El solsticio de verano
o solsticio vernal produce el día más largo y la noche más corta del año en el
hemisferio boreal (sucediendo lo contrario en el hemisferio austral).
Para el trópico de
Cáncer, el solsticio ocurre del 21 al 22 de junio, mientras que, para el
trópico de Capricornio, el solsticio tiene lugar del 21 al 22 de diciembre.
Los solsticios ocurren
por la inclinación axial del eje terrestre. Esto permite que el Sol alcance, en
cierto momento del año, su máxima declinación norte respecto al ecuador celeste
(+23º 27′) y su máxima declinación sur (-23º 27′). En otras palabras, los
solsticios son los momentos anuales en los que el Sol alcanza su posición extrema,
ya sea boreal o meridional.
Desde la antigüedad, la
llegada de los solsticios ha sido acompañada de diversos festejos y rituales.
El solsticio de junio se celebra en la costa de España con las Hogueras de San
Juan, un rito donde, al encender una hoguera, se trata de dar más fuerza al
Sol, que comienza a hacerse más débil en el hemisferio norte a partir de ese
momento.
De igual forma, el
solsticio de diciembre se festeja en el hemisferio norte como el regreso del
Sol, ya que, a partir de ese momento, los días comienzan a alargarse. Existe un
simbolismo donde se asocia el Sol con el renacimiento y la esperanza. Por eso,
hay quienes dicen que los cristianos fijaron la natividad de Jesucristo en
diciembre como un símbolo de la llegada de una nueva luz al mundo. Por otra
parte, la Navidad intentaría opacar las festividades paganas que existían desde
hacía ya mucho tiempo.
Pero no todos los
festejos que se realizan durante los solsticios han sido oficializados; estos
dos momentos del año están relacionados con un sinfín de creencias, que los
convierten en choques entre la realidad y la magia. Por otro lado, estos puntos
en los cuales la duración del día y la noche se ven afectadas, también han captado
la atención de la ciencia. Veamos a continuación algunas curiosidades:
* mucha gente cree
fervientemente que mientras tiene lugar el solsticio de verano se abre un
portal que permite a seres propios de la mitología, como son los espíritus y
las hadas, ingresen en nuestro mundo;
* la geología ha
investigado extensamente los solsticios y ha llegado a concluído en que estos fenómenos
se dan en nuestro planeta desde hace más de cuatro mil cuatrocientos millones
de años;
* entre las ceremonias
que se realizan durante el solsticio, existen algunas que tienen como objetivo
invocar a fuerzas sobrenaturales para que concedan ciertos deseos y eliminen la
negatividad del mundo;
* el conocido monumento
Stonehenge, en Inglaterra, ve a casi cuarenta mil personas reunidas cada año
para festejar el solsticio.
En medio de ambos
solsticios se da un fenómeno denominado equinoccio, que también tiene lugar dos
veces al año: una entre el 20 y el 21 de marzo, y la otra entre el 22 y 23 de
diciembre. Se trata de dos momentos en los cuales el Sol se encuentra en el
mismo plano de nuestro ecuador. Durante un equinoccio, el día y la noche duran
prácticamente lo mismo; otra de sus características principales es que las distancias
entre cada uno de los polos de nuestro planeta y el astro solar coinciden. Por
otro lado, es importante señalar que el equinoccio de marzo marca el comienzo
del otoño en el hemisferio Sur y de la primavera en el Norte, mientras que el
de diciembre da inicio al verano y al invierno en los respectivos hemisferios.
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