Indice
1. Introducción
2. Carácter histórico de la filosofía.
3. Filosofía de la naturaleza
4. Filosofía del hombre.
5. Grandes sistemas.
6. Filosofía ética.
7. Neoplatonismo.
8. Visión de la modernidad.
9. Visión de la postmodernidad.
10. Conclusión.
11. Bibliografía y otras fuentes.
1. Introducción
2. Carácter histórico de la filosofía.
3. Filosofía de la naturaleza
4. Filosofía del hombre.
5. Grandes sistemas.
6. Filosofía ética.
7. Neoplatonismo.
8. Visión de la modernidad.
9. Visión de la postmodernidad.
10. Conclusión.
11. Bibliografía y otras fuentes.
1. Introducción
En este trabajo se trata el tema de las diferentes cosmovisiones filosóficas, desde el periodo cosmológico hasta la visión de la postmodernidad.
Comprende varias etapas y diferentes teorías que han hecho que la filosofía avance cada vez más y por consiguiente que tengamos una idea mas amplia de las cosas y su porque.
Este trabajo también contiene los nombres de los filósofos que con sus logros e ideas sentaron las bases de la filosofía.
La filosofía no es más que el intento del espíritu humano de establecer una concepción racional del universo mediante la autoreflexión sobre sus propias funciones valorativas, teóricas y practicas.
El termino filosofía, etimológicamente significa "amor a la sabiduría"; pero fue utilizado por los griegos clásicos como "la búsqueda del conocimiento por sí mismo". La filosofía comprende todas las áreas del pensamiento e incluye a la reflexión.
La filosofía se divide frecuentemente en cuatro ramas principales: ética (es el estudio de la moral y el juicio), estética (es el estudio de la naturaleza de la belleza), epistemología (es el estudio de los orígenes, validez y limites del conocimiento) y metafísica (el estudio de la realidad ultima).
Históricamente,
la filosofía tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero
antes de ella existía una forma de pensar prefilosófica. Y poco a
poco se dio un paso de un saber irracional a un saber lógico, y de un
saber dogmático a un saber que daba razones y explicaciones, hasta
llegar a un saber basado en las demostraciones.
2. Carácter histórico de la filosofía.
La
filosofía suele dividirse de distintas maneras, según sea el criterio
que se adopte. Aquí tomaremos el criterio basado en la problemática
de que se ocupan en las diferentes etapas y entonces tenemos:
EPOCAS.
|
SIGLOS.
|
PROBLEMÁTICA PRINCIPAL.
|
PRINCIPALES REPRESENTANTES.
|
Antigua.
|
VI a.C-V d.C
|
Sobre la estructura de la realidad.
|
Socrates.
Platón.
Aristóteles.
|
Medieval.
|
V-XV
|
La relación entre la fe y la razón.
|
San Agustín.
San Anselmo.
San Tomás.
|
Moderna.
|
XVI-XVIII
|
El conocimiento.
|
Descartes.
Hume.
Kant.
|
Contemporánea.
|
XIX y XX
|
Fundamentación de las ciencias.
|
Hegel.
Marx.
Russell.
Wittgentein.
Sartre.
|
La filosofía antigua.
La
filosofía antigua suele dividirse de distintas maneras según sea el
criterio basado en la problemática de que se ocupan en las diferentes
etapas; y entonces tenemos:
- Filosofía de la naturaleza (periodo cosmológico)
- Filosofía del hombre (periodo antropológico)
- Periodo de los grandes sistemas (epistémico-ontológico)
- Filosofía ética
- Neoplatonismo (periodo religioso)
Por
supuesto que el nombre de cada periodo sólo alude a la problemática
que predominó en dicho periodo, pero esto de ninguna manera indica que
sea el único tipo de problema que se aborda.
3. Filosofía de la naturaleza.
(Periodo cosmológico).
En
toda la primera etapa de la filosofía antigua, hasta antes de los
sofistas, el problema central de que se ocupan los filósofos es la
naturaleza; por eso, Aristóteles habría
de llamarlos los físicos, los investigadores de la naturaleza. Lo que
distingue a estos primeros filósofos de otros intentos anteriores
por explicar el origen del cosmos fue que su explicación la fundan
sobre un principio natural, y no sobre un principio mágicamente
revelado, mítico o religioso, como se había hecho hasta entonces. Con
ellos nace la convicción de que es posible conocer la realidad por
medio de la razón (convicción que se mantiene hasta nuestros días).
Geográficamente, a los filósofos de este periodo los encontramos ubicados en las colonias griegas del Asia Menor, en Jonia; en Abdera, en la costa de Tracia; y en el Sur de Italia, en las costas dóricas.
Milesios.
Se le llamo así al primer grupo de filósofos por haber nacido en Mileto, la mas poderosa de la ciudades griegas del Asia Menor. Con Tales, Anaximandro
y Anaxímenes de Mileto surge el objeto de estudio propio de la
filosofía en su primer periodo: la naturaleza. La cuestión ¿de dónde
procede todo? Es la pregunta que inquieta la mente de estos hombres y
los incita a buscar una respuesta elaborada por su intelecto.
Tales De Mileto: Todo procede del agua.
Es
el primer pensador que se plantea el problema del origen de todas las
cosas; el problema de saber qué es aquello de lo que están hechas
todas las cosas. Tales considera que detrás de la aparente variedad y
multiplicidad de objetos que hay en el universo,
ha de haber un elemento único del cual procedan y al cual vuelvan
cuando se corrompen. Para Tales, este primer principio es algo
material: el agua. Probablemente influyó en su afirmación el hecho de que el agua es necesaria para la vida y de que en ese tiempo se creía que la tierra
flotaba sobre el agua, además de que él vivía en Mileto, lugar
donde el mar baña incesantemente sus costas, y el ver que las semillas
son todas de naturaleza húmeda, que animales y vegetales la necesitan para vivir, lo lleva a la conclusión de que todo se reduce a agua.
Tal
afirmación de que todo procede del agua puede parecer ingenua a
primera vista; sin embargo, se toma en cuenta lo que significa dicha
frase:
En primer lugar, como ya mencionamos anteriormente, es la primera vez en la historia del pensamiento que se propone un elemento natural como origen de todas las cosas; ya no se atribuye a una fuerza personal –como ocurría en el mito o la religión
griega- ser la causa de todo lo que hay en el universo. Tales se
libera así de los prejuicios de la tradición y postula un elemento
material, sugerido por la razón.
Por otra parte, su afirmación tiene la novedad de sugerir para toda la multiplicidad de cosas del mundo un origen común.
Además, se vislumbra ya la conciencia de que, tras los continuos cambios que nos muestra la naturaleza –lo frío, lo caliente; la primavera y el invierno; la vida y la muerte, etc.-, se oculta un principio que en sí mismo no varía, y que podemos descubrirlo.
Hilozoísmo.
Junto a la idea de que el agua es la sustancia fundamental de la que derivan todas las demás cosas, Tales afirma que la materia
es como un organismo con vida, tal vez en este sentido decía que
"todo está lleno de dioses". A esta manera de concebir la realidad se
le denomina hilozoísmo. Y parece haber llegado a ella después de
observar la piedra del imán, a la que le atribuye vida porque atrae el
hierro.
Anaximandro De Mileto: todo surge del apeiron.
Si todo se originara del agua, como había propuesto Tales, entonces no existiría el calor
ni el fuego, pues el agua no engendra fuego, si no que lo destruye.
Además el agua no se puede transformar en algo completamente distinto
a ella. Anaximandro no está de acuerdo con la tesis
de su maestro, el pensó que el elemento primero del cuál surgen
todas las demás cosas habría de ser como una masa indiferenciada
–indefinida- de enorme extensión, en la que los elementos contrarios
frío - calor, seco – húmedo, etc. aún no estaban definidos, aunque
los contenía en sí de un modo latente o potencial completamente
fusionados. A este elemento primigenio Anaximandro lo llamó apeiron,
que significa: lo indeterminado o lo indefinido; y se caracteriza por
ser inmortal e indestructible, además de moverse por sí mismo.
Del
apeiron surgen todas las cosas, pero el apeiron no es ninguna de esas
cosas determinadas a que da lugar. Este surgir de las cosas a partir
del apeiron se da por un proceso de segregación; porque según Anaximandro esa masa originaria –el apeiron- está en incesante movimiento –como de criba- y, como mezcla original empezaron a separarse, dando lugar así a la gran diversidad de cosas del mundo.
En
el mundo las cosas están generándose y pereciendo continuamente, pero
este nacer y morir de las diferentes cosas es una injusticia, un
predominio de un elemento sobre otro lo (frío sobre lo cálido, lo seco
sobre lo húmedo o viceversa) y por eso existen individuales, pero
hay una necesidad que hará volver a todas las cosas a esa mezcla
primigenia, donde no se da la injusticia, donde predominan unos
contrarios sobre otros.
Anaximandro procede d la siguiente forma:
- Postula un elemento originario –como la hace Tales-.
- Lo caracteriza
- Explica el proceso por el cual de la sustancia primera surgen las demás cosas.
Anaxímenes: El aire es el elemento primigenio.
Al
igual que su maestro, postula una sustancia primigenia y explica como
a partir de ella, surgen las demás cosas, aunque especifica más este
proceso de formación de las cosas.
Para el la sustancia originaria es el aire, que asocia con la respiración
o aliento indispensable para la vida, y explica éste por un proceso
de rarefacción y condensación, el cual da lugar a todo lo que existe.
El aire al enrarecerse se vuelve fuego; al condensarse se convierte
en viento; después en nube y mas condensado en agua, tierra y piedra; la condensación la produce el frío y la rarefacción el calor.
Según Anaxímenes las cosas son solamente cambios de densidad de una misma sustancia: el aire.
Pitágoras: El principio de todo es el número.
Al sur de Italia en una de las colonias griegas, Pitágoras funda una especie de comunidad
religiosa y filosófica. En dicha comunidad se observa una serie de
preceptos de los cuales, algunos, se guardan en secreto para los
profanos.
Algunos de sus miembros más destacados tomaron parte activa en la política, parece que con tendencias aristocráticas, lo que más tarde repercutiría –al florecer la democracia
en Italia- en una persecución contra todos los miembros de la
hermandad, por lo que tuvieron que huir y dispersarse por diversos
lugares.
Círculos pitagóricos.
- antiguo círculo pitagórico. El grupo que Pitágoras fundó y dirigió en Crotona el al que se le ha dado propiamente este nombre.
- Pitagórico posterior. Primera mitad del siglo V a.C. Este grupo desarrolló su principal actividad en Tarento y se divide a su vez en dos subgrupos distintos.
- Los acusmáticos (los oyentes). A quienes sólo les interesaba seguir los asuntos prácticos del grupo, únicamente tienen conocimientos de generalidades de las ciencias.
- Los matemáticos. Que consideraban a las matemáticas y a la filosofía como actividades de suma importancia, y cultivaban también la música, la astronomía, la geometría, la medicina, etc.
Doctrina del alma.
En todo lo relativo a esta doctrina se nota una marcada influencia órfica. Creían, al igual que los órficos que el alma:
1.-
Es inmortal. Se pensaba que el alma tiene un origen divino, es un
fragmento o chispa del alma divina y por ello es inmortal.
2.- Transmigra y se reencarna. El alma tiene que librarse de la corrupción
del cuerpo para así volver a unirse al espíritu universal, al que
pertenece. Para que el alma se purifique y se libere del cuerpo debe
de seguir un camino de peregrinación cambiando de un cuerpo a otro, no
sólo de seres humanos sino también de animales. Esta creencia
explica algunas de las practicas de esta comunidad religiosa de no
comer carne, pues el animal tal vez estuviese animado con el alma de
algún antepasado o simplemente porque fuera la morada de algún alma.
Filosofía de la forma.
Los
pitagóricos propusieron algo totalmente sorprendente como principio
de todo; ellos ponen el principio no en la materia, sino en la
forma. Postulan a los números como origen de todas las cosas.
En el campo de la música Pitágoras encontró algo decisivo para fundamentar su teoría.
Su espíritu matemático le permitió descubrir que la armonía musical
depende de ciertas relaciones numéricas según la longitud de las
cuerdas de la lira.
También descubrió que los intervalos de la escala
musical pueden expresarse aritméticamente como las razones entre
los números 1, 2, 3 y 4. Y curiosamente, la suma de estos números es
10, que es llamado por los pitagóricos el número perfecto. Esto además
se manifiesta en la figura llamada tetrakys, que representa el número
10 y que para ellos era sagrada, al grado de que juraban por ella. La
figura constituye una disposición geométrica que expresa un número y
el concepto que esta disposición presupone es el del orden mensurable. Incluso en las distancias y en las revoluciones de los planetas se aprecian reveladoramente las relaciones numéricas.
Como
consecuencia de este tipo de observaciones, pitágoras consideró que
el cosmos estaba estructurado de un modo parecido, es decir, regido
por el orden, la medida, la proporción. Y concluye que los números
son el elemento constitutivo de la realidad.
Heráclito De Efeso: Todo cambia incesantemente.
Para algunos Heráclito
es, junto con Parménides, uno de los más grandes pensadores
presocráticos. Heráclito es el primer filósofo jónico de quien se
conserva una gran cantidad de fragmentos. Se distinguen estos por su
modo de expresión tajante, mordaz, hasta sarcástico, pero lleno de
contenido y de fuerza, al que añade un tono profético y solemne.
Todo fluye, nada permanece.
Heráclito
afirma que todo está cambiando continuamente y que no hay en la
realidad nada que permanezca igual en dos momentos distintos. Ni en el
mundo externo ni en nosotros mismos hay nada que pueda considerarse
como permanente; lo único autentico, verdadera en la realidad es el
devenir:
«Nadie
puede bañarse dos veces en el mismo río –dice Heráclito-; las aguas
han pasado, otras hay en el lugar de las primeras y aun nosotros
mismos somos ya otros».
Logos.
Efectivamente, todo esta cambiando continuamente, pero este cambio no es caótico irracional, sino que se realiza de acuerdo con un orden, con una ley universal. Heráclito afirma que esta ley universal es el logos. Y este logos es eterno, domina todo y rige todo.
La acción
del logos recae en un substrato material que Heráclito postula como
el elemento del cual están hechas todas las cosas: el fuego.
El fuego: principio de todo.
Este filósofo vio en el fuego la causa originaria de todas las cosas que hay en el universo.
El
universo, según Heráclito, es un eterno fuego que se transforma.
Ningún ser humano ni divino ha hecho este mundo, sino que siempre fue,
es y será eternamente fuego vivo que se enciende con medida y con
medida se apaga.
Otra
de las razones por las que vio en el fuego el elemento originante de
todo cuanto existe, es porque éste vive sólo consumiendo y
destruyendo, y pues para Heráclito, además de su principio capital
de que todo está cambiando continuamente, hay que agregar que para
él todas las cosas existen porque están en una lucha constante, la
cual es esencial para la vida y, por lo tanto, la contienda es buena
en sí misma.
Es decir, todo lo que vive, vive por la destrucción de otras cosas: el fuego vive por la muerte
del aire, y el aire por la muerte del fuego, el agua vive por la
muerte de la tierra y la tierra por la del agua. Por tanto existe
una lucha entre contrarios y la tensión que existe en esta es la que
pone en curso al movimiento. Y esta lucha constante es algo en sí
fecundo, lleno de vida y de fuerza creadora, por la que se da todo
cuanto existe en el universo.
Parménides: el ser es y es imposible que no sea.
Es
considerado como uno de los filósofos más importantes del periodo
presocrático. Representa una postura contraria a la de Heráclito; para
este el cambio y el movimiento son lo esencial en la naturaleza.
Para Parménides, en cambio, el movimiento es imposible, es sólo
apariencia, pues el verdadero ser es inmutable.
Para
Parménides es fundamental que distingamos entre la verdad y la mera
apariencia. El camino de la verdad sólo puede ser alcanzado por medio
de la razón; los sentidos sólo nos dan conocimiento de apariencias;
los sentidos nos dicen que las cosas del mundo siempre están
cambiando; que son muchas y distintas, nacen y mueren, son y dejan de
ser. O más exactamente son y no son. Pero la razón nos dice que esto
no puede ser así, porque el núcleo de su pensamiento lo expresa
diciendo las siguientes afirmaciones:
1.- El ser es, y es imposible que no sea.
2.- El no-ser no es y no puede ni siquiera hablarse de él.
3.- Es lo mismo el ser que el pensar.
De estas afirmaciones se deriva una serie de consecuencias o mejor dicho las características del ser, que son:
- Único.- Por que si no fuera así, entonces seria múltiple, o cuando menos habría dos, pero en este caso tendríamos que entre uno y otro ser forzosamente debería de haber algo distinto al ser, y lo único diferente al ser es el no-ser, pero la razón dice que afirmar del no-ser que es, seria caer en una contradicción. Por lo tanto, se concluye en que solo hay un único ser.
- Eterno.- Si no fuese así entonces tendría que tener un principio y un fin. Pero antes de el ser tendría que existir algo distinto al ser y algo distinto al ser solo el no-ser. Por lo tanto, sucede lo mismo en el caso anterior que no se puede decir del no-ser que es sin caer en una contradicción.
- Inmóvil.- si el ser no fuera inmóvil tendría que haber algo en lo cuál se diera el movimiento ya que el moverse implica dejar de estar en un lugar para estar en otro, y el ser tendría que estar en algo mas grande que el ser, por lo que la razón explica el por que es inmóvil.
- Infinito.- Es infinito por las mismas razones por la que es inmóvil, único y eterno.
Por
ello, se concluye que el conocimiento que nos dan los sentidos es de
lo aparente, no es el conocimiento verdadero del ser, pues a este
sólo se le conoce por medio de la razón.
Mecanicistas.
Junto a la materia, los mecanicistas conciben un motor
del cambio. Se da este nombre al grupo de filósofos presocráticos
que pretenden explicar la diversidad de cosas existentes con base en
el movimiento de elementos, es decir, conciben la realidad y todo lo
que hay en ella, como un sistema de cuerpos en movimiento. El primero de ellos es Empédocles, le siguen los atomistas Demócrito, Leucipo y Anaxágoras.
Empédocles: hay cuatro raíces de todo.
Constituye
un intento de conciliación entre lo que nos dicen nuestros sentidos:
hay múltiples cosas en constante movimiento y las tesis de
Parménides acerca del ser. El ente de Parménides es una esfera
homogénea que no cambia. Para Empédocles la realidad también es una
esfera, pero no homogénea, sino una mezcla de elementos.
Existen
cuatro elementos o raíces del todo: aire, agua, fuego y tierra. Estas
raíces son indestructibles, existen desde siempre y para siempre; son
eternas. Todo cuanto hay en el universo se ha formado a partir de la
combinación de estas cuatro sustancias elementales, y como las
proporciones en que pueden combinarse los elementos son múltiples,
también los resultados posibles de tales mezclas son múltiples, por eso la diversidad de cosas en el mundo.
Para
Empédocles las cosas no nacen ni mueren, lo que verdaderamente ocurre
es una mezcla y separación de estos cuatro elementos, un cambio de
lugar de las partículas elementales.
No se da nacimiento de ninguna de las cosas, ni un fin en la muerte; sino sólo mezcla y cambio de las cosas mezcladas.
Principios del movimiento: odio y amor.
Empédocles
es el primer filósofo que propone la existencia de fuerzas que actúan
sobre la materia haciendo que se unan o se separen, es decir, a que
se muevan.
Estas fuerzas son: el amor
y el odio. El amor es la fuerza que junta unos elementos con otros
para producir criaturas compuestas; y el odio tiende a separar los
distintos elementos. Ambas fuerzas permanecen siempre activas, pero su
predominio es alternativo. Según Empédocles, la evolución del mundo es un proceso circular que se desarrolla en cuatro periodos:
1º.
Reinado del amor. Las partículas de todos los elementos están
completamente mezcladas, a tal grado que no es posible distinguir las
raíces.
2º.
El odio comienza a actuar. Va logrando la separación de los distintos
elementos; en este periodo aún quedan elementos distintos sin
separar.
3º. Dominio del odio. Los elementos distintos se han separado. En este periodo no existen las cosas que conocemos.
4º.
El amor reinicia. Al reiniciar su acción el amor, logra comenzar a
combinar elementos distintos entre sí, cerrándose así un ciclo, para
volver a repetirse interminablemente.
Los
mundos como el nuestro existen en las 2ª o 4ª fase y por ello tienen
grandes porciones de tierra unida y gran cantidad de agua y también
combinaciones fortuitas de distintos elementos, como los animales y
las plantas. Pero no siempre fue como
ahora, pues debieron haber existido miembros sueltos y después seres
completos pero deformes, pero en la lucha por la existencia sólo
lograron sobrevivir los mejor dotados, los más eficaces, los que
tenían logos y una estructura interna que les permite seguir siendo y
mantenerse.
Demócrito Y Leucipo: Todo está constituido por átomos.
Leucipo
y Demócrito son los máximos representantes del atomismo. Son los
últimos presocráticos y la problemática de que se ocupan sigue
siendo la naturaleza. Al igual que Empédocles revelan una gran
influencia de Parménides y Heráclito.
Para Demócrito, los elementos últimos constituyentes del mundo son los átomos, éstos son partículas materiales
pequeñisimas en incesante movimiento que no se pueden percibir por
los sentidos; son indivisibles, ingenerados, eternos y en número
infinito. Son idénticos sustancialmente hablando. Se distinguen entre
sí por su tamaño y forma; unos son redondos, otros angulosos, otros
tienen forma de hoz, de ganchos, triangulares, etc.
Así
pues, las cosas duras son duras por que sus átomos están
compactamente agrupados, y las cosas blandas, sus átomos están más
separados entre sí.
El
alma también esta formada por átomos, pero estos son más sutiles y
perfectamente esféricos y por ello más móviles y volátiles. Todo lo
que existe se reduce a una substancia material, que son los átomos.
Para
Demócrito el nacer y el morir son algo aparente, en realidad se trata
sólo del acercamiento o separación de los átomos. Y el crecimiento de
los seres vivos se da cuando en sus pequeñas concavidades se
insertan otras partículas sólidas, haciéndolos así más extensos.
El Vacío: principio del movimiento.
Todas
las cosas y las variaciones que hay en el universo se explica por el
cambio de posición y situación de los átomos. Los átomos se mueven
eternamente en el vacío. Para Demócrito el vacío forma parte de la
realidad, aunque es cierto que no en el mismo sentido que los átomos; y
sin embargo es algo, puesto que existe. El vacío es un intermedio
entre la realidad plena de los átomos y el absoluto no-ser de
Parménides.
Conocimiento.
El
conocimiento ocurre porque las cosas emiten copias de sí mismas, muy
sutiles, formadas por los átomos pequeñisimos que penetran en los
órganos de los sentidos y cuando la mente recibe una copia de los
objetos, se da el conocimiento. Hay que
recordar la importancia que en la filosofía de Demócrito tiene el
concepto de vacío y reflexionar acerca de su naturaleza. Las cosas del
mundo están constituidas por átomos que se mueven sin cesar en el
vacío.
Anaxágoras: hay de todo en todo.
Anaxágoras
acepta de Parménides que nada puede generarse de la nada y que
ninguna cosa puede convertirse en nada. Por lo que para Anaxágoras
todo existe desde siempre, lo que nuestros sentidos perciben como un
nacer y morir de las cosas, en realidad sólo es una mezcla y
separación de partículas pequeñisimas que han existido y existirán por
siempre.
Estas partículas diminutas son increadas, eternas y cualitativamente inmutables.
Lo que inquieto a Anaxágoras fue lo que sucede en el fenómeno de la nutrición, pues se pregunta como es que se formen huesos,
uñas, cabello, venas si no comemos huesos, uñas, cabello, venas; y
en los animales se forman alas, cuernos, caparazones sino comen alas,
cuernos y caparazones, y en vez comen plantas, carne y agua. Por lo
que piensa que todo lo que parece nuevo, tiene que haber estado ya presente de antemano en los alimentos
que nosotros ingerimos. Todos los elementos que forman nuestro cuerpo
están ya en lo que comemos, aunque en partes tan pequeñisimas que
no podemos percibirlas por nuestros sentidos si las tomamos
individualmente, sino hasta que se aglomeran y caen entonces bajo
nuestra percepción.
Anaxágoras
afirma que las cosas están compuestas por partículas pequeñisimas que
contienen en sí partes de todo lo demás. Es decir, que en todos lo
seres hay partículas de todas las sustancias que hay en el universo. A
estas partículas pequeñisimas Anaxágoras las llamó SPÉRMATA,
semillas. Estas partículas por muy pequeñisimas que sean, contienen
semillas de todos los otros elementos, porque nunca serán tan pequeños
para que estén compuestos por un solo ingrediente.
Anaxágoras
afirma que nosotros identificamos a las cosas conforme al elemento
que predomine en ellas; es decir, que el elemento más abundante en las
cosas determinará el aspecto que vemos.
Principio del Movimiento: el nous.
Para
Anaxágoras el responsable de la puesta en marcha de los spérmata es
el nous. El nous da inicio al proceso de transformación de la materia.
Antes de que se originara el mundo, todos los elementos formaban una
mezcla; en esta mezcla originaria ocurrió un movimiento circular
gracias a un impulso dado por el nous: este impulso que se originó en
un punto determinado, fue ampliándose indefinidamente hasta formar el
cosmos.
El
nous es algo inmaterial, lo mas puro de todas las cosas, al no estar
mezclado no sufre influencias de nada y es completamente autónomo e
independientemente. El nous no puede compararse con nada. La propiedad capital del nous es el conocer y posee toda clase de conocimiento acerca de todo y se funda su capacidad de ordenación y gobierno del universo. Gobierna no sólo sobre lo animado, sino también sobre lo meramente físico.
El Conocimiento.
Su
idea de la percepción es contraria a la de Empédocles, pues para
Anaxágoras las cosas se conocen por sus contrarios. Así por ejemplo,
no percibimos que algo está frío si nuestra mano esta fría, pero si
nuestra mano está caliente, entonces lo percibimos perfectamente.
4. Filosofía del hombre.
(periodo antropológico).
Lo distintivo de este periodo es que el hombre comienza a reflexionar sobre sí mismo y deja momentáneamente de prestarle atención
a la realidad exterior. Ahora el punto central de su preocupación es
el objeto y la naturaleza de la vida humana, en lugar del mundo que lo
rodea. La reflexión propiamente filosófica sobre el hombre mismo se
inicia con Sócrates, pero antes que él y
aunque de una manera meramente incidental, no filosófica, quienes se
ocuparon de dicha problemática fueron los sofistas.
Sofistas.
En
el periodo antropológico se pasa de la reflexión acerca de la
naturaleza a la reflexión acerca del hombre mismo. Las razones de este
cambio de interés son diversas, pero entre las principales podemos considerar las siguientes:
- Insatisfacción por las doctrinas de los filósofos naturales.
- La democracia ateniense.
Factores como éstos hicieron posible el surgimiento de un grupo de pensadores como los sofistas.
Originalmente
la palabra sofista significa sabio, pero mas tarde la palabra habrá
de adquirir un sentido peyorativo debido a aquello en lo que habrán de
convertirse estos pensadores.
Los sofistas no forman una escuela
propiamente dicha, sino más bien constituyen una profesión. Eran
maestros ambulantes que pretendían saberlo todo, se hacían llamar a sí
mismos maestros de sabiduría y se ofrecían como tales a cambio dinero.
Pregonan un nuevo ideal para la formación del ciudadano: todo aquel que quiera tener éxito
en la vida pública habrá de saber imponerse en las asambleas del
pueblo por medio de la palabra, habrá de ser capaz de convencer a los
demás de lo que él quiera. Hablar bien y de este modo persuadir,
convencer, según la propia conveniencia, se convirtió en lo
primordial, sin importar que lo propuesto fuera verdadero o no. Por
esto último se colocan tan lejos de la filosofía la cual esta
preocupada siempre por la búsqueda de la verdad.
Los
temas principales de los sofistas eran aquellos relacionados con la
vida práctica y la democracia griega, como son: la dialéctica, la
retórica, la ética y la política.
Diría
Aristóteles: el sofista, parece filósofo pero no lo es, ya que
abandona el camino de la verdad y cultiva la desconfianza respecto a
la posibilidad de alcanzar el conocimiento universal y la existencia
de principios político-morales absolutos que rijan las relaciones entre los hombres.
La
importancia de los sofistas no radica tanto en su pensamiento en sí,
sino en la reacción tan vigorosa que provocaron sus planteamientos y
en la riqueza de frutos que producirá esta reacción. Frente a ellos
Sócrates y Platón reclamarán la verdad, el conocimiento verdadero.
Protágoras: El hombre es la medida de todo.
Protágoras
retomó de Heráclito la tesis de que las cosas están sujetas a un
cambio continuo. Y considero que lo mismo ocurre con el cuerpo humano
y los órganos de los sentidos y por todo ello concluyó que el
contenido de nuestra percepción es siempre distinta, es decir, que no
podemos afirmar verdades absolutas.
Conocimiento.
Para
Protágoras no podemos decir cómo son realmente las cosas, sino
solamente cómo nos parece que son en un momento determinado. A cada
quien le parecen las cosas de manera distinta.
Según
Protágoras, el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son
en cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son.
Para
él, el conocimiento es algo que se da en el sujeto, en su mente y por
ello no pueden existir verdades universales, absolutas; es decir, que
sean válidas para todos, porque de cada cosa se pueden decir cosas
distintas o hasta contrarias y ambas justificarse por igual. Lo mismo
ocurre con las costumbres y las leyes
pues no son universalmente válidas ni eternas, sino que se siguen por
una especie de acuerdo, por eso son distintas en cada lugar y época.
Lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo son solamente nombres, aún
cuando es necesario actuar como si fueran algo más que eso por la utilidad y la practica que tienen en la comunidad.
Es
importante señalar que la importancia de Protágoras para la filosofía
radica en haber planeado por primera vez el problema del
conocimiento.
Sócrates: conócete a ti mismo.
Algunos creían que Sócrates era un sofista, pero pronto dio pruebas
de que no era así. Como ya vimos los sofistas afirmaban que la
verdad dependía de lo que a cada quien le pareciera y por el contrario
Sócrates afirma que el conocimiento no puede ser como lo dicen los
sofistas, pues este es sólo un saber aparente; el conocimiento
verdadero lo es de lo universal y es válido en cualquier tiempo y
lugar y si no es así es sólo una opinión.
La dialéctica.
Para llegar al verdadero conocimiento, Sócrates emplea el método de la dialéctica, que consiste en una discusión dirigida siempre con rigor y precisión, un diálogo
en el que se tiene siempre presente la finalidad de llegar a la
verdad, llegar a descubrir lo que las cosas son y no sólo lo que
parecen ser.
La
dialéctica tiene dos fases: la ironía y la mayéutica. La ironía la
usa Sócrates para limpiar la mente de falsos saberes, y la mayéutica
para sacar a la luz los conocimientos
que están en nuestro interior. El método culmina cuando se llega a una
definición y por medio de ella se adquiere el concepto universal. El
concepto universal se obtiene mediante la observación
de casos particulares que comparten características comunes. El
conjunto de estas características sirven de base para construir la
definición buscada. Esta definición no registra lo particular de las
cosas sino lo que es común a todos los casos semejantes para llegar al
concepto universal, que encierra un conocimiento auténtico y válido
para todos. Sócrates supera el subjetivismo y el escepticismo que
habían sembrado los sofistas, colocando nuevamente la filosofía en el
camino de la verdad y sentó las bases del conocimiento científico.
- La ironía. Para que los sofistas se den cuenta de que en realidad no saben, Sócrates utiliza la ironía. "Conócete a ti mismo" es siempre el punto de partida hacia el verdadero conocimiento. Porque al estar consiente de nuestra ignorancia, estaremos preparados para ir en búsqueda del auténtico saber.
"Solo se que no se nada"- solía decir Sócrates-, aún así, superó a la generalidad de los hombres que no saben esto tampoco.
La
ironía consiste en hacer que el interlocutor exponga sus puntos de
vista para luego mostrarle, mediante una serie de preguntas que está
equivocado. Cuando su interlocutor se percata de sus errores y se
daba cuenta de su ignorancia, Sócrates se permite continuar y pasar a
las siguiente etapa: la mayéutica.
- La mayéutica. Ahora Sócrates, siempre mediante preguntas, va a ayudar a dar a luz a la verdad que el interlocutor tiene dentro de sí mismo. En esta fase de su método se trata de sacar el conocimiento que el otro posee ya en su interior pero de una manera confusa y oscura.
La moral.
El centro de raflexión socrática es el hombre; el único en el que se da la moralidad.
Incluso sus reflexiones acerca del conocimiento se dan siempre a
propósito de este tema, pues el único conocimiento realmente
importante es aquel que se refiere al hombre, a su vida, de la cual
debe hacer una tarea moral, un trabajo continuo en el que busque el
verdadero bien.
El fin de Sócrates es hacer hombres mejores, mostrarles que no saben lo que es la virtud, el bien, la justicia,
etc. Hacerlos consientes de su ignorancia es una manera de ayudarles
pues cuando se den cuenta de ello, entonces se propondrán alcanzar
ese conocimiento y, ya en posesión de él, sólo podrán obrar bien,
porque quien conoce la virtud la busca; aquel que obra mal lo hace por
ignorancia, por que cree que hace bien. Por ello se dice que el
primer paso hacia la virtud es intelectual y el segundo moral; se
trata de una ética intelectualista.
5. Grandes sistemas.
(epistémico-ontológico).
Con Platón y Aristóteles la filosofía
griega llega a su plena madurez y en adelante, todo el pensar
filosófico llevará de una u otra manera su sello. Estos dos pensadores
se ocuparon, con un vigor enorme, de todos los grandes temas de la
filosofía: el ser, el conocimiento, la ética, la política y la lógica, en el caso de Aristóteles. El pensamiento de ambos filósofos está estructurado de tal modo que los puntos medulares de sus tesis han quedado integrados en dos grandes sistemas.
Platón.
Son varias las influencias de que Platón supo alimentarse:
Héraclito. De él retoma la tesis de que todo en el mundo está cambiando de manera continua.
Parménides.
Platón acepta, como él, la existencia de un tipo de realidad
permanente que sólo puede ser descubierta por medio de la razón.
Pitagóricos. De ellos le conmovió de manera muy especial su profundo interés y reverencia por las matemáticas y su creencia en la inmortalidad y la transmigración de las almas.
Sócrates. Su maestro, cuya obra continuará con creces. De él retoma su confianza en la existencia de principios morales absolutos y en la posibilidad de formular definiciones acerca de conceptos universales.
Teoria de las ideas: metafísica y teoría del conocimiento.
La
teoría de las ideas es el núcleo de toda la filosofía platónica;
contiene principalmente su teoría del conocimiento y su metafísica,
aunque también encierra contenidos esenciales de política, ética y
lógica. Uno de los problemas fundamentales que se plantean en la filosofía de Platón es el de la posibilidad del conocimiento universal.
El
conocimiento requiere de un objeto permanente, inmutable. Con las
características del ser de Parménides. Considerando todo esto, Platón
llega a la conclusión de que debe existir algo distinto de lo
percibido por nuestros sentidos, que no cambie incesantemente. Este
algo inmutable y eterno, objeto de nuestro conocimiento real, es lo
que Platón llama ideas. En Platón la palabra idea significa modelo
o patrón. Las ideas no existen en el mundo sensorial ni en nuestra
mente, sino en un lugar celeste, supraterrenal, fuera del espacio y el
tiempo.
Las ideas son lo auténtico, lo verdaderamente real, lo que no está sujeto al cambio,
al ser y dejar de ser, por eso decimos que no tiene mezcla de no ser,
sino que es, de una manera plena, completa e independiente. Ahora
bien, según Platón sostiene que existen dos tipos de realidad:
- El mundo sensible.
- El mundo de las ideas.
Además, Platón recupera la creencia y reafirma que el alma
pertenece al mundo eterno y el cuerpo al mundo transitorio. Su
doctrina de las ideas implica la creencia en la inmortalidad y la
transmigración del alma, lo que le permite explicar la adquisición del
conocimiento con base en un proceso de reminiscencia, de recordar.
En
definitiva, el verdadero conocimiento es aquel que se tiene no acerca
de las cosas sensibles, sino acerca de las ideas y no por medio de los sentidos, sino por medio de la reminiscencia. Conocer, por tanto, es recordar lo que el alma vio en el mundo de las ideas.
El alma.
Platón nos describe, a través del mito del carro alado, en uno de sus diálogos llamado Fedro, las partes del alma, que son las siguientes:
- La parte sensual. Está relacionada con los instintos y los placeres sensuales; a esta parte del alma le corresponde, tomando en cuenta la teoría ética de Platón, una virtud gracias a las cual esa parte del alma es refrenada; dicha virtud es la moderación o templanza.
- La parte afectiva. Esta parte es la relativa, por supuesto, a las sensibilidad, y le corresponde la virtud de la fortaleza.
- La parte racional. Es precisamente por la parte que el alma entra nuevamente en contacto con el mundo de las ideas. Debe ser guiada por la sabiduría o prudencia.
La coordinación de estas tres partes le corresponde a una cuarta virtud que es: la justicia; gracias a esta la parte que debe mandar manda y la que debe obedecer obedece.
Política.
Otro aspecto importante de la filosofía platónica, y consecuencia de su metafísica, es su teoría del Estado o política, la cual está íntimamente relacionada con su ética.
El estado se divide en tres clases sociales:
1.- La clase gobernante. Esta compuesta por los más sabios. Esta clase no posee propiedades ni familia, sus hijos son educados en comunidad. Para éstos el poder
político será una carga más que una tentación, pero que por el bien
del pueblo sabrán llevarla, pues realmente les interesa. Su virtud es
la sabiduría y prudencia.
2.- Los guerreros. Su tarea es la defensa de la ciudad y del orden social y político establecido, su virtud es la fortaleza.
3.- Los productores. Su función es producir los bienes materiales, esta clase está sometida a las otras dos clases para las que produce bienes materiales y a cambio recibe educación y defensa, entre otros beneficios. Su virtud es la templanza o moderación.
La cuarta virtud es la justicia, gracias a la cual se da una armonía, un equilibrio entre las distintas clases sociales. En atención a ella cada parte cumple su función o ejecuta su labor adecuadamente.
Artistóteles.
Con
él la filosofía griega llega a su punto culminante. Al principio
acepto toda la filosofía de su maestro Platón, pero más tarde su
vigoroso sentido de la realidad y de los hechos empíricos le llevan a
abandonar las místicas doctrinas de las ideas y de la inmortalidad y
la transmigración de alma.
Fue creador de la lógica, a la que consideró una parte esencial de la filosofía o más exactamente, su método.
Teoria del conocimiento.
Para
Aristóteles, los sentidos son la única fuente de conocimiento, por
que a través de ellos conocemos los particulares con base en los
cuales el intelecto se encarga de abstraer las características
esenciales y así formar el universal, o para decirlo más exactamente:
la sensación conoce las formas sensibles, esto es, formas presentes
en la materia; la inteligencia conoce formas inteligibles abstraídas de la materia.
Conforme
predominan los sentidos o el intelecto en la elaboración del
conocimiento, Aristóteles distingue diferentes grados del saber.
Grados del saber.
- La experiencia (saber qué): es el conocimiento que adquirimos en nuestro contacto directo con las cosas particulares, individuales, y que por ello no se puede enseñar.
- Arte o técnica (saber cómo): es un saber hacer adquirido mediante la repetición de experiencias adecuadas. Nos da cierta universalidad y por ello se puede enseñar. La técnica es superior a la experiencia.
- Sabiduría (saber por qué): es el saber pleno, este nos dice que las cosas son y por qué son.
La sabiduría tiene dos métodos:
- La episteme. Es el saber de la ciencia, el saber demostrativo.
- El nous. Es el saber de los principios. Aquellos que no se pueden demostrar, por ser principios. Se llega a ellos por intuición. Es el grado supremo del conocimiento, de la ciencia que tiene por objeto el ente en cuanto tal.
Metafísica.
Aristóteles,
no negó algo tan evidente como el cambio, pero tampoco el ser
permanente de las cosas; ahora bien, su vigoroso sentido de la
realidad se niega a aceptar un mundo suprarrenal, como el de las
ideas, descubriendo, en cambio, en este mundo sensible ambas cosas:
permanecía y cambio.
Dice
Aristóteles, que el verdadero conocimiento no es el de las cosas
individuales, sino que se funda en los conceptos universales, pero eso
no significa que se dan en las cosas y la razón las deduce al
identificar lo común en los múltiples particulares y concibiéndolos
como un universal.
Este
universal así concebido es sólo una forma lógica, pero no tiene una
realidad ontológica; es decir no existe como ser. En realidad sólo
existen las cosas individuales, el ser particular del mundo visible,
lo que Aristóteles llama sustancia o, más exactamente sustancia
primera.
Sustancia.
La
sustancia es el sentido fundamental del ser, porque todas las cosas
son sustancias o afecciones de la sustancia; es decir, la sustancia es
el soporte o el substrato de sus accidentes. La sustancia es algo independiente que existe por sí y no en otro.
Aristóteles distingue dos clases de sustancia: sustancia primera y sustancia segunda.
- Sustancia primera.- es el ser propiamente dicho, las cosas individuales, las cosas concretas: esta flor, esta escuela, este hombre, etc.
- Sustancia segunda.- son los géneros y las especies; la flor, la escuela, el hombre, etc.
Los
géneros y las especies son sólo abstracciones de las cosas
individuales, por ello se les llamó sustancias segundas. Las
sustancias primeras son un compuesto de materia y forma.
Materia y forma.
Cuando ocurre el cambio debe de haber:
- Algo que cambia.
- Algo que permanece.
Es
decir, no hay cambio absoluto. Esto llevó a Aristóteles a distinguir
en las sustancias un doble elemento: la materia y la forma.
La materia: es aquella que sufre los cambios, es decir, lo que permanece en los cambios, aquello de que está hecho algo.
La
forma: es lo que hace que algo sea lo que es. Así por ejemplo, en una
caja la materia puede ser de cartón; la forma, la de la caja.
Esta
totalidad de materia y forma en realidad son indisolubles, solamente
podemos separarlas en el pensamiento. Juntas integran la sustancia, y
como ya dijimos la sustancia es el ser, lo que existe, la realidad;
pero para Aristóteles no se es de una sola manera, sino que hay
diferentes modos de ser.
Modos del ser.
En la metafísica aristotélica el ser se dice de cuatro maneras:
- Por
esencia y por accidente. La esencia en el ser que existe por sí.
Es el ser que existe por otro; es decir, aquello sin lo cual la
cosa sigue siendo lo que es. CATEGORÍASEJEMPLO
SUSTANCIA CANTIDAD CUALIDAD RELACIÓN LUGAR TIEMPO ACCIÓN PASIÓN ESTADO POSICIÓN ÁRBOL TRES METROS DE ALTO VERDE JUNTO AL RÍO EN EL CAMPO AHORA CRECE OBSERVANDO SANO VERTICAL - Según las categorías. En primer lugar para que exista el ser debe existir la sustancia. Ésta es algo así como el punto de partida. Pero la sustancia no puede existir sin más como sustancia, es necesario que tenga formas accidentales. Aristóteles no ofrece una lista de diez categorías, que se muestran en el siguiente cuadro:
- El ser verdadero y el ser falso. Decimos del ser que es verdadero cuando muestra el ser que realmente tiene, y falso cuando muestra otro ser diferente al que realmente es.
- Según la potencia y el acto. Estas nociones de potencia y acto le permiten a Aristóteles explicar el cambio o movimiento de las cosas del mundo sensible. La potencia radica en la materia, y el acto en la forma. No existe potencia en abstracto. La potencia es la posibilidad o posibilidades que tiene algo para modificarse.
Las cuatro causas.
El
problema del cambio, lleva a Aristóteles a un estudio de cuáles son
las causas de todo devenir, y concluyo en estas cuatro causas:
Causa material. Es la materia, aquello de lo que está hecho algo.
Causa formal. Es lo que hace que algo sea lo que es.
Causa eficiente. Es el principio del movimiento o del cambio.
Causa final. Es el fin, el para qué fue hecha una cosa.
6. Filosofía ética.
El periodo en el que se ubican el epicureísmo y el estoicismo lo conocemos como filosofía del helenismo.
En esta época, la filosofía vuelve al hombre a su interioridad, a
su salvación y felicidad; debido a esto el interés de los filósofos
se centra en las cuestiones éticas. Es un cambio del sentido para la
filosofía, que se convierte en un modo de vida, una actividad para
procurar la vida feliz. El motivo principal de todo esto fue la crisis histórica del mundo antiguo.
Estoicismo.
La escuela estoica tiene tres etapas:
1.- Estoa antigua: fue fundada por Zenón de Citium en Atenas, en el llamado Pórtico de las Pinturas, en el 300 a. C.
Crisipo es importante en esta etapa, por considerársele el segundo fundador de dicha escuela.
2.- Estoa media: está representada por Panecio de Rodas y Posidonio. Abarca desde el siglo II y el siglo I a.C.
3.- Estoa nueva: cuenta con tres representantes importantes: Séneca, Epícteto y Marco Aurelio, emperador romano.
Los estoicos dividieron el estudio en tres partes:
- Lógica. Consiste en considerar la sensación como elemento principal del conocimiento.
- Física. Su doctrina está fundada en una realidad física, un mundo corpóreo.
- Ética. El bien consiste en la aceptación del destino.
Epicureísmo.
Los
epicúreos difieren de los estoicos en relación con su principio
ético. Aunque existieron polémicas entre ambos, las dos escuelas
conservaron puntos de contacto y la estructura de ambas es semejante. Al igual que los estoicos los epicúreos dividen a la filosofía en:
- Lógica. Es una psicología del conocimiento que está al servicio de su moral, su lógica la llaman canónica, ya que la reducen a una serie de reglas prácticas para conocer, se adquiere por medio de las sensaciones.
- Física. Para ellos todo es de origen material, incluso el alma, los epicúreos introducen una nueva teoría, que dice que la desviación sufrida por los átomos en su caída, para dar origen a los cambios.
- Ética. Tiene como concepción fundamental suprimir todos los obstáculos que se opongan a su tranquilidad. Su meta es la serenidad, su ideal de vida lo constituye la felicidad y ésta sólo se logra mediante el placer.
7. Neoplatonismo.
(periodo religioso).
Es
el último periodo de la filosofía antigua. Un rasgo característico de
esta etapa es la expresión de un fuerte sentimiento místico y un
anhelo religioso de salvación.
Las características fundamentales del neoplatonismo son:
- La consideración de la verdad como algo de naturaleza religiosa, que se manifiesta en la reflexión del hombre sobre sí mismo.
- El carácter absoluto de la trascendencia divina, esto es, la existencia de un dios, de un ser supremo que está por encima de todas las cosas, impensable e incognoscible.
- La teoría de la emanación, esto es, la afirmación de que todo lo existente se deriva a partir de un Dios.
- Otra vez, la distinción platónica de dos mundos: el inteligible, Dios, la inteligencia o nous y el alma; y el sensible o material, que es sólo un reflejo del otro.
Plotino.
Para
Plotino todo procede de Dios, que a partir de él se deriva, poco a
poco, todo lo existente en la realidad, y esto ocurre a partir de un
proceso de emanación en el cual Dios permanece intacto, sin
disminución: como el sol que ilumina sin merma ni alteración alguna.
Esta emanación se da por etapas:
1.- Nous o Inteligencia. La primera emanación de la divinidad es el nous o inteligencia. E nous es la imagen
de Dios y lo llama el hijo de Dios. El nous es eterno y atemporal. El
nous, continuando el proceso de emanación, crea al mundo.
2.-
Alma. Procede del nous, a través de éste se conecta con el uno, con
Dios. El alma es incorpórea e indivisible y es ella la que se mueve e
impulsa el mundo sensible.
3.- Mundo Sensible. Es el grado ínfimo de esta serie de emanaciones. Es lo degradado.
Filosofía medieval.
