“Algunas logias parecen la sala de espera de Dios”, señalaba de manera ácida esta misma semana un masón a 'The Independent'.
Su pirámide poblacional es clara: aunque entren muchos jóvenes, la
mayor parte de los adeptos son personas de avanzada edad cuyas
posiciones, a medida que fallecen, no son ocupadas por las nuevas
generaciones. De ahí que, como asegura la prensa inglesa, los masones de
las logias
británicas hayan decidido llevar a cabo un cierto lavado de cara para
convencer a más jóvenes de que se apunten a sus reuniones.
La
tasa de crecimiento de la membresía de los últimos tres años en la Gran
Logia de España es del 8%, una de las más altas de Europa.
“No
es que esté sugiriendo que debamos convertir nuestras reuniones en una
pantomima, sino más bien que no hace ningún daño que parezca que lo
estamos pasando bien”, ha explicado el gran maestro Peter Lowndes,
segundo del Duque de Kent en la logia inglesa, durante una reunión en
el Gran Templo. Entre otras recomendaciones que los líderes masones han
realizado a sus miembros se encuentran que sonrían y que eviten ser
demasiado críticos. Un desesperado intento de redibujar la tópica imagen
de una masonería formada por gruñones varones de avanzada edad.
Y en España, ¿qué?
La
situación parece ser muy diferente en nuestro país, a juzgar por lo que
explica el equipo de comunicación de la Gran Logia de España a El
Confidencial. “La tasa de crecimiento de la membresía de los últimos
tres años es del 8%, una de las más altas de Europa”, explican. “Somos
una de las Grandes Logias con mayor tasa de masones jóvenes del mundo y
todos los años hay un encuentro del Gran Maestro con masones jóvenes”.
La cifra que maneja la organización es de 2.600 miembros. Como ellos mismos reconocen, una cifra muy lejana de cualquier país donde la institución se haya desarrollado libremente”.

En
Inglaterra actualmente hay 7.401 logias (casi tres veces más que
masones hay en España) y los miembros son 204.775, un número cercano a
la población de una ciudad como Móstoles. Es obvio: mientras que en
Inglaterra (al igual que ocurre en EEUU, Escocia o Inglaterra) la
masonería no solo ha estado permitida, sino que sus miembros han ocupado algunos de los puestos más importantes de la política (Winston Churchill lo fue, así como los reyes Eduardo VIII y Jorge IV),
en España ha sido siempre vista con desconfianza, cuando no perseguida
con virulencia. Durante la dictadura franquista, la masonería fue
prohibida y acusada de haber jugado un rol clave en la decadencia del Imperio Español. No sería hasta el 14 de mayo de 1977 que se consagró la primera Logia española en más de 40 años.
De ahí que, como asegura la Gran Logia de España, “el número de miembros no ha dejado de crecer desde el retorno de la democracia a nuestro país y la Masonería Española goza de uno de los períodos de mayor proyección internacional
de su historia”. A diferencia de las veteranas logias inglesas, la
composición de las organizaciones españolas es mucho más joven, de ahí
que sus esfuerzos de comunicación, como ellos mismos explican, tengan
otros objetivos.
Si felicitamos a los nuevos miembros, en lugar de castigarlos, conseguiremos que se queden y detener nuestra caída en cifras
“Nuestra comunicación se centra en superar años de propaganda masofóbica,
en explicar que la masonería es una luz tricentenaria de los principios
y valores que hicieron posible el inicio de la convivencia en España hace 40 años,
que desde hace 300 somos una institución empeñada en forjar seres
humanos más libres en su pensamientos y fraternos con sus semejantes”,
explican a El Confidencial. Parte de los objetivos de la Gran Logia
Inglesa consisten en, precisamente, despojarse de la imagen de
secretismo y opacidad que se ha asociado con los masones.
Cómo se lleva a cabo un 'rebranding'
Los
masones ingleses aprovecharán el 300 aniversario de la logia pionera
para darle una capa de barniz a su imagen y promocionar sus obras. El
último discurso del maestro Lowndes en el Freemasons' Hall londinense
fue grabado por Sky Channel,
que está produciendo un documental sobre los masones que se emitirá el
próximo año. No solo eso, sino que el coste de la membresía se ha
reducido para los menores de 25 años y los más jóvenes están animado a
la organización a utilizar las redes sociales como una herramienta para darse a conocer entre las nuevas generaciones.

en Burdeos en 2008. (Reuters/Regis Duvignau)
Otro
problema acuciante que el propio maestro Lowndes ha reconocido es el
trato que los viejos adeptos dispensan a los más jóvenes. “Todos podemos
citar momentos en los que un miembro mayor de la logia ha sido poco
agradable con un miembro nuevo que, quizá, ha tenido un lapsus durante el ritual”,
señalaba a sus compañeros. “No tengo ninguna duda, camaradas, de que si
animamos y felicitamos a los nuevos miembros, en lugar de castigarlos,
conseguiremos que se queden y darle la vuelta a nuestra caída en cifras
que ya está ocurriendo en algunas provincias y distritos”.
¿Qué desea un joven masón?
El artículo publicado en 'Freemasonry Today', y titulado de manera muy
apropiada “Masones 'millenial': cómo los veinteañeros y treintañeros
están cambiando el oficio” recoge los testimonios de algunos jóvenes
miembros. Uno de ellos es John, un informático que aboga por
preservar los rituales tal y como están, pero que lamenta lo pronto que
empiezan algunas reuniones (a las cuatro de la tarde, por lo general),
lo caras que resultan las cenas y la falta de formalidad en algunas
logias. Para Tim, de 34 años, ser masón para un joven “es como un curso de desarrollo personal”.
“Hay muchos empollones que disfrutarían de la masonería”, explica
Richard, que además de quejarse también del precio de las cenas,
reconoce que “socializar con gente fuera de tu grupo de edad a veces es
complicado para los más jóvenes”. Como explica la Gran Logia de España,
“la masonería en estos momentos hace frente a la paradoja de su madurez,
de su éxito: ¿es necesaria en el siglo XXI allí donde su propuesta es parte integral del ideal democrático
que queremos construir?” Solo el tiempo responderá la cuestión y si la
masonería sigue apelando a las jóvenes generaciones por su defensa de la
tolerancia y la fraternidad (o por la fascinación que produce
su misterio, dirán los más cínicos) o si terminará cayendo en el olvido.

La masonería española se sacude el misterio
“Hay muchos
empollones que disfrutarían de la masonería”, explica Richard, que
además de quejarse también del precio de las cenas, reconoce que
“socializar con gente fuera de tu grupo de edad a veces es complicado
para los más jóvenes”. Como explica la Gran Logia de España, “la
masonería en estos momentos hace frente a la paradoja de su madurez, de
su éxito: ¿es necesaria en el siglo XXI allí donde su propuesta es parte integral del ideal democrático
que queremos construir?” Solo el tiempo responderá la cuestión y si la
masonería sigue apelando a las jóvenes generaciones por su defensa de la
tolerancia y la fraternidad (o por la fascinación que produce
su misterio, dirán los más cínicos) o si terminará cayendo en el olvido.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-08-11/mason-millenial-jovenes_1244646/
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