
“España no ha tenido jamás en su Historia una Carta Magna como la 
Constitución de 1978”. Con esta glosa enmarcó el catedrático y jurista 
catalán Joan Francesc Pont su conferencia, pronunciada este viernes en 
el Ateneo de Madrid bajo el lema El proceso electoral: cambio de gobierno o cambio de régimen,
 en un acto presentado y moderado por el presidente ateneísta Enrique 
Tierno Pérez Relaño, con la participación del escritor Manuel Espín y 
del periodista Víctor Claudín. Joan Francesc Pont, catedrático de 
Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Barcelona,
 es máximo responsable de la francmasonería liberal española, de la que 
es Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico de España.
 “La 
Constitución de 1978, que tuvo el privilegio de contar con un Preámbulo 
redactado por el profesor Enrique Tierno Galván,
 por vez primera en la Historia de nuestro país, garantiza el libre 
desarrollo de la personalidad, por tratarse de un proyecto de 
convivencia en libertad”. A propósito de su posible reforma, el 
conferenciante destacó: “Tengo para mí que algún cambio podría hacerla 
empeorar”.
Para el catedrático y dignatario masónico catalán, “estamos ante un 
régimen político que ha sido puesto en cuestión, en este año 2015, en 
cuatro convocatorias electorales distintas, cuando bien pudieran haberse
 unido las cuatro en una sola, lo cual hubiera requerido únicamente un 
poco de coordinación”. A su juicio, “los electores, a los que se les 
trata como si fueron tontos, son capaces de discernir perfectamente 
sobre las opciones que votan en cada una de ellas”.
“La calidad de nuestra democracia”, admitió, “es sin embargo 
francamente mejorable”, pero subrayó que “si es populista afirmar que 
todo tiene solución, es cínico decir que nada lo tiene”. De tal manera 
definió el margen de actuación política dentro una democracia como la 
española, donde enunció algunos de sus males como “las listas 
electorales cerradas y bloqueadas”, “los parches con los que se ha 
llenado la educación”, o bien otros que desembocan en “el lento avance 
de las libertades, mientras existe el peligro de que retrocedan”. Y 
sentenció: “La libertad consiste en la sabia administración de los 
límites que hacen posible la convivencia”.
Por otra parte, Pont destacó que hoy “la clase media se encuentra 
decepcionada porque hasta la llegada de la democracia, nunca había 
gozado de un estado de Bienestar”, si bien matizó que “España accedió a 
tal disfrute cuando algunos de sus principales logros ya estaban en 
regresión en Europa”. Y apuntó: “La crisis nos hacía ver que estábamos 
perdiendo cosas que aún no habíamos conseguido”.
En otro apartado de su conferencia, Pont propuso “aprender la 
política de la coalición”, basada a su juicio en el respeto a la 
pluralidad de opciones. “Todos los partidos políticos que obtengan 
representación van a tener que aprender a colaborar y a ser leales entre
 ellos”. Hasta ahora, de las escasas coaliciones registradas, dijo, “el 
pacto entre PSC, ERC e Iniciativa se saldó con un fracaso, pues hubo 
tres gobiernos y ello contribuyó al desprestigio de las coaliciones, que
 se acentúa si las fuerzas coaligadas no aprenden a valorar la necesidad
 de servir a ese pacto, que no puede ser entendido nunca como una 
imposición sino como un acuerdo”. Esta carencia la definió como una 
“asignatura pendiente”, que cobra todo su alcance ante los actuales 
pronósticos electorales, que apuntan a una multiplicación de las 
formaciones políticas con representación parlamentaria tras las 
elecciones del 20 de diciembre.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/10/24/actualidad/1445703472_311304.html
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