El cristianismo no es una filosofía, ni una teoría racional para explicar la realidad, sino más bien es un sistema de vida que tiene como modelo a Cristo y como fin la salvación. Al expandirse esta religión
durante los primeros siglos de su existencia, entra en contacto con
la filosofía griega hasta el grado de dar origen a esa síntesis de filosofía y cristianismo denominada filosofía medieval. La filosofía medieval se divide en dos periodos:
Patrística.
La
patrística es el conjunto de especulaciones que durante los primeros
siglos de la era cristiana realizaron los padres de la iglesia ante la necesidad de usar conceptos filosóficos griegos para:
- Comprender la verdad revelada.
- Formular racionalmente sus dogmas.
- Defender su doctrina del constante ataque intelectual de que era objeto por parte de quienes consideraban irracionales sus creencias.
San Agustín.
El problema central de la filosofía agustiniana es el de la verdad. San Agustín siempre buscó el conocimiento de la verdad y a los que no creían les argumentaba:
Puede
dudarse todo, menos de que se duda y entonces: No sólo es cierto el
hecho de dudar sino también es cierta la existencia de quien duda o se
equivoca. "Si yerro, se que existo".
Fuente de la verdad.
San Agustín llegó a la verdad por introspección, por que la verdad habita dentro de nosotros mismos.
San
Agustín tomó de el platonismo la noción de una verdad inmutable,
eterna, necesaria, que el hombre no debe buscar fuera, en el mundo
sensible, sino dentro se su alma, por que allí se reflejan todas las
ideas, las formas y las especies eternas procedentes de Dios, pues las
ideas existen en la mente de Dios, única realidad necesaria y
eterna.
Teoría de la iluminación.
Dios es, para San Agustín, el fundamento de la verdad y del conocimiento. Él nos ilumina, irradia su luz sobre el espíritu humano permitiendo que las ideas se revelen, se muestren a nuestra alma.
Tesis consiliadora de la razón y la fe.
Si
bien hay muchas cosas que pueden ser conocidas por la razón, el
principal propósito del conocimiento humano es la comprensión de la
verdad revelada y estas sólo puede ser alcanzada por medio de la fe;
sin embargo son de tipo racional las inquietudes que mueven al hombre a
buscar esa comprensión y también son racionales las explicaciones
mediante las cuales es posible interpretar correctamente las verdades
de la fe.
Según San Agustín
la filosofía y la fe religiosa están unidas, pues ambas persiguen la
verdad única, eterna, inmutable y necesaria que está en Dios.
"Entiende
para creer, cree para entender". Con esta frase San Agustín resume su
tesis de que la fe y la razón colaboran juntas y solidariamente en la
explicación y el esclarecimiento de las verdades cristianas.
La filosofía de la historia.
En
la filosofía agustiniana la historia al igual que el conocimiento y
la verdad también depende de Dios, pues él es el que ordena los
grandes acontecimientos, y la humanidad ha de seguir siempre el camino
marcado por la providencia divina.
En su obra principal "la ciudad de Dios", San Agustín interpreta la historia universal como una lucha entre dos ciudades:
*- La ciudad de Dios, donde impera el amor.
*- La ciudad terrena, donde impera el odio.
Estas
dos ciudades coexisten en el mundo mezcladas entre sí. Los habitantes
de la primera son los que aman a Dios y están a su servicio; por el
contrario los miembros de la ciudad terrena se aman a sí mismos y
viven para satisfacer sus pasiones y disfrutar desenfrenadamente de
los bienes materiales. No hay límites precisos entre una ciudad y otra y no deben ser identificados con la iglesia y el estado; pues tanto una como otro son buenos y malos. La ciudad terrena desconoce la ley de Dios y la rectitud del orden cristiano vive en el caos, librando constantes guerras y apartándose del bien hasta terminar en la muerte eterna del infierno. La ciudad de Dios acata siempre la autoridad
divina que habrá de alcanzar para sus seguidores la felicidad
perpetua, porque al final el bien triunfará sobre el mal y la victoria
es de Dios.
Escolástica.
Se
da el nombre de escolástica a la especulación teológico-filosófica
desarrollada en las escuelas de las catedrales y conventos, en un
principio, y después en las primeras universidades de la Edad Media.
Allí se continuo la tendencia de los padres de la iglesia a buscar
en el ejercito de la actividad racional la posibilidad de aclarar,
demostrar y defender la verdad revelada. En los primeros siglos de la
escolástica hay una clara subordinación de la filosofía a la teología,
después con Santo Tomás se hace una distinción formal entre la fe y
la razón, para finalizar la época medieval con la propuesta de una
separación definitiva. Sin embargo el interés principal de la
filosofía del medievo sigue siendo la comprensión de las verdades de
la fe.
Periodos de la filosofía escolástica.
Generalmente se divide en tres periodos:
- Primera escolástica (siglos XI al XII). Se establecen las bases y el acuerdo total entre fe y razón. Influencia de Platón y San Agustín principalmente.
- Alta escolástica (siglos XIII al XIV). Se elaboran los grandes sistemas filosóficos-teológicos. Se considera parcial el acuerdo entre fe y razón. Influencia de Aristóteles.
- Escolástica tardía. Disolución de la escolástica. Se vislumbra una separación entre la fe y la razón.
San Anselmo De Canterbury.
Fue la figura más destacada en la primera escolástica, arzobispo de Canterbury.
A él se debe el método de investigación característico de este periodo, método según el cual los pasos a seguir en toda investigación son:
- Partir de la fe, pues ella nos proporcionará los hechos que debe interpretar la razón.
- Confiar en la revelación como último criterio de verdad.
- Aceptar como ciertos sólo los resultados de la investigación que son acordes a lo revelado por Dios.
Para
San Anselmo, el camino a seguir va de la fe a la ciencia y nunca a
la inversa, y esta impulsa a los creyentes para que entiendan
racionalmente las verdades ya aceptadas por la fe. Para demostrar la
existencia de Dios construyo varias pruebas, la más conocida es la llamada por Kant argumento ontológico.
Argumento Ontológico.
Cuando
el ateo, niega a Dios y sostiene que no existe, entiende el
significado de la palabra Dios y tiene en su mente la idea de Dios. La
idea de Dios es de un ser supremo, es decir, lo más grande que se
puede pensar. Si ese ser supremo sólo existiera en la mente, entonces
aún se podría concebir otra idea, la idea de un ser supremo (lo más
grande que se puede pensar), que además existiera en la realidad y por
consiguiente fuera mayor que el correspondiente a la idea original;
con lo cual caemos en una contradicción, pues la idea original de Dios
correspondería a un ser supremo que no es realmente supremo.
Para
evitar la contradicción (pues una contradicción es siempre falsa), el
insensato debe admitir que la idea de Dios corresponde a un ser
supremo (lo máximo que se pueda pensar), que además existe en la
realidad.
Santo Tomás de Aquino.
Es el más grande filósofo de toda la Edad Media. Vivió en el siglo XIII, la edad de oro escolástica, cuando la cultura sale de las escuelas catedralicias y se fundan las primeras universidades.
La
filosofía de Santo Tomás coincide con la de Aristóteles. Ha sido tan
enorme el tomismo que hasta nuestros días sigue siendo la filosofía
sustentada por la iglesia católica.
Fe y razón.
Para Santo Tomás la fe y la razón proceden de Dios y ambas son fuentes de conocimiento distintas e independientes.
Pues la fe se basa en la luz sobrenatural de la gracia y tiene como objeto los datos
revelados y la razón sólo se apoya en la luz natural de su propia
inteligencia y su objeto es la realidad inteligible. La fe no suprime a
la razón, la supone.
Teología y filosofía.
La
filosofía ya no es más un instrumento de la teología. Santo Tomás de
Aquino la considera una ciencia autónoma con un objeto propio y
diferente.
La teología se funda tanto en la revelación como en la razón. Es una síntesis se los dos medios
de conocimiento y tiene como finalidad penetrar intelectualmente en
las verdades de la fe; por su parte la filosofía sólo esta fundada en
la razón y no acepta la autoridad de opiniones ajenas y su
finalidad es la comprensión de todo el porqué del mundo y sus causas.
Las cinco vías.
