En las gestas caballerescas, Arturo demuestra su derecho innato a ser rey de toda Inglaterra extrayendo una espada
clavada en una gran piedra cuadrangular situada en el altar del templo,
variante de la «piedra de reyes» de la tradición de los Tuatha dé
Danam. Todo ste simbolismo general de la «piedra de fundamento» remite a
la idea axial o «polar» y la espada a un poder viril que hay que
extraer de ese principio. También puede significar liberar un poder de
la materialidad.
También el Grial aparece como piedra en varios relatos: el lapsit
exillis (empleados por Wolfram von Eschenbach) se ha interpretado por
los estudiosos como lapis erilis (Piedra del Señor), lapis elixir
(elixir alquímico), lapis ex coelis (piedra celeste), pues había sido
traído originariamente a la Tierra por un grupo de ángeles. En el
Wartburg Krieg, Parsifal encuentra la Piedra (Grial) y en otros él mismo
es la Piedra. Igualmete, el Grial, como piedra caída de la frente de
Lucifer, remite al simbolismo de las «piedras de rayo» (caídas del
Cielo).
Los hermetistas buscan la «piedra» exactamente como
los caballeros del Grial. No puede verse ni encontrarse, y sólo los
elegidos por casualidad o inspiración la hallan. Además ambos son de
naturaleza inmaterial. De esta piedra puede obtenerse el Arsénico, Emoticón smile
Azufre) bajo el cual se encuentra su «esposa» o Mercurio a la que él se
une. Es la Piedra Filosofal de los alquimistas, también asociada a la
Piedra Negra de la Kaaba.
En el símbolo masónico, la
«Piedra cúbica con punta» es una representación de la Piedra Filosofal
(la figura de un hacha de la cúspide representa el jeroglífico del
Polo).
PIEDRA BRUTA
Es la «materia prima»
indiferenciada, o el «caos», en la iniciación masónica. Por tanto,
identificada con el Aprendiz, simboliza el trabajo espiritual que ha de
de realizarse sobre aquél para eliminar sus imperfecciones y destruir
parcialmente su individualismo, fundamentalmente por la disciplina del
silencio.
PIEDRA DE FUNDACIÓN
Es la «primera piedra»
de la construcción, situada en el ángulo NE de la misma. Hay otras tres
piedras de fundación ubicadas en los tres ángulos restantes, siendo su
orden de colocación angular: SE, SO y NO. Son reflejos del principio
dominante del edificio, simbolizado por la piedra angular. La «primera
piedra» se asocia a San Pedro.
El primer lugar que ocupa en
Logia el masón recién iniciado es precisamente el ángulo NE de la misma.
Es allí que se le sitúa con los pies en escuadra y donde se le designa
con el nombre de «primera columna», refiriéndose a su «templo
espiritual». El ángulo NE del pavimento mosaico se asocia con la virtud
cardinal de la templanza. «Esta virtud debe ser de práctica constante en
todo masón», dicen las instrucciones del primer grado. Se encuentra en
estrecha relación con la guarda del corazón (custodia mentis), o la
sobriedad (nepsis), «vía de todas las virtudes y de todos los
mandamientos de Dios».
PIEDRA FUNDAMENTAL
Situada
en el centro de la base del edificio entre las cuatro piedras
fundacionales; se encuentra justo debajo de la «piedra angular» formando
con ella el eje vertical del edificio. Las relaciones de la «piedra
fundamental» con la «piedra angular» están vinculadas con las diferentes
«localizaciones» del lûz o «núcleo de inmortalidad». El lugar que ocupa
es el punto de caída de la «piedra negra»; la piedra fundamental es por
tanto su aspecto terrestre. Su simbolismo general remite a la idea
«polar».
PIEDRA ANGULAR
Simboliza el principio
dominante del edificio. Al estar situada en el domo de la cúpula que lo
corona, tiene una forma especial y única que la diferencia de todas las
demás y que hace que los constructores no puedan comprender cuál es su
destino. Sólo una categoría de constructores diferente a la de aquéllos,
los que han pasado «de la escuadra al compás» (masonería de Arco Real)
conoce su función. En alquimia se asimila al éter, así como a la «piedra
filosofal». Por su forma, sólo puede ser colocada desde fuera. A veces
se representa con forma de diamante.
Se relaciona también
con Lapsit exillis, «piedra parlante» (oráculo) y con la Lia Fail o
«piedra del destino», piedra de consagración de los antiguos reyes de
Irlanda, y más tarde de los de Inglaterra. Luego pasó a ser la piedra
setiyah (o ‘fundamental’) colocada en el Templo de Jerusalén debajo del
lugar del Arca de la Alianza, marcando el centro del mundo. Esta Piedra
debe ser asimilada a la Clave de bóveda del Cosmos completo.
En cierto sentido, puede identificarse con la Palabra perdida que
buscan los Maestros al simbolizar la identidad verdadera y secreta del
G.A.D.U.
PIEDRA CÚBICA
En Masonería simboliza
el cumplimiento de la obra. Es el equivalente a la Sal de los
alquimistas, zona neutra en la que se reencuentran y establecen las
influencias opuestas que proceden del Azufre y el Mercurio. El paso de
la «piedra bruta» a la «piedra cúbica» representa la elaboración que
debe sufrir la individualidad para devenir «apta» a servir de «soporte» a
la realización iniciática. Es la «obra al blanco» alquímica.
PIEDRA CÚBICA EN PUNTA
Su representación en el plano es la de la Tetraktys y el
«cuadrado de cuatro» (ternario superior y cuaternario inferior), figuras
ambas por las que juraban los pitagóricos. Herméticamente es la figura
de la «Piedra filosofal». Se encuentra en estrecha relación con el
símbolo del Polo cuando se completa con un hacha que parece en
equilibrio sobre el vértice, pues el hacha se dice ser la figura del
Polo.
Las expresiones inglesas Broached Thurnel y Diamond
Ashlar aluden posiblemente a este símbolo. Esta es la Piedra del
Compañero, pues lleva asociada la idea de una ascensión de la Tierra
(cubo) hacia el Cielo (pirámide), es decir, el paso del cuaternario al
ternario (Tetraktys). En el grado 30 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
también se encuentra esta piedra, pero cubierta de inscripciones
latinas y hebreas.
Extractado de Alexis Hatman, Diccionario Masónico, Barcelona, 2007, p. 151-157.
FOTO 1: Idealización del Templo de Salomón según el arquitecto jesuita del siglo XVI Juan Bautista Villalpando
FOTO 2: Escuadra y compás del siglo XV en un capitel de la catedral de San Juan Bautista de Saint-Jean de Maurienne, Francia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario