El Templo es el lugar en donde se desarrollan
los trabajos masónicos y se reúne la Logia. Es el centro de la vida masónica.
La francmasonería se ejerce en éste ámbito consagrado, severo y solemne. Es el
centro de la vida porque en él se practican y ejecutan los fortalecimientos
fraternales, los intercambios fructíferos, los trabajos de los días, se efectúa
un juego con el tiempo. La hora y la edad de los masones.
La arquitectura del templo, los
elementos de arquitectura que la constituyen y el espacio conformado por ellos
son un lenguaje que expresa la tradición iniciática milenaria de modo de
transformar, transfigurar el espacio real en un espacio simbólico.
En esta arquitectura, las cosas
ocurren. Ocurren los sucesos del trabajo, del accionar de la logia. Ocurre,
sucede el rito; se desarrolla la función litúrgica. Cada unidad, cada miembro
de este cuerpo espacial tiene una finalidad y una consistente función en la
simbólica.
Como todo lenguaje, puede el mensaje
del templo, estar estructurado por una sintaxis, por una semántica y por una
pragmática.
Se toman como sintaxis los elementos
que contribuyen a la generación de emplazamientos, de lugares.
Los sitiales, de entre los cuales los
tres principales se identifican con las luces del taller. El lugar del V:. M:.,
situado en una séptima grada, situado al Or:., desde donde el V:. M:. , que
representa la Sabiduría, concibe y dirige; el del 1er:. Vig:., en
una quinta grada, quien representa la Fuerza y es quien ejecuta, y el del Seg:.
Vig:. ,en una tercera grada, quien representa la Belleza y es quien adorna.
Los HH:. en sus CCol:. , al norte y al
sur, según su edad masónica. Este es el orden de los lugares de
perfeccionamiento y las obligaciones y derechos. La disposición en líneas
paralelas y enfrentadas recuerda el período de la Revolución Francesa y por
ello se denomina disposición jacobina.
El elemento principal de esta sintaxis
es el lugar del centro, lugar del Ara, altar central que contiene las tres
luces mayores, el libro y las herramientas principales del dibujo: la escuadra
y el compás.
El Ara es el lugar en el que
efectuamos nuestros juramentos, como manifestación visible de una energía
invisible y trascendente y en el que hemos aceptado nuestros compromisos
internos y hemos prometido cumplirlos.
Está iluminado por la luces de la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza.
El Ara parece estar en al centro de
gravedad del triángulo formado por el lugar del V:: M:. y los VVig:. . La
sintaxis de los lugares establece los rangos, las jerarquías, las señales de
autoridad y los sitios sagrados. A este espacio sólo puede ingresarse de
Occidente a Oriente.
Es pues el Ara el punto más importante
del templo, a partir del cual, se organiza toda la Logia y los trabajos que en
ella se realizan. Es el símbolo de lo invisible por excelencia, que él expresa
formal y sensiblemente, y a él mira simultáneamente toda la Logia, tanto el
Oriente como los otros puntos cardinales.
Se llama semántica al conjunto de
elementos que conforman el espacio- tiempo del templo.
El Templo masónico es un rectángulo
extendido de Oriente a Occidente, es decir “en dirección de la Luz”. Su anchura
es del Norte al Sur, desde la potencialidad hasta la plenitud, y su altura del
Cenit al Nadir, desde el firmamento hasta el centro de la tierra. Esto quiere
decir que prácticamente no tiene límites, es una representación del Universo.
Las Columnas, doce de ella, seis en
cada cara norte y sur sostienen el firmamento y rodea el ámbito. Delimitan y
establecen la pertenencia del lugar. Forman un espacio mágico.
El Sol y la Luna, muro oriental, recuerdan
los dioses primordiales, originarios del hombre. La Estrella luminosa o
flamígera es la representación de la ciencia secreta.
El templo está rematado con una bóveda
por cielo, humilde acto humano para aprehender las estrellas y la infinita
distancia.
En esta semántica, el templo nos
contiene, del mismo modo que nos contiene el cosmos.
Otro conjunto de elementos,
pragmática, contribuye a señalar los usos, las costumbres y los procederes
masónicos. Es la pragmática de la liturgia.
La Cadena, metáfora de unidad entre
los hermanos y, a la vez, singularísima imagen de lo infinito, infatigable, del
esfuerzo humano.
La luces rituales y las joyas o
emblemas de los oficiales en cada sitial.
El más evidente símbolo del templo:
las columnas B y J, símbolos del trabajo y el salario, rematadas con la granada
o el mundo, reflejos de la humanidad. A sus pies, las piedras que recuerdan el
origen corporativo y arquitectónico de la francmasonería universal.
En masonería no hay dioses. No hay
dogmas. Pero sí, hay templo, ¿a qué conveniencia debe responder el diseño de
nuestros templos?
Vitrubio dice que a la simetría, es
decir, la concordancia entre las partes y el todo y entre las partes entre sí.
Simetría de arquitrabes, capiteles,
cimacios, ábacos, volutas, espiras, módulos, golas, tímpanos, frisos.
Simetría de hermanos, maestros,
compañeros, aprendices, cadena universal, logias, valles, rituales, vigilantes,
altares, zodíacos, pensamientos, deberes y constancias.
Es decir, un templo a la razón y a la
conciencia elevada. Un templo laico constituido por hombres libres.
Esta es la arquitectura del templo.
.·.
Bibliografía.
La Arquitectura del Templo.- Revista
Masónica de Chile Nº 1-2 marzo-abril 1996
Q:. H:.Claudio López de la Maza.
Manual del Aprendiz.- Aldo
Lavagnini.
Cartilla de Instrucción Masónica.-
1er. Grado.
Fondo de Publicaciones Antonio Nariño
y Albarez.
Rafael Valencia, M.·. M.·.
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Or:. de Caracas, 20 de febrero de 2009 (e:.v:.)
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Fuente: https://lautaro.org.ve/biblioteca/minuto-masonico/2010-2014/2011-2/el-templo-y-el-ara/
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