Santo
Tomás rechazó la prueba ontológica de San Anselmo, pues para él la
existencia de Dios no se deriva de su esencia, sino que se siguió una
línea. Su procedimiento va de los efectos a las causas y de lo contingente a lo necesario.
1ª
vía. Existe el movimiento en el mundo y todo lo que se mueve es
movido por algo y esto a su vez requiere de ser movido por otro motor, pero debe existir un primer motor el cual no es movido y este primer motor es Dios.
2ª
vía. Todo lo que existe tiene una causa y es necesario que exista una
primera causa para que exista una segunda y así sucesivamente, por lo
que esa primera causa es Dios.
3ª vía. Todo lo existente en el universo
podía no haber sido algún día y hubo un tiempo en que realmente
no fue y seguiría sin existir sino hubiera más seres contingentes, es
decir que debe haber un ser necesario por sí mismo y lo llamamos Dios.
4ª
vía. Existen diferentes grados de perfección, los cuales se acercan
más o menos a la perfección total, pero estos grados son grados de la
perfección total y esta perfección es fuente de la demás y es Dios.
5ª
vía. En la naturaleza hay un orden y una finalidad, pero este orden
no se pudo dar sin una inteligencia que dirigiera y esa inteligencia
es Dios.
8. Visión de la modernidad.
Sus características se dividen en cuatro: políticas, sociales, económicas y culturales.
- Política. Políticamente la Edad Moderna se inicia con el paso del feudalismo al capitalismo, pues e lograron afianzar los estados nacionales y la monarquía absoluta. La fuerza y las funciones del estado aumentaron y poco a poco fueron sustituyendo a la iglesia en su carácter de máxima autoridad, aunque con un área limitada pues no alcanzaba a afectar la moralidad ni la vida espiritual del hombre. El estado de esta época se limitó a buscar un nacionalismo bien definido como base de un país libre y autónomo, sin subordinación a ninguna autoridad superior, religiosa ni moral.
- Social. Se produjo una transformación en la sociedad europea, pues se manifiesta un nuevo estilo de vida mucho más libre y más abierto, que somete a critica los valore morales, intelectuales y religiosos de esta edad. En los hombres existe una gran rebeldía contra la autoridad establecida.
- Economía. En esta época existió una minoría privilegiada que acumulaba bienes sin haberlos producido y una mayoría de vasallos desposeídos cuyo trabajo era la fuerza generadora de las riquezas atesoradas en las arcas de los señores feudales. El capitalista del Renacimiento se ocupa de acrecentar sus riquezas; sin embargo, el asalariado sigue tan desposeído como los vasallos medievales. Ya en el siglo XVI la burguesía se ve favorecida por los descubrimientos geográficos que le abren un amplísimo campo de actividades.
- Cultural. Los primero renacentistas tienen una actitud de apertura a la belleza de la vida y de la naturaleza, inspirados por poetas latinos cuya sensibilidad se había perdido en la aridez de la literatura escolástica. Después, tras la caída de Constantinopla, en 1453, se difundió el idioma griego y se conocieron los textos originales de los antiguos filósofos. La cultura se volvió humanista como la antigua Grecia, donde el hombre encontró su plena realización en el marco de la naturaleza y la historia. Hay una gran inquietud científica y artística y una actitud inquisitiva que investiga y experimenta abriendo camino a las ciencias particulares.
El idealismo.
El
idealismo es primordialmente una corriente epistemológica, una
teoría sobre el conocimiento. Para el idealismo nuestro conocimiento
es de ideas, es decir de pensamientos, es un conocimiento que parte
del sujeto mismo, del hombre que en su mente se representa a la
realidad y termina cuestionándose si esa realidad extramental es
susceptible de ser conocida o no.
El racionalismo.
Es una filosofía que busca solucionar problemas epistemológicos. Los filósofos de esta corriente viven la evolución
del pensamiento científico. Una de las características de el
racionalismo es, la de ver en las matemáticas un saber que parte de
principios básicos evidentes (axiomas), de donde se deducen todas las
verdades del sistema, las cuales según los racionalistas son
universales y necesarias. Para los racionalistas hay dos principios
fundamentales:
1.- El conocimiento de la realidad debe ser derivado de ideas o principios evidentes.
2.- Esas ideas o principios evidentes son innatos.
9. Visión de la postmodernidad.
Suele llamarse época contemporánea a la actividad compleja filosófica desarrollada en los siglos XIX y XX, no sólo en Europa, sino también en América, donde surgieron varias aportaciones. La primera oposición al hegelianismo es el positivismo de Augusto Comte,
quien rechazo la metafísica y la aspiración de un saber absoluto y
pretendió implantar un saber positivo como base de una nueva organización político-social. La oposición la más radical contra Hegel es el marxismo; esta filosofía es un materialismo
opuesto totalmente al idealismo absoluto, pero es un materialismo
dialéctico con los fundamentos lógicos de la dialéctica hegeliana.
El Positivismo.
Apareció
a mitad del siglo XIX, su fundador fue el francés Augusto Comte, un
reformador para el que una sociedad se define por el grado de desarrollo
intelectual alcanzado, motivo por el cual considera a la filosofía
como fundamento de todo orden social. La historia de la sociedad,
sostiene Comte, ha estado dominada por la historia del espíritu
humano.
Comte
cree haber descubierto la ley fundamental del progreso y el
desarrollo del espíritu y la convierte en la base de un sistema
filosófico.
Ley de los tres estados.
Esta
es el principio de la filosofía positiva, en ella se habla de la
evolución del espíritu a través de tres estados que son:
- El estado teológico, corresponde a la infancia de la humanidad, cuando esta se cuestiona el por qué de todas las cosas. En este estado se dan tres momentos:
- Fetichismo. El espíritu humano dota de animación a las cosas materiales y les otorga poderes mágicos o divinos, mediante cuya acción se explica los cambios observados en la naturaleza.
- Politeísmo. Sustituye las cosas materiales por seres divinos y hace depender los procesos naturales de la voluntad de los dioses.
- Monoteísmo. En este momento se sustituye la pluralidad de divinidades por un Dios único y omnipotente que con sus leyes gobierna todo el universo.
- El estado metafísico, es una modificación del teológico y es indispensable para el desarrollo de la humanidad e igual de transitorio e imperfecto. En vez de descubrir causas se pretende conocer esencias, sustituyendo los entes naturales por abstracciones, como son las ideas de principio, sustancia, esencia, causa, etc.
- El estado positivo, es la última etapa en el desarrollo del espíritu humano, este estado se alcanza cuando ya no se aspira a un conocimiento absoluto que explique el origen y sentido del universo, cuando se deja de buscar el por qué de todas las cosas y el hombre se limita a observar lo hechos de la experiencia para describirlos y descubrir las leyes que rigen su comportamiento, es decir, las relaciones constantes que existen entre los fenómenos observados.
El
estudio de los fenomenos no es absoluto, sino siempre relativo a la
organización y situación que vive el hombre. Así pues, todo
conocimiento positivo debe adaptarse razonablemente a nuestras
necesidades reales.
10. Conclusión.
Como
nos pudimos dar cuenta la filosofía se originó cuando el hombre se ve
impulsado a saciar un apetito puramente cognoscitivo, es decir,
cuando busca saber sólo por el saber, como un fin en sí mismo y no
como un medio para obtener alguna cosa.
La
filosofía se plantea y trata de resolver interrogantes para
satisfacer la curiosidad despertada por los enigmas que obstaculizan
una buena comprensión de la realidad.
En
nuestra época, la filosofía ha perdido partes de conocimiento, a
medida que la ciencia ha tomado cuerpo y se ha desarrollado en
numerosas especialidades. Pero aún así, siempre queda y probablemente
quedará un margen para especular y razonar sobre el sentido de la vida
y del universo, y sobre ese
margen el pensamiento filosófico seguirá vigente.
11. Bibliografía y otras fuentes.Méndez González Luz del Carmen.
FILOSOFÍA.
Editorial Nueva Imagen, 1994.
Núñez Carmen.
Enciclopedia Autodidactica Oceano, Volumen II.
Grupo Editorial Oceano, 1990.
Pags. 438-453
Categoría: filosofía
Autor:
Saira Nidia Martínez Báez
17 años.
4 semestre de preparatoria
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