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“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

domingo, 7 de febrero de 2016

Los secretos vaticanos por dentro: El papado visto por el cine

De "Las sandalias del pescador" a "Habemus Papa", el cine ha mostrado con amplitud el retrato del primer cargo de la Iglesia Católica, desde las intrigas de poder a la influencia política. 
La histórica renuncia de Benedicto XVI fue vaticinada por la comedia "Habemus Papa", de Nanni Moretti, pero los papas han tenido un papel muy versátil en el cine, desde el Julio II que atormenta a Miguel Angel en "La agonía y el éxtasis" a la crítica histórica a Pío XII en "Amén". 
"Todo cambia", de Mercedes Sosa, era la canción que Moretti eligió para su película, que cobró validez luego de la renuncia de Benedicto XVI, en la piel de un recién elegido Papa (Michel Piccoli) que decide tomarse un tiempo para pensar antes de aceptar wel cargo, y donde sus dudas deben ser esclarecidas por un psicólogo y que lo llevan además a escaparse del Vaticano, en un curioso caso de pánico escénico.
Ayer, la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio y su conversión en el papa Francisco también tuvo ritmo, puesta en escena y tensión dramática de lo más cinematográfica y ante la peculiaridad y opacidad del funcionamiento vaticano, el séptimo arte le ha dedicado no pocas miradas, desde la apología ultracatólica a la crítica demoledora. 
Ateniéndose al proceso recientemente terminado, los días inmediatamente anteriores a la fumata blanca, quizá fue "Las sandalias del pescador", la más famosa en retratarlo, al contar la historia ficticia de Cirilo I, encarnado por Anthony Quinn, elegido en la octava vuelta de votaciones y quien acaba interviniendo en una crisis nuclear entre China y la URSS. 
O quizá "El cardenal", que sin llegar a Su Santidad, expresó como ninguna, gracias al clásico cineasta austríaco Otto Preminger, las intrigas de poder y la complicada ascensión en el seno de la Iglesia, aunque también amparándose en la ficción. 
Por contra, con ambición de rigor histórico, "Amén", de Costa-Gavras, buscó repartir responsabilidades en el Vaticano, en concreto para Pio XII, por "lavarse las manos" ante las atrocidades del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. 
Basada en la obra de teatro "El Vicario", de Rolf Hochhuth, que causó tal escándalo que obligó al Vaticano a revisar ese episodio histórico, Costa-Gavras hizo la película evitando la polémica como "una metáfora sobre el silencio, la indiferencia e implicación que frente al extermino protagonizaron las autoridades políticas y religiosas de todo el mundo". 
Un papa y mecenas con mucho carácter y complejidad emocional era el que retrataba el inglés Carol Reed en "La agonía y la éxtasis", enfrentamiento entre Julio II (Rex Harrison) y el pintor Miguel Angel (Charlton Heston) alrededor de la creación de la Capilla Sixtina. 
En ella, las pinceladas del maestro chocaban con el carisma y la determinación del pontífice, al tiempo que dibujaban un interesante debate entre designios humanos y divinos. 
Un clásico espiritual como "Hermano Sol, hermana Luna", película biográfica de Franco Zeffirelli sobre San Francisco de Asís, incluía en su comunión del hombre con la naturaleza la figura de Inocencio III, que era interpretado por Alec Guinness y lucía como ejemplo de humildad. 
El cine también se hizo eco de la leyenda de "Papa Juan", que supuestamente ocultó su sexo para acceder a la figura de sumo pontífice, y Liv Ullman, musa de Ingmar Bergman, fue la encargada de darle vida en la pantalla. 
Y un hombre de procedencia italiana como Francis Ford Coppola, tras explorar los recovecos mafiosos en las dos entregas previas de "El padrino", ambientó el cierre de su trilogía en las intrigas del banco vaticano, el IOR, e incluso rodó la escena de la muerte de Juan Pablo I. 
Ese concepto de "familia" llena de poder y adalid del nepotismo tenía como referente histórico fundamental la casta de "Los Borgia", llevados al cine por el español Antonio Hernández con Lluís Homar como Alejandro VI. 
Pero el papa a veces ha sido secundario e interpretado incluso por Ringo Starr en "Lisztomanía", de Ken Russell, pero también por Max Von Sydow -que había sido ya sacerdote en "El exorcista"- como Clemente VII en "Una vita scellerata". 
Sin embargo, el actor especialista en papas parece ser John Gielgud, que hizo triplete como Pío XII en la miniserie "Escarlata y negro" ("The Scarlet and the Black"), el ficticio Pio XIII en la citada "Las sandalias del pescador" y como Pablo IV en "Elizabeth". 
En televisión, en cambio, ha habido papas que han acaparado todo el protagonismo en biografías realizadas desde la admiración, como "Juan Pablo II", en la que Jon Voight fue un convincente Karol Wojtyla, o el Juan XXIII encarnado por Bob Hoskins en "The Good Pope: Pope John XXIII".
Foto: Anthony Quinn en "Las sandalias del pescador".
http://www.latercera.com/noticia/cultura/2013/03/1453-513677-9-los-secretos-vaticanos-por-dentro-el-papado-visto-por-el-cine.shtml

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