedó un recuerdo de una gran inundación que acabó con casi todo vestigio viviente en la superficie terrestre. Tampoco pudieron existir varios Noé, que salvaran a los habitantes que sobrevivieron. Esto indica que existían muchos cultos, y cada quien le dio su propio nombre, enfocando de una manera similar el hundimiento que hubo por agua, en aquel entonces. En Mesopotamia, se dijo que gracias a la astucia de Gilgamesh, logró que los justos se salvaran de la gran inundación. En religiones hindúes, Manú Baibasbata, rescata al pueblo elegido liberándolo de las embravecidas aguas. El Calendario Azteca menciona que los "hijos del tercer sol" fueron devorados por las aguas. Y en las principales religiones del mundo, cada quien nombra de manera distinta a quien salvó a los que estaban en gracia de Dios, del diluvio universal. Después de navegar sin rumbo fijo, el arca encalla en el Monte Ararat (Turquía) y según, ahí permanecen sus restos. Si me baso en lo que escribiera Platón, han transcurrido 25,000 años del hundimiento de Atlántida. La Biblia menciona la existencia de esta civilización, junto con el diluvio, que correspondió a la época de los atlantes, mencionando también la construcción de la "Torre de Babel" y la aparición de diversas lenguas, lo cual es una reminiscencia de la desaparecida Atlántida. Más de un aventurero y nación, se ha dedicado a la búsqueda de los restos del "Arca de Noé". Cada quien quiere llevarse la gloria de haberla encontrado y la investigación es interminable. Muchos dicen haberla visto y hasta fotografiado. Dogu Bayzit, pastor turco, dijo haber visto un extraño barco en el monte Ararat. Paul Parrot, de Francia, en 1829 y 1842, llevó a cabo expediciones sin éxito. El doctor Nourri, de India, aseguró haber estado dentro del arca. Las pruebas que iba a presentar le fueron robadas y enfureció al grado que tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico. Una rica admiradora de California lo ayudó a salir del nosocomio. Y otros tantos admiten haber estado en contacto con ese mitológico barco. En 1916, el piloto ruso, Vladimir Roscovitsky, quien prestaba servicio en la guarnición del zar Nicolás II, un caluroso día de agosto, junto con su copiloto, elevó vuelo en su avión que había sido dotado de un nuevo compresor, que le permitía alcanzar grandes alturas. Al llegar a los 4,500 metros de altitud, ensayaron sus máscaras de oxígeno e hizo algunos vuelos sobre el monte Ararat. Años después escribió que había localizado un pequeño lago congelado, y en una de sus orillas había visto al arca. Tenía los mástiles cortos, la cubierta era redondeada y había ahí un pasadizo que le pareció algo estrecho. Bajó la altura del avión y junto con su compañero, notaron que el casco estaba parcialmente desmantelado en un costado. En el otro había una gran entrada. Hizo 2 sobrevuelos más para cerciorarse de lo que habían visto, y al regresar a tierra nadie les creyó. El capitán de la base le pidió que le llevara a ese lugar. Aterrizaron en el sitio y ahí estaba la prueba, comunicándose con sus superiores para dar detalles del hallazgo. A los pocos días, Vladimir Roscovitsky fue trasladado a otro frente, y desde ahí se dio cuenta que el zar Nicolás II decidió enviar una expedición con 150 hombres para recabar esas pruebas. En 1917, los expedicionarios llegaron al sitio donde descansaba el arca. Tomaron fotos, medidas y restos para analizarlas científicamente. En octubre estalló la revolución bolchevique. Nicolás II fue asesinado junto con su familia. Los comunistas, por orden de León Trotsky, ocultaron las pruebas ya que se trataba de un paso por la tierra de la divinidad, y hasta la fecha se desconoce el lugar exacto donde quedaron. De salir algún día a la luz esta información, muchas dudas quedarán resueltas y quizá, caiga el dogma impuesto sobre lo que en realidad fue el arca de Noé.

Fuente: Diario de Xalapa

1 comentario:

  1. http://www.testimonios-de-un-discipulo.com/OGHUZ-KHAN-DESCENDIENTE-DE-YAFET-HIJO-DE-NOE.pdf

    ResponderBorrar