Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Isidro Toro: Trascendencia



El conocimiento in extenso de terminología, utilizada en textos profanos y masónicos, es fundamental para poder elaborar nuestra línea de pensamiento en términos de libertad. En filosofía, un vocablo o una expresión, puede variar en su significado según lo trate una escuela o un autor. Trascendencia, como inmanencia, no escapan a lo predicho y se alimentan con nuevos alcances, particularmente con los enfoques que aportan la antropología filosófica.     

La masonería no tiene dogmas. La educación masónica tiene por objeto que cada individuo adquiera conocimientos para que, en el marco de su libertad de pensamiento, se desarrolle como individuo en la construcción de su Templo particular.


Desarrollo

Trascendente deriva del latín trascendere, que significa traspasar. Este término se contrapone a inmanente, según un diccionario de filosofía: “designa todo aquello que traspasa los límites de la conciencia y del conocimiento.(1) Lo que parece simple y elemental como metáfora con sentido personal, se torna algo más complejo en su aplicación en la filosofía. Lo trascendente es aquello que se encuentra «por encima» de lo puramente inmanente. Y la inmanencia es, precisamente, la propiedad por la que una determinada realidad permanece como cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar. La trascendencia supone, por tanto, la inmanencia como uno de sus momentos, al cual se añade la superación que el trascender representa.(2)

Por ende deducimos que una manifestación contiene una parte inmanente, su esencia, y otra trascendente, que es el añadido.

En teoría del conocimiento, el objeto conocido trasciende al acto cognitivo. Personalmente, una pregunta que plantea el problema es ¿qué será de nosotros después de la muerte? ¿Existe una supra mundanidad de la cual va a participar nuestra alma? Tenemos una vía en la respuesta afirmativa, creemos en la reencarnación o en la resurrección, por ejemplo; otra, la mundana, que usualmente es repercutir a través de los hijos o ser recordado por la realización de una obra extraordinaria.(3) Debemos señalar que la afirmativa y la terrenal no son excluyentes.   

En teología la trascendencia de Dios es objeto de debate. Unos plantean que Dios es absolutamente trascendente al mundo, que entre Dios y el mundo se abre un abismo que sólo Dios puede salvar; otros, sostienen que lo anterior pone en riesgo la relación Dios-Mundo; y los moderados que buscan formulas intermedias.(4)

La antropología filosófica hace aportes significativos al tema al registrar que se abren dimensiones nuevas al reconocer creencias y religiones. Lo trascendental es no aceptar el dogmatismo y si explorar el ámbito de lo religioso, como un espacio de la expresión de la consciencia, hasta ahora insondable, del ser humano.

El conocimiento tradicional, particularmente la escolástica, plantea cuatro propiedades que trascienden la entidad de cada uno y, por tanto, son propiedades predicables al ente en cuanto tal, a todo ente: Unum, verum, bellum et bonum: Unidad, verdad, belleza y bondad.(5)

Kant trata el tema con esmero distinguiendo entre trascendental y trascendente. Lo primero es referido a aquello que hace posible el conocimiento de la experiencia y no traspasa los límites de la misma; el segundo, denota aquello que se encuentra más allá de toda experiencia.  

La masonería no tiene dogmas, si herramientas y símbolos que coadyuvan en la comprensión que cada individuo hace de variados temas, en el marco de su libertad de pensamiento, y que ejerce con propiedad.

El masón si cree en un Ser Supremo. Lo percibe en la inmensidad del Universo. Le llamamos G:.A:.D:.U:., aplicando términos relacionados con la arquitectura, ya que somos obreros de nuestro Templo de virtud y el Gran Arquitecto es nuestro Maestro Constructor. Ahora, debemos tener presente que Arqui, en griego, significa sustancia primordial o primaria y tekton, constructor (7); o sea, somos operarios que tenemos presente la Causa generadora del Universo y consciente del hombre, como aprendiz de sus leyes, mediante la simbología masónica.      

Conclusión

La masonería no se pronuncia sobre aspectos metafísicos. Ello no es óbice para que investigadores aborden, desde el punto de vista personal, materias relativas al deísmo, teísmo, panteísmo, agnosticismo, entre otras; en las cuales es importante manejar los alcances de términos como trascendencia e inmanencia.

El conocimiento se caracteriza por ser exotérico o público, contrapuesto al esotérico. Desde el Norte tenemos acceso al primero y comenzamos a transitar hacia el segundo, en nuestra marcha hacia el Oriente. La armazón de la Educación Masónica son los emblemas, alegorías, símbolos y signos. El punto focal es la relación significado-significante, siendo diferente en el Orden Masónico, que en el mundo profano. A medida que adelantamos en el estudio, el significado que se nos descubre permite desarrollar aptitudes sobre la base de la formación de un espíritu crítico, pensamiento libre, lejos de fanatismo y superstición.

 Notas y bibliografía

1)     Martínez Echeverri, Leonor; Martínez Echeverri, Hugo. Diccionario de Filosofía Ilustrado. Editorial Panamericana, Bogotá, 1997. Pág. 554

2)     Wikipedia. Trascendencia.htm

3)     Albornoz, Hernán. Diccionario de Filosofía. Vadel Hermanos, editores. Valencia, Venezuela. 1990. Pág. 176

4)     Martínez Echeverri, Leonor; Martínez Echeverri, Hugo. Ob cit. Pág. 554

5)     Wikipedia. Trascendencia.htm

6)     Martínez Echeverri, Leonor; Martínez Echeverri, Hugo. Ob cit. Pág. 554

7)     Humberto Camejo Arias. Masonería Práctica. Fondo Editorial Moral y Luces. Maracaibo. Pág.197

No hay comentarios.:

Publicar un comentario