“La
Masonería no ofrece nada a quienes osan tocar a sus puertas y logran ingresar,
pero si le exige todo a quién entra en ella…” así dice una de las consejas más
arraigadas que impera dentro de la Orden Masónica, no sólo aquí en Venezuela,
sino, en la Masonería Universal.
Y aún
cuando nada ofrece a los que buscan ingresar a ella, una vez cruzado el umbral,
los masones encuentran mucho más de lo que pudieron haber pensado que
conseguirían antes de franquear sus puertas y encontrase dentro del Templo.
Realmente, lo que se consigue es una vida diferente, una vida total y
absolutamente distinta a la que llevaba como un caballero profano, ya que
después de haber pasado por la Iniciación Masónica, el hermano se ve obligado a
cambiar totalmente su forma de ver y vivir la vida, pero esto es por
conciencia, por necesidad propia, no por imposición externa.
Porque siendo él
un Iniciado, es por consiguiente un “Hombre Libre y de Buenas Costumbres”, y ya
que, la Masonería es “El estudio de las Ciencias y la práctica de las
Virtudes…”, y habiéndose comprometido a cumplir fielmente los Principios
Masónicos; el nuevo hermano tiene que cumplir con la practica constante de los
más altos valores morales y éticos, y cumplir con los demás requisitos que
harán de él un verdadero Masón. Tiene el deber de estudiarse a si mismo, y ha
de practicar las virtudes, porque solamente con esa combinación le hará libre
de las cadenas que le imponen los vicios y las pasiones al resto de la
humanidad. Solamente así podrá ser reconocido como un digno Masón, y un
Iniciado Real.
La
Masonería, como escuela iniciática y medio de perfeccionamiento, no ofrece nada
a nadie, pero aquel que llegue a poner en práctica sus nobles principios, verá,
repentinamente, que se encuentra en un oasis ubicado en medio del caos de la
vida actual, de las ambiciones personales, del egoísmo, de la violencia
inclemente. Porque eso es lo que ofrece la Masonería a todo aquel que llegue a
ella con un corazón abierto y en actitud receptiva: “…una grata y refrescante
sombra en medio del sol abrazante de los deseos materiales y animales…”
Por
qué motivo la Masonería le exige todo a sus miembros..? Pues porque para poder
alcanzar la meta mas elevada es imprescindible darlo todo, es inevitable que
exista una entrega total. El precio que debemos de pagar por cualquier cosa que
deseemos adquirir, tiene que ir de acuerdo al bien que estamos adquiriendo, y
como lo que buscamos en la Masonería es el bien más elevado, el pago tendrá que
ser el pago máximo.
Hay
que hacer el mayor esfuerzo, y cuando mayor sea este, mayores han de ser los
frutos que hemos de cosechar. Es nuestra acción la que determine la cuantía y
el valor de los que hemos de recibir, aunque no estemos esperando nada a
cambio, en la Masonería el hombre consigue lo que no consigue en ninguna otra
parte: Elevarse por encima de las supersticiones, los vicios, el fanatismo y la
ciega obediencia a los dogmas que tanto daño le han hecho a la Humanidad.
Escrito
tomado del Libro “Breve Introducción a la Masonería” del Q.·.H.·. Federico
Landaeta.
Tomado de: http://logia-luzdelcaribe-44-ptola-cruz.blogspot.com/search?updated-min=2011-01-01T00:00:00-04:30&updated-max=2012-01-01T00:00:00-04:30&max-results=4
No hay comentarios.:
Publicar un comentario