Como consecuencia del 19 de Abril de 1810,
Miranda ya en suelo venezolano ―a pesar de la opinión en contra de
muchos, que ven en el Precursor un elemento de perturbación a los
intereses que quieren proteger― hace que se declare la Independencia.
Sus intervenciones magistrales los días anteriores mueven el tapete de
la reacción criolla, por ello las dos pinturas que recuerdan el magno
día, la de Juan Lovera y la de Martín Tovar y Tovar, ponen en primer
plano al Protolíder de la Independencia de América.
Pocos hablaban de emancipación, los
diputados eran sumamente cautos. Miranda hijo ilustre de Caracas, que se
incorpora tarde a la asamblea como Diputado por el Pao, Barcelona,
enciende la mecha independentista en la Sociedad Patriótica y en el
Congreso, que se reunía en la casa del Conde de la Granja y luego pasa a
la Capilla de Santa Rosa en el Seminario y Universidad. Con
conocimientos y cultura, Miranda rebate los argumentos, excusas y
posiciones.
Declarada la Independencia, el 5 de Julio,
es nombrada una Comisión de Símbolos para a la Provincia de Venezuela
sus nuevas enseñas. Integraron dicha comisión el viejo veterano y
general de dos mundos Francisco de Miranda, el Capitán de Fragata Lino
de Clemente y el capitán de Ingenieros, oficial de origen peruano José
de Sata y Bussy. Dicha comisión presentó un diseño de bandera y
escarapela que debía adoptar el nuevo país.
La Comisión escogió la Bandera y
Escarapela de tres colores primarios, pero esta vez, cambiando uno de
ellos, es decir, el amarillo en la primera franja que será más ancha. No
era la vieja bandera, símbolo de una empresa que terminó en fracaso,
(Azul, Amarillo y Rojo), como se disponen los colores del Arco Iris. (*)
¿Por qué razón no se escogió la Bandera
Madre? Había sido quemada en dos oportunidades: el 21 de julio, en la
explanada del Castillo de San Felipe en Puerto Cabello; y, en Caracas
los primeros días de agosto, justo cuando Miranda ha desembarcado en
Coro, el verdugo Pedro Vicente Oliva en la Plaza Mayor caraqueña quema
la bandera, las proclamas, la efigie de Miranda rodeado de público y las
fuerzas vivas de la ciudad, teniendo como utilería de fondo las diez
cabezas cortadas de los oficiales del la Expedición de la Libertad,
ejecutados en Puerto Cabello. Todos ellos norteamericanos, más un polaco
y un portugués.
Allí en la Plaza Mayor de Caracas (hoy
Plaza Bolívar), cinco años más tarde Miranda oficiará una simple
ceremonia de reivindicación por todos los caídos en la causa de la
independencia, acompañado de los dos hijos del mártir José María de
España, José María y Prudencio cadetes abanderados del Batallón de
Veteranos, que ondean la Bandera de la Patria recientemente estrenada.
Después de ser arrestado Miranda, ese
trágico 31 de julio de 1812, y todavía después de muerto en La Carraca,
la Independencia va sobre los caminos que él abrió. Sobre sus ideas, su
acción, el mundo de relaciones y las estructuras, que fueron utilizadas y
con razón suma por la nueva generación de hombres que emprende la tarea
de independizar a Venezuela y a la América, porque son creaciones de un
ser superior: Francisco de Miranda.
(*)Hay libro nuestro, de Carlos
Edsel González y un servidor, Carlos Maldonado-Bourgoin, La Bandera
Nacional. Tres momentos estelares de su historia. Monte Ávila Editores,
2006, donde por fuentes primarias, Autos llevados a testigos en La Vela
de Coro y Coro, se prueba suficientemente la verdad a medidas dicha por
nuestros historiadores clásicos.
Fuente: http://jrotazo.blogspot.com/2013/07/el-5-de-julio-de-1811-y-francisco-de.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario