El yacimiento megalítico de Stonehenge, en el condado inglés de Wiltshire,
es uno de los rincones más enigmáticos de todo el planeta.
Tras décadas y décadas de intensas investigaciones,
los arqueólogos e historiadores todavía se enfrentan
a un buen puñado de interrogantes que responder
sobre el imponente monumento neolítico.
es uno de los rincones más enigmáticos de todo el planeta.
Tras décadas y décadas de intensas investigaciones,
los arqueólogos e historiadores todavía se enfrentan
a un buen puñado de interrogantes que responder
sobre el imponente monumento neolítico.
Aunque cada vez es más lo que sabemos sobre este impresionante conjunto de piedras, los especialistas todavía ignoran a ciencia cierta cuál fue, por ejemplo, la finalidad exacta de
esta increíble manifestación de las capacidades del hombre
prehistórico. Y durante años, otra de las preguntas que ha intrigado a
los investigadores está relacionada con la propia forma del yacimiento.
Tras muchos años, esta pregunta podría haber quedado resuelta definitivamente gracias
a un reciente hallazgo. Y, aunque resulte difícil de creer, el
descubrimiento no ha tenido lugar gracias a nuevas excavaciones o al
análisis de datos recopilados en estudios anteriores, sino a una
afortunada coincidencia.
El año pasado, en el verano de 2013, la
zona del condado de Wiltshire sufrió una pequeña sequía que obligó a los
responsables de Patrimonio Inglés –la
institución que gestiona el yacimiento de Stonehenge–, a emplear
mangueras para regar la hierba que normalmente crece de forma abundante y
sin ayuda gracias a las copiosas lluvias de la zona.
Fue
Tim Daw –uno de los cuidadores del recinto–, quien se percató de algo
extraño al revisar el sistema de riego. Una de las mangueras resultaba
demasiado corta para regar adecuadamente la zona donde el “anillo” de
Stonehenge aparece incompleto y, justo en esa zona seca, Daw descubrió
una serie de parches o manchas de color marrón.
Tras pensar en que iba a necesitar una
nueva manguera más larga, Daw cayó en la cuenta de algo sorprendente:
aquellas “manchas” marrones coincidían justo con los lugares que habrían
ocupado unos megalitos en caso de que el círculo de Stonehenge hubiese
sido “perfecto” en origen.
Para
confirmar que no estaba dejándose llevar por la emoción sin motivo, Daw
llamó a uno de sus compañeros, quien le confirmó que su impresión era
la misma. A continuación, el paso siguiente fue avisar sin demora a los
arqueólogos del yacimiento.
Sin pérdida de tiempo, los especialistas
realizaron fotografías aéreas para registrar la posición exacta de
aquellos “parches” marrones que habían aparecido con la sequía en la
parte sudoeste del monumento, antes de que una lluvia inesperada pudiera
borrar de nuevo su rastro.
En efecto, los arqueólogos comprobaron que estas
marcas parecían coincidir con el lugar que habrían ocupado las
hipotéticas piedras que faltarían si el círculo fue originalmente
completo, y además destacaron otro hallazgo: una marca similar se observaba en el punto exacto en el que el ingeniero William Gowland había
excavado zanjas durante un estudio en el año 1901. Las marcas
descubiertas por Daw gracias a la sequía estarían mostrando por tanto
zonas donde la tierra del yacimiento había sido removida.
Aunque el descubrimiento –que ha sido publicado en el último número de la revista de arqueología Antiquity–
sirve de evidencia para apoyar la hipótesis de que Stonehenge pudo
haber sido originalmente un “anillo” perfecto, siguen quedando algunos
interrogantes. Tal y como reconoceSusan Greaney, historiadora de Patrimonio Inglés, queda por explicar qué habría pasado con las piedras faltantes.
En opinión de esta especialista, es
posible que fueran extraídas para su reutilización en la construcción de
casas de la región, o incluso en algún camino, pero a día de hoy es
imposible responder a esta pregunta. En cualquier caso, el
descubrimiento realizado por Tim Daw demuestra que todavía es mucho lo que nos falta por averiguar sobre Stonehenge y, al mismo tiempo, que en ocasiones el azar puede ser un magnífico aliado de los investigadores.
Fuentes: The Guardian / Antiquity
Fuente: http://masoneria357.com/2015/02/01/stonehenge-revela-su-ultimo-secreto-iluminando/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario