Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

viernes, 12 de agosto de 2016

Isaías A. Márquez Díaz: a dos siglos, sin sus restos

Arribamos al ducentésimo aniversario del tránsito hacia la eternidad del “primer criollo universal”, Generalísimo Francisco de Miranda, combatiente efectivo en tres continentes: África, Europa y América. Participa, además, en los tres acontecimientos magnos de su momento: la  Independencia de EEUU, adonde llega por Newbern, Carolina del Norte, procedente de La Habana, a bordo de la balandra “Prudent”, el 10/6/1783 por la noche, lo cual hace con astucia y buena suerte, pues sobre él pesa una orden de detención por las autoridades militares españolas, a causa de infundios nacidos de intrigas y rivalidades.
Sale con ayuda del general Juan Manuel Cajigal. Capitán, de apenas 33 años, pasa una temporada larga y provechosa en EEUU, hasta el 15/12/1784, donde propicia el diálogo. Pero, sobre todo, su inquietud por contactar con los personajes más relevantes, como el general George Washington, Alexander Hamilton, el general Knox  y Thomas Paine, autor de “Common Sense”, marqués de Lafayette. El tiempo de Miranda en EEUU pauta lo que serían sus viajes; sus dotes de poliglota, de escritor pertinaz y acucioso, quien desea saber y aprender todo a cada paso. Transmite al ejército estadounidense sus conocimientos y experiencias marciales.
Se aboca, además, en la Revolución Francesa y en la lucha por la libertad de Hispanoamérica. No obstante la ojeriza que los mantuanos tenían en contra de  su padre por ser este comerciante -panadero-, inicia, en 1762, estudios de latinidad de menores y, luego, Artes (bachillerato) en la Universidad de Caracas. Pero, poco antes de cumplir los 21 años. Y, deseoso de servir en el ejército real, viaja a España, el 25/1/1771, donde cursa Matemáticas, así como idiomas: francés, alemán, inglés  y  geografía; luego, constituye su biblioteca con obras de filósofos y enciclopedistas. Algunas de ellas, objetadas por la Inquisición española. Quizá se inicia como masón en 1783,  en la logia de Filadelfia. Su padrino iniciático es el general francés Mario José Lafayette. Asimismo asiste a las logias de New York y se reúne con George Washington en dichos predios. Recibe el grado de compañero en Londres en 1785 y de maestro, en París,  1797. Y, hacia fines de 1798 funda en Londres la logia “Gran Reunión Americana”, cuestionada por algunos historiadores masones, ya que obvia los rituales, por priorizar ideales republicanos. De ahí, dudas sobre su “identidad masónica”. Pero, se le estima  padre de la masonería latinoamericana.
Desde 1972 la devolución de sus restos, unas 14 piezas óseas, yacen en un arcón de madera guardado en su celda de La Carraca, a la espera del protocolo  que lo certifique. Y, traerlos a su tumba en el Panteón Nacional ¡Bochinche! ¡Bochinche! -traba burocrática-, exclamaría.
isaimar@gmail.com

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/dos-siglos-sin-sus-restos_346538

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