Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

viernes, 6 de julio de 2018

Las luces en la masonería


Los Masones pedimos LUZ para ser iniciados, esta luz nos hará ver el conocimiento, la verdad, nos iluminará el camino que debemos de recorrer como masones y salir así de las tinieblas. Este término de luz está mucho más extendido en nuestra cultura, ya que con frecuencia usamos las expresiones “ver la luz”, “estar iluminado” todos ellos en un contexto simbólico.

La Luz, identificada tradicionalmente con el espíritu o con la manifestación de la moralidad y de la sabiduría. La luz está en relación complementaria con la oscuridad. El simbolismo de la salida de las tinieblas hacia la luz está en todos los rituales de iniciación. Luz y oscuridad son los valores alternantes.
El término “Luz” en Masonería se refiere al conocimiento iniciático que los masones pretenden adquirir. “Conocer la luz”, es conocer la Verdad, adquirir la conciencia de un centro de luz, y en consecuencia, de fuerza espiritual.
La percepción de la luz es una experiencia sensorial con aspectos tanto físicos como emocionales. Las fuentes de luz natural han dado lugar a asociaciones que hoy se encuentran profundamente arraigadas en la psique humana. Sentimos que la luz del sol nos ofrece seguridad, calidez y claridad de visión, mientras que la luz de la luna y de las estrellas es mágica y misteriosa e induce al romance, a la contemplación y al asombro.
La luz nos sirve para iluminar o señalizar, tanto caminos como estancias, y sin el poco o nada podríamos hacer cuando la madre naturaleza no nos brinda la suya.
Dos son las fuentes de luz natural, el Sol y el reflejo de este sobre la luna. Cuando el hombre encontró el fuego, fruto del relámpago o quizás de la lava de algún volcán, encontró una nueva herramienta, la antorcha, que le permitiría dar luz aún cuando la madre naturaleza se la negaba.
Se encontró la manera de iluminar y señalizar, a voluntad, de apoderarse de las tinieblas en definitiva, pero todo ello tenía un inconveniente. La luz podía propagarse, podían encender nuevas antorchas de una ya existente (se podía propagar el fuego), pero no podían generar, tuvieron que pasar muchos más años hasta que el hombre fue capaz de generarlo. Eso obligó a tener los “Guardianes del Fuego”, quienes velaban día y noche porque permaneciera siempre vivo. Si el fuego se apagaba, eran castigados enterrándolos vivos. He aquí una prueba de la importancia del uso y control de la luz, para poderse apoderar de la noche.
Hoy en día, la luz es tan importante como entonces, pero afortunadamente, la tenemos mucho más accesible. No nos cuesta trabajo iluminar una estancias o señalizar un camino, pero sin duda el no hacerlo lleva consecuencias impredecibles (recordemos el apagón de New York en 2003 y el de Barcelona recientemente)
Tomado de: -http://www.src35.com/sabermas12.htm

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