La necesidad innata del
ser humano de estar comunicado con sus iguales, adquiere mayor sentido si cabe
en una fraternidad, ya que sus miembros nos consideramos “hermanos”. Aún sin
conocernos, allá donde un hermano solicite nuestro auxilio, siempre se lo prestaremos.
Esto ocurre, entre
otras muchas cosas, porque tenemos una formación de base igual o standard, en
cualquier lado en donde nos hayamos criado masónicamente hablando. Por todo lo
cual, nos presuponemos mutuamente con unos valores básicos y unas formas de
actuar determinadas.
¿¡Quién no obtuvo una
inconmensurable alegría al reconocer con el toque a otro hermano!?
A través de esta unión
casi telúrica entre iguales, se justifica una mayor necesidad de comunicación
entre nosotros. Y ésta es la base fundamentar del principio creador cuya fuerza
nos impulsó a crear este diario.
Existe en el mundo
virtual una dispersión de corrientes y autores que cada vez más colaboran en
nuestras páginas creando un corpus heterogéneo y sin censuras. Es nuestra utopía
masónica, crear un espacio que, aún siendo virtual, albergue absolutamente
todas las sensibilidades masónicas con sus legítimas aspiraciones de
reconocimiento y difusión.
La prensa masónica es
algo sumamente necesario en este siglo, una prensa libre, aunque con las
suficientes líneas rojas para no traspasarlas, y que vienen determinadas
principalmente por los juramentos que nos proporcionamos en cada grado, desde
nuestra iniciación. El derecho a una información veraz y contrastada, dentro de
nuestros escasos medios, es vital para el proceso progresivo que las fuerzas
vivas de la masonería universal sigan evolucionando.
S.·. F.·. U.·.
Fuente: http://www.diariomasonico.com/opinion/prensa-masonica
No hay comentarios.:
Publicar un comentario