- Marbella acogerá unas jornadas sobre los orígenes y símbolos de la organización
- Una exposición de casi 400 piezas utilizadas en rituales secretos forman parte de la cita que arrancará hoy
Todavía hoy lo que ocurre en el interior de los templos masónicos, en
ellos se queda. Las logias siguen aferradas a ritos y símbolos vetados a
los ojos de los profanos. Un hecho que ha contribuido a lo largo de los
siglos a envolver a la institución en un halo de misterio que ha
crecido paralelo a una fama controvertida. La masonería moderna quiere
ahora sacudirse sus estigmas. Así lo pretende, al menos, la Gran Logia
de España, a la que pertenece la Gran Logia Provincial de Andalucía (hay
otras logias, incluso, las que sólo agrupan a mujeres). ¿Pero cómo
quitarse de encima el marchamo de organización secreta y elitista?
Sacar
a flote algunos de los objetos que la masonería utiliza en sus rituales
parece un buen comienzo. Y así lo hará. La ciudad de Marbella acoge
unas jornadas, dirigidas al ciudadano de a pie, en torno a la
institución, sus símbolos y fundamentos, que se desarrollarán entre hoy,
jueves, y el viernes 30 de enero.
El masón Manuel Barea, Gran Oficial de la Gran Logia Provincial de
Andalucía y Venerable Maestro de la Respetable Logia Millennium 122 de
Marbella, explica que hasta ahora la masonería ha organizado jornadas
similares en ámbitos academicistas, pero que existe una nueva corriente
para mostrarse al mundo. «Este año hemos puesto en marcha un plan de
apertura a la sociedad para desmitificar la masonería. En la actualidad,
se nos sigue viendo desde unos ángulos muy novelescos que distorsionan
nuestra imagen más de lo que ya estaba tras una época negra en la que
estuvo muy perseguida por el régimen de Franco», subraya.
Apertura discreta
La apertura de la que habla Barea en Marbella será, pese a todo,
discreta. Junto a la exposición se celebrará un ciclo de cinco
conferencias impartidas por cuatro masones y una historiadora, la única
mujer que participará en las jornadas como guiño al género femenino, que
en la masonería regular se agrupa de forma segregada. El anterior Gran
Maestre de la logia andaluza y profesor de la UNED, José Carrasco, y los
también masones Pedro Alamillos (director general del Hospital de
Jerez), el médico Sergio Martínez y el investigador y poeta Luis Díaz
abordarán el fenómeno desde distintos prismas, mientras que la
historiadora Carmen Amate disertará sobre el desarrollo de la
institución en el medio rural andaluz.
La muestra, por su parte, reunirá objetos datados desde primeros del
siglo XIX procedentes del Museo Masónico de Andalucía. Documentos,
mandiles, joyas o fotografías serán expuestas en las salas del Cortijo
Miraflores, centro cultural donde también se desarrollará el ciclo de
conferencias.
En Marbella, podrán verse alrededor de 400 de los 4.800 objetos
catalogados en el museo. Entre ellos, algunos tan llamativos como sellos
de la Casa Real Inglesa, con simbología masónica, con y sin matasellos,
o un ejemplar desgastado, titulado ‘Historia General de la Masonería’,
editado en Barcelona en 1883. La pieza más antigua será una Biblia
impresa en 1.804 en Reino Unido y sobre la que los iniciados han
realizado juramentos. De hecho, pueden hacerse sobre cualquier libro
sagrado, como también lo es el Talmud o el Corán. La masonería regular,
que cree en la existencia de un Dios único al que llama Gran Arquitecto
del Universo, prohibe toda discusión política o religiosa en el seno de
la Orden, pero no censura ni impone a sus miembros ninguna convicción o
práctica religiosa. «Respeta las creencias de cada uno», afirma Barea,
que se declara cristiano.